Los Juegos de Madrid ya van por los 6.000 milllones de euros en infraestructuras
Organizar los Juegos Olímpicos de 2020 es primordial para Madrid. La adjudicación serviría para justificar una década de gasto, plasmado en más de 6.500 millones de euros, por parte del municipio. Aunque no siempre fue así. Cuando el exalcalde Alberto Ruiz Gallardón decidió presentar la candidatura para 2012, un informe del Ayuntamiento madrileño fechado en 2004 aseguraba que “la mayor parte [de la inversión en infraestructuras] está prevista con independencia de que la Ciudad de Madrid salga vencedora”. El estudio calculaba una cifra superior a los 6.400 millones de euros. La mayoría del gasto se concentraba entre 2003 y 2008 (700, 1.000, 1.100, 1.000, 950 y 600 millones cada anualidad). El plan se prolongaba hasta 2012.
El movimiento olímpico sirvió hasta para que el Ayuntamiento colgara de su organigrama una empresa pública llamada Madrid Infraestructuras Deportivas 2012 S.A. para “proyectar, desarrollar, construir y gestionar infraestructuras y equipamientos vinculados a la candidatura olímpica de Madrid”, según el decreto de creación del 27 de enero de 2005 (con su consejo de administración y su docena de consejeros incluidos). En diciembre de ese año, ya perdida la candidatura, se disolvió, y el Área de Gobierno de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras asumió “la ejecución y gestión de las infraestructuras ya programadas o en ejecución correspondientes al centro de deportes dedicado al tenis, al parque olímpico sector oeste y al centro de deportes acuático”.
En junio de 2005, Londres se hizo con la cita de 2012. Tenía un presupuesto de 5.000 millones de dólares y terminó por gastar más de 15.000. Gallardón ratificó que la capital española aspiraría a los imposibles Juegos de 2016. Nunca un continente había repetido sede en décadas pero el presidente del COI, Jaques Rogge, convenció al ahora ministro de Justicia de que no había regla escrita.
Gallardón se inventó un rocambolesco concepto: “Rotación de culturas, no de continentes” para creer en las posibilidades de Madrid. Y presentó a la ciudad como la candidatura “con el 70% de las infraestructuras levantadas”. Era la más barata –con un presupuesto de 2.000 millones de dólares– a cuenta de los 4.000 millones de euros gastados desde 2001 con la idea del 2012. El pellizco final para construcciones sería de 970 millones. Pero la sede se marchó a Río de Janeiro.
El tercer intento consecutivo llega con el plan de inversiones calculado en 2004 ya caducado. El dinero invertido necesita unos Juegos para lucirse a pesar de que el estadio olímpico no existe como tal. De hecho, el dosier de Madrid 2020 calculaba lo que quedaría por ejecutarse. La Peineta: 209 millones; el Centro Acuático (proyectado para Madrid 2012) requiere 80 millones; el pabellón de voleibol otros 53 millones; el pabellón olímpico, el de hockey y el de tiro se llevarían 71, 53 y 18 millones cada uno. La remodelación del hipódromo de la Zarzuela tiene un presupuesto de 23 millones. Y convertir el puerto de Valencia para los deportes de vela: 42 millones más.
Todo esto sobre el papel ya que la única joya olímpica levantada, la Caja Mágica, empezó por 120 millones y terminó por costar 294. Además del Masters 1000 de tenis, la instalación ha quedado semivacía tras fracasar el traslado del Real Madrid de baloncesto, la escudería de Fórmula 1 Hispania y, recientemente, los partidos de balonmano del Atlético de Madrid.