El tren de la libertad salva una cartelera condenada

  • La cinta estará disponible este viernes de forma gratuita en distintas plataformas digitales y páginas web

Dos vidas

Dos vidasDirector: Georg Maas y Judith Kaufmann

País: Alemania

Intérpretes: Raven Adamson, Katie Coseni, Madeleine Bisson, Claire Mazerolle y Rachael Nyhuus

En V.O: Zwei Leben

Esta no es una película más sobre las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, ni el reflejo cristalino de las villanías de la RDA. Tanto el periodo en el que se basa, como la historia personal que toma de resorte tienen un atractivo que salta a la vista en unas pocas líneas de sinopsis. Los idilios que algunas ciudadanas noruegas tuvieron con soldados nazis durante la ocupación y cuyos bebés fueron enviados a orfanatos alemanes. Es original, tiene gancho y el poco que le puede faltar lo aporta una trama concordante de espionaje. Sin embargo, su director se ha rendido ante la responsabilidad convirtiéndola en un tapiz deshilachado.

La cinta tiene elementos de thriller, de novela negra, de juegos de tribunales, de romances complicados y de incoherencia moral; no le falta de nada. Hasta que, en un intento desesperado por no convertirla en un planfleto documental, las cuatro manos cineastas se pusieron a tejer la urdimbre secundaria y copar la historia de personajes y flashbacks que rozan lo irrisorio. Incluso la fuerza inicial de su cabeza de cartel termina desinflándose hasta el punto de exasperar, pero no en plan bien. De un plumazo, a los pocos minutos de metraje, desaparece toda esperanza de misterio, política y fuerza argumental que dibujaba el resumen.

Borgman

BorgmanDirector: Alex van Warmerdam

País: Holanda

Intérpretes: Jan Bijvoet, Hadewych Minis, Jeroen Perceval y Tom Dewispelaere

En V.O: Camiel Borgman

Si la anterior es incoherente por ineptitud, esta lo es por su excesiva predisposición. Camille Borgman surge de la maquiavélica mente de su holandés creador como una mezcla entre Dans la maison, de François Ozon, y Funny Games, de Michael Haneke. Este ente fantástico y maligno llega para perturbar a las familias acomodadas junto a una extraña cuadrilla de mendigos subterráneos que, pese a su originalidad, cae en los lugares comunes de cintas europeas del estilo.

A su favor, que la película cuenta con unos mecanismos narrativos que favorecen la sorpresa y la agradable repugnancia. Todo para actuar como metáfora onírica de una sociedad alienada e hipócrita que merece un castigo divino disfrazado de comedia negra. Este experimento irregular y estrambótico ya convenció el año pasado en Sitges, donde se alzó como mejor película.

La cueva

La cuevaDirector: Alfredo Montero

País: España

Intérpretes: Marcos Ortiz, Marta Castellote, Eva García-Vacas, Jorge Páez y Xoel Fernández

Podría parecer que la técnica conocida como found footage esté cayendo en lo manido gracias a festivales como Sitges. De REC a The Descent, el género de terror y concretamente el horneado en nuestro país se está haciendo eco de este sensacionalismo morboso que tan bien funciona en taquilla. Pero en este caso, partiendo de una trama simplona, Montero logra dominar la cinta en su conjunto para sortear las facilidades del género y no vender motos desde el primer momento.

La historia es primitiva, porque así lo ha querido su realizador, no por falta de aristas ni por escaso presupuesto. De hecho, toda la cinta responde a unos sentimientos muy rudimentarios sin un sólo ápice de sobreactuación o de maltrato retorcido. Además de la angustia claustrofóbica que se le presupone, el cineasta usa eficazmente momentos de humor en su tramo intermedio para dar ese respiro tan necesario al espectador. Como guinda del pastel, un maravilloso epílogo que juega con esperanzas y condiciones extremas al más puro estilo Rodrigo Cortés en Buried.