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El único museo de género de Europa del Este está en Ucrania y necesita ayuda

Historia de las mujeres ucranianas.

Marta Pastrano López

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El Museo de Historia de la Mujer y el Género, situado en la ciudad ucraniana de Járkov, es único en Europa del Este. Su colección permanente de más 3.000 piezas (vestidos, fotos, material audiovisual, objetos cotidianos...) representa a las mujeres ucranianas a lo largo de la historia y busca educar en la cultura de género en un país que no destaca por sus índices de igualdad.

Su creadora, Tatiana Isaeva, vivió en primera persona la dificultad de ser mujer (y feminista) en un ambiente adverso. Se convirtió en madre soltera siendo muy joven, lo que la convenció de la importancia de concienciar no solo a las niñas, sino a toda la población, sobre los roles que históricamente han encasillado a ambos sexos y que han generado discriminación.

El museo ilustra el recorrido desde antes incluso del nacimiento de Ucrania como país hasta su experiencia en la actual guerra con Rusia. Las bombas han conseguido cerrar sus puertas físicas, pero todavía es posible visitarlo online. Y este jueves se ha lanzado un videojuego en España para difundir su labor y ayudarle a sobrevivir.

En realidad, el museo ha vivido en peligro casi desde sus inicios. La primera crisis se produjo tras las manifestaciones del Euromaidán, que marcaron el inicio del conflicto ruso-ucraniano en 2013 tras la suspensión del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea. Aquella revuelta hizo que solo pudiera visitarse en horas de sol o con velas, y no había forma de mantener el local, ya que se habían destinado los fondos del museo para la milicia y las zonas ocupadas.

Misión 'salvar el Museo'

Fue por entonces cuando llegó a Ucrania María 'Pimienta' Sánchez, que debe su apodo a su “personalidad cañera y activista”, según ella misma explica. Esta artista y gestora cultural se instaló en el país en 2014, poco después de haber estallado el conflicto, buscando una nueva perspectiva para su tesis de comunicación en proyectos culturales. Allí trabajó con una ONG al servicio de la Comisión Europea para mantener los proyectos culturales, pero a su llegada al Gender Museum se encontró con una directora desesperanzada, que le indicó cuál sería su único cometido: meter todo en cajas para clausurarlo.

Tatiana Isaeva, a quien María describe como una mujer “brava, luchadora y muy reivindicativa”, había conseguido el apoyo del Fondo de Mujeres de Ucrania, el Fondo Mundial para la Mujer y el Programa para la Igualdad de Oportunidades y los Derechos de la Mujer en Ucrania para poner en marcha su museo. Pero el conflicto y la falta de recursos la habían convencido de que había llegado el final. La joven española decidió apostar por todo lo contrario.

Desde hace nueve años, María Sánchez impulsa la iniciativa #SaveGenderMuseum, una campaña que puso en marcha en enero de 2015 con la intención de ayudar a sobrevivir al pequeño museo y recibir ayuda de cualquier asociación, persona o colectivo que pudiese socorrerlo económicamente para mantener su espacio físico. La campaña buscaba un anfitrión que sufragase los gastos –“menos de cien euros al mes”– pero pedir ayuda sin arrimar el hombro le parecía a María contradictorio, así que ella asumió los gastos los primeros meses. “Primero fui yo, luego mis abuelos, después mis padres...”, enumera. Reunió poco a poco las primeras mensualidades hasta que consiguió más apoyo: “Durante cinco años tuvimos un patrocinador cada mes”, cuenta con satisfacción.

Gracias a la campaña, el museo tuvo una gran difusión y reconocimiento internacional, consiguió ayudas europeas y de otros museos feministas y de género. Además, dio un salto y se trasladó de un antiguo piso ubicado en el centro a un espacio más grande en las afueras de Járkov. Una mudanza que fue decisiva para su supervivencia.

El edificio que acoge la colección ha sobrevivido a los brutales bombardeos sobre la ciudad, lo que alimenta las esperanzas de estas dos mujeres: “Que el museo siga en pie después de todo lo que hemos luchado es un símbolo de resistencia”, afirma María.

Un nuevo proyecto

En 2016, Daniel Sánchez, director del estudio de videojuegos Gammera Nest, se hace cargo de una mensualidad del museo y contacta con María para desarrollar un juego que diese visibilidad a la campaña. En su afán por salvar el museo, María no dudó en participar en la creación de VONA/SHE, el videojuego que quiere crear conciencia sobre la situación de la galería y de las mujeres ucranianas. Su nombre rinde homenaje a Ucrania, a su idioma y a las mujeres, ya que Vona significa “ella” en ucraniano.

“El videojuego surge como un recorrido colaborativo entre dos grupos de trabajo: Ucrania, que aporta el contenido, y España, que aporta la parte técnica”, cuenta María, que defiende la voz y la experiencia ucranianas como fuente primordial del proyecto.

Simulando un escape room, este juego encarna la esclavitud social que sufren muchas mujeres en todo el mundo y que los jugadores experimentan a través del personaje de una mujer que vive en un bucle de jornadas ocupadas por las tareas del hogar. Los usuarios deben descubrir cómo sublevarse ante esta situación. 

VONA/SHE es gratuito y se podrá acceder a él a través del PC o de las aplicaciones para Android e iOS. Según indican los creadores, el museo se abre ante los ojos del jugador una vez comprenden que el cambio ha comenzado y “que no hay vuelta atrás”. Además, el juego posibilita el acceso a la web de Save Gender Museum, donde se explica en profundidad el proyecto y se ofrece la posibilidad de donar para apoyar al museo.

María considera que la clave en este videojuego es que “la historia se cuente en primera persona a través de mujeres ucranianas”. Y, de paso, volver a buscar fondos para que no se pierda la colección por la que tantas han trabajado. Y, por qué no, soñar con un futuro cercano en el que el museo vuelva a abrir sus puertas en Járkov.

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