El morbo de la guerra desboca los bulos y la propaganda en TikTok
Antes de la invasión rusa de Ucrania a TikTok no le gustaban nada las guerras, sus víctimas ni los vídeos bélicos en general. La plataforma intentaba apartar esos contenidos de los usuarios, al igual que suele orillar otros temas espinosos como la política. A TikTok se va a pasarlo bien y una guerra no es divertida. Informar de otros conflictos, como el de Afganistán, llegaba a ser muy complicado con la piel fina del algoritmo de la app china. La primera guerra abierta entre dos países europeos del siglo XXI ha cambiado diametralmente la situación.
“Antes las normas eran super duras con este tipo de cosas. Nadie se atrevía a subirlas porque en el momento en que salía cualquier tipo de arma o imagen de muertos lo borraban”, explica Fátima Martínez, consultora especialista en redes sociales. “Ahora eso ha cambiado, han abierto la mano con Ucrania y todo el mundo se ha volcado con la guerra. Canales de humor, de fútbol, todo tipo de creadores se han puesto a generar contenido sobre la guerra porque da muchas visitas y eso es lo que da dinero en TikTok. Hay una especie de morbo por ver los efectos de la guerra, los bombardeos...”.
El primer conflicto tiktoker
El muro de TikTok ante los contenidos bélicos cayó ante el peso de la evidencia. Antes de la invasión, los usuarios rusos y bielorrusos comenzaron a captar las imágenes de los convoyes militares del Kremlin pasando por sus pueblos y subirlos subían a la plataforma. No sabían que estaban publicando los preparativos de la primera guerra en suelo europeo en décadas.
Cuando los ciudadanos ucranianos comenzaron a sufrir las consecuencias del ataque, algunos también empezaron a contarlo en TikTok. Los vídeos de una joven fotógrafa contando su día a día en medio de una guerra, como el que se grabó corriendo hacia un refugio antiaéreo, se viralizaron incluso en otras redes.
La guerra se ha convertido en uno de los mayores fenómenos informativos de la historia de TikTok. Decenas de miles de tiktokers se han lanzado a la caza de la atención que genera el conflicto. Además de los canales de otras temáticas que han empezado a hablar de Ucrania para aprovechar el tirón en visualizaciones y seguidores que indica Martínez, la experta apunta que se pueden diferenciar otras tendencias.
La primera es que ese boom de atención está siendo captado especialmente por canales de perfil bajo, mientras los principales influencers prefieren no centrar sus contenidos en ella. “Hay un montonazo de chavalines, críos, que hasta ahora lo que ponían eran escenas de videojuegos y cosas de ese tipo, pero que se han dado cuenta de que subir imágenes de la guerra es un chollo porque tienen muchísimas visualizaciones”, expone: “Lo que suelen hacer es coger vídeos de televisiones, colgarle un cartel de 'Última hora de Ucrania' y soltarlo. Tienen miles y hasta millones de reproducciones”.
Los canales creados específicamente para subir vídeos del conflicto son otro de los fenómenos que caracterizan la primera guerra tiktoker. “Se ponen de nombre no sé qué-news o no sé cuantos-televisión como si fueran medios de comunicación, aunque es mentira, claro. Son cuentas nuevas que publican solo imágenes de guerra para aprovechar el tirón y que vete tú a saber de donde sacan los vídeos o si son reales o no”.
El truco es que pueden rentabilizar el algoritmo de TikTok en su beneficio. La plataforma no se basa en mostrar contenidos de las personas que cada usuario sigue, sino que recomienda vídeos analizando la atención que están generando en otras personas. Gracias a la viralidad de los vídeos bélicos, canales recién creados o con muy pocos seguidores pueden colocarse en el timeline de decenas de miles de personas que no los siguen.
Esta enorme cantidad de contenidos volcados a la plataforma ha abierto una brecha por donde se cuelan los bulos y la propaganda. “Se ven barbaridades. La gente sube lo primero que pilla, vamos”, coincide Daniela McArena, directora de Ac2ality, que con 3,4 millones de seguidores es el medio español más seguido de TikTok.
“Obviamente hay desinformación. Hubo un vídeo que ruló mucho de un tipo ucraniano que se supone que estaba muerto, pero de repente se levantaba y parecía que era un muerto falso. Luego resultaba que no era ni siquiera Ucrania, sino una manifestación en Viena contra el cambio climático, pero se distribuyó para hacer creer que los ucranianos se estaban haciendo las víctimas”, recuerda en conversación con este medio.
McArena tiene 24 años y gestiona Ac2ality junto a tres compañeras de su edad. Ninguna es periodista. Ellas prestan especial atención a la desinformación porque su canal está pensado como un medio de comunicación dirigido a los jóvenes. Su estrategia es contar cada noticia en menos de un minuto. En dos años y medio han construido la enorme comunidad que tienen hoy, formada por seguidores “muy jóvenes, de unos 18 a 24 años sobre todo”.
“Incluso a nosotras, que somos un medio de información, se nos ha colado algún vídeo que al principio dices 'ostras', te lo crees y luego resulta ser falso. Nos pasó con un soldado ucraniano que sube vídeos bailando. Se empezó a compartir uno que supuestamente le había enviado a su hija para que viera que estaba bien, pero que en realidad es que lo había grabado antes de la guerra”, continúa.
La guerra de Ucrania es, con diferencia, el mayor foco informativo que han cubierto. “El vídeo más visto del canal es el de 'Empieza la guerra con Ucrania', que tuvo 16 millones de visitas”, revela. “Cada día hacemos un vídeo sobre cómo va la guerra y esos llevan más de medio millón de visitas cada uno”. Como referencia, los informativos más vistos de la televisión son los de Antena 3, con una media de tres millones de espectadores. Les siguen los de Telecinco con 1,6 millones y los de TVE, con 1,3.
“Circulan más noticias falsas e incorrectas por TikTok que de costumbre”, coincide Miriam Salgado, directora de Actualidad Joven, otro canal informativo especialmente dirigido a los jóvenes que ha pasado de 25.000 a 62.000 seguidores desde que empezó la guerra. “El interés es mucho mayor. De hecho, hemos notado que nuestra audiencia está mucho más informada que sobre prácticamente cualquier otro foco informativo”, afirma. Ahora son los propios usuarios los que les comentan que una noticia “es de hace unas horas”, algo que nunca les había pasado.
La guerra en TikTok se consume en píldoras rápidas y muy cortas. “Hemos comprobado que lo que interesa son vídeos breves (que no superen los 40 segundos) en los que expliquemos alguna noticia de última hora”, explica Salgado: “Menos es más en cuanto al contenido individual de cada vídeo. Esto se traduce en más cantidad de vídeos y más creación de ”comunidad“ para informarse rápido del avance de la guerra”.
La guerra en vídeo corto
Una de las características de la desinformación que se mueve en torno a la guerra de Ucrania es que se basa en su mayoría en imagen y vídeo. “Más o menos el 75% de toda la desinformación que está circulando a nivel internacional sobre lo que está pasando en Ucrania tiene algún tipo de componente visual. Casi el 40% es vídeo. Es un porcentaje altísimo, mucho más alto que en la desinformación sobre la pandemia, por ejemplo”, dice Carlos Hernández Echeverría, jefe de políticas públicas de Maldita.es.
La inmediatez del consumo también se nota en la velocidad de los bulos. “Las cosas están saltando de país a país muchísimo más rápido. En parte también porque es vídeo. Si por ejemplo ese cruce de fronteras de la desinformación se daba en una semana durante la pandemia de COVID-19, ahora lo estamos viendo en 48 horas”, continúa Hernández Echeverría.
El modo en que se consume y cómo funciona el algoritmo de TikTok hace muy difícil rastrear la desinformación desde fuera
“Lo que pasa con TikTok es que el modo en que se consume y cómo funciona su algoritmo, que no está tan centrado en mostrar el contenido de la gente que sigues, hace muy difícil rastrear la desinformación y monitorearla desde fuera”, destaca el experto. “Estamos completamente seguros de que gran parte de los vídeos que estamos viendo en otras redes se están republicando en TikTok”.
TikTok reconoce el reto que esta crisis supone para su plataforma. “Trabajamos intensamente para ayudar a garantizar que la gente pueda expresarse y compartir sus experiencias, al tiempo que tratamos de mitigar los posibles daños. Utilizamos una combinación de tecnología y equipos humanos para proteger nuestra plataforma, y nuestros equipos hablan más de 60 idiomas y dialectos, incluidos el ruso y el ucraniano”, indica en un comunicado.
Fuentes de la compañía recalcan a elDiario.es que están poniendo un especial esfuerzo en la “alfabetización digital” de los usuarios, con herramientas que enseñan a identificar la información falsa o a entender la importancia de conocer el contexto en el que se grabó un determinado vídeo.
