La primera fallecida del mundo tras una reinfección de COVID-19 era una mujer de 89 años con cáncer de médula
Una paciente holandesa de 89 años con una rara forma de cáncer de médula ósea es la primera víctima mortal registrada por reinfección de COVID-19 en el mundo. Según la viróloga Marion Koopmans, que participa en el seguimiento de los segundos contagios que lleva a cabo la Universidad de Oxford, la mujer “seguramente haya fallecido al final a causa del coronavirus, pero también estaba muy enferma”.
Durante la primera ola de contagios en Países Bajos, la mujer tuvo que ser ingresada en el hospital tras desarrollar síntomas como fiebre alta y tos fuerte, pero fue dada de alta a los cinco días y, después de que desaparecieran los síntomas, dio negativos en dos PCR. Dos meses después de superar este primer contagio de coronavirus, la paciente comenzó nuevas sesiones de quimioterapia contra una enfermedad conocida como Macroglobulinemia de Waldenström, que afecta al sistema inmunológico.
Dos días después de iniciar el tratamiento contra este raro tipo de cáncer de médula ósea, la mujer volvió a tener fiebre, tos y a sufrir una fuerte falta de aire, por lo que fue enviada de nuevo al hospital, donde dio positivo en una PCR. También se le realizaron dos pruebas serológicas para comprobar si aún tenía anticuerpos contra el virus tras el primer contagio, pero dio negativo en ambas. El estado de salud de la paciente se deterioró de forma drástica tras el octavo día ingresada y falleció dos semanas después.
Koopmans ha indicado que a día de hoy hay alrededor de 25 casos de reinfecciones conocidos en todo el mundo y que, la mayoría, se desarrollan síntomas menos graves que durante el primer contagio. Los científicos asumen que estos segundos contagios siguen “siendo excepciones”, aunque la viróloga considera que “habrá más”. “La pregunta importante sigue siendo si esto es algo típico de la COVID-19”, ha insistido, porque en muchos casos el segundo contagio tuvo lugar solo dos meses después del primero.
Aunque la experta considera que la mayoría de las personas que hayan superado un primer contagio con coronavirus están ahora protegidas “durante más tiempo” contra la COVID-19, reconoció que, en cualquier caso, “esto no durará toda la vida porque nunca se ha visto eso con ningún virus respiratorio”.
Todavía no está claro qué podrá significar el conocimiento de estos casos concretos a la hora de desarrollar la vacuna contra la COVID-19, ni hasta qué punto el sistema inmunológico aprende lo suficiente durante la primera infección con coronavirus, pero los anticuerpos producidos de forma natural después de un contagio inicial parecen desaparecer con relativa rapidez en ciertos casos.
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