Así es Puentedey, el nuevo pueblo más bonito de España
Para encontrar Puentedey hay que buscar en las Merindades, en la provincia de Burgos. Un pueblo que cuando se conoce ya no se olvida, porque la belleza de su imagen, encaramado sobre un enorme arco de piedra natural, hace que quede grabado en la memoria para siempre. Ahora, además de ser un pueblo bonito, puede presumir de ser oficialmente uno de los más bonitos del país, porque así lo acredita haber entrado a formar parte de la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España.
En total ya son 105 pueblos los que forman esta red de localidades de especial belleza, personalidad, cultura e historia. La lista ha ido creciendo desde que la asociación se puso en marcha en 2011, y si en 2019 a ella se sumaron 15 nuevos pueblos, y en 2020 lo hicieron 11, en 2021, de los 22 candidatos que fueron auditados como posibles incorporaciones, el único que cumplió con los requisitos para poder ser considerado uno de los pueblos más bonitