Las teólogas españolas exigen al Papa “atender y combatir” los abusos de curas y obispos a monjas
Las teólogas españolas se unen al #MeToo en la Iglesia católica, zarandeada primero por el escándalo de la pederastia y ahora por la admisión de abusos sexuales de curas y obispos a religiosas, que el propio Papa ha reconocido que “se siguen dando”. En todo el mundo, desde India a África, pasando por el mismísimo Vaticano.
En un comunicado, la Asociación de Teólogas Españolas (ATE) quiere “mostrar su apoyo a todas aquellas mujeres que están en situaciones de violencia, animándolas a que denuncien y que no guarden silencio, para que sea posible que, con su voz, se produzca un esclarecimiento de su situación y una mejora de las condiciones de muchas religiosas en distintas instituciones eclesiales”.
En diciembre pasado, la Unión Internacional de Superioras Generales, que aglutina al medio millón de religiosas católicas, condenó, a cuenta de estos abusos, “a los que mantienen la cultura del silencio y el secreto, bajo la apariencia de protección de la reputación de una institución”
El comunicado llega en una semana durante la cual el arzobispo de Tarragona Jauma Pujo apoyó a dos párrocos de Arbeca (Lleida) y Constantí (Tarragona) apartados de sus funciones por presuntos abusos sexuales a menores. Pujol consideró que los abusos denunciados no eran “tan graves” como para que ambos párrocos sean secularizados, esto es, expulsados de la Iglesia. Pujol, del Opus Dei, anunció un día depués que dejaba su cargo al cumplir los 75 años.
“Rogamos que aquellas personas que saben de estos abusos y violaciones los denuncien y acompañen a las víctimas para que no vivan su sufrimiento en soledad”, sostienen las teólogas, que animan “al papa Francisco a que acoja esta terrible realidad como una cuestión prioritaria que atender y combatir, ya que es de justicia atender con misericordia a la que no se puede defender”.
“Creemos en una Iglesia capaz de trabajar y mejorar sus imperfecciones, reconocer sus debilidades y extralimitaciones, algunas tan terribles como éstas”, añade el comunicado.
El texto concluye subrayando que, “como teólogas seguimos defendiendo el empoderamiento de las mujeres en la Iglesia, pero esto solo es posible si se respeta su dignidad y su cuerpo. Abusar de otro, una mujer, a través del ejercicio del poder, es inaceptable y antievangélico”.