Además, como han hecho otras redes como Facebook, TikTok ha pactado con organizaciones de verificación de información de distintos países. Si una de ellas marca un vídeo como falso, su algoritmo no lo recomendará a otros usuarios. “También hemos evolucionado nuestros métodos en tiempo real para identificar y combatir el contenido dañino, como la implementación de medidas adicionales para ayudar a detectar y tomar medidas en los directos que pueden transmitir contenido no original o engañoso”, abundan.
Presión para dar la versión del Kremlin
Los canales contactados por elDiario.es apuntan que todo lo que rodea a la guerra de Ucrania tiene otra característica más que no se había dado en otros acontecimientos. Se trata de la gran presión que ejerce una parte de los usuarios para que los tiktokers ofrezcan también la visión del Kremlin sobre el conflicto.
“El 80% de los comentarios de nuestros vídeos son de prorrusos. Yo he llegado a pensar que eran bots porque no me podía creer que hubiera tantos”, dice McArena, de Ac2ality. “Es cierto que al final tenemos mucho público latino y no sé qué visión tendrán ellos de la guerra. Mucha gente nos dice que solo hacemos caso a los rubios con los ojos azules, que en Siria esto también pasaba... y es verdad, pero ahora está pasando otra cosa”.
La consultora experta en redes Fátima Martínez también apunta a que “la comunidad latinoamericana” es la que más se está esforzando en “dar la otra visión”. El discurso oficialista del Kremlin desapareció de TikTok (y del resto de redes) con el bloqueo de RT y Sputnik a petición de la Comisión Europea. “Si tú intentas ver noticias rusas, pues es complicado, a no ser que pilles algún ruso que ha cogido una VPN y está emitiendo. En general hay muy poca información que venga desde Rusia”.
En general hay muy poca información que venga desde Rusia
Es algo que también han percibido en Actualidad Joven. “Muchos usuarios aprovechan precisamente los comentarios en los vídeos con más reproducciones para tratar de transmitir propaganda bélica, sobre todo usuarios que se enzarzan a discutir unos con otros sobre una determinada noticia falsa. Se podría decir que quizá haya mucha más desinformación en los comentarios que en los creadores de contenido”, refleja Miriam Salgado.
La presión de la comunidad de usuarios que piden dar la visión del Kremlin termina calando en los canales. “Por esos comentarios, que son la mayoría, quisimos subir un vídeo en el que Putin hablaba del otro lado de la moneda y dando la visión de la guerra es todo lo contrario, que es culpa de EEUU y de la OTAN y no de Rusia. Porque es verdad que al final nosotros también tenemos la información sesgada y como medio tenemos que mostrar las dos partes”, reconocen desde Ac2ality.
La Casa Blanca alecciona a sus tiktokers
EEUU actuó rápidamente para impedir que algo así pasara con los canales de sus principales influencers. Según reveló el Washington Post, la Casa Blanca convocó la pasada semana a los 30 principales tiktokers del país a una reunión en Zoom para tratar sobre lo que está pasando en Ucrania. TikTok “es una vía de importancia crítica en la forma en que el público estadounidense se entera de las últimas noticias, por lo que queríamos asegurarnos de que tuvieran la información más reciente de una fuente autorizada”, afirmó el director de estrategia digital de la Casa Blanca.
Las reacciones de los influencers fueron dispares. Algunos dijeron que la reunión les había capacitado para reconocer mejor la información falsa. Ellie Zeiler, una estrella de TikTok de 18 años con más de 10,5 millones de seguidores, dijo que espera seguir en comunicación con la Casa Blanca y continuar preguntando sobre cuestiones clave. “Estoy aquí para transmitir la información de una manera más digerible a mis seguidores”, dijo. “Me consideraría una corresponsal de la Casa Blanca para la generación Z”.
Parecía una rueda de prensa para niños de jardín de infancia
Otros, como Jules Suzdaltsev, un periodista de origen ucraniano que gestiona el popular canal de noticias Good Morning Bad News, explicó que el tono general de la reunión era demasiado suave y que los funcionarios esquivaban las preguntas difíciles: “Parecía una rueda de prensa para niños de jardín de infancia”.
El canal de noticias Ac2ality tiene más seguidores que algunos de los convocados a la llamada con la Casa Blanca. Preguntada por este medio acerca de si el Gobierno o algún representante de organismos oficiales se ha puesto en contacto con su canal para ofrecer fuentes o información sobre la guerra, su directora da una respuesta negativa. “Obvio que no”, expresa.
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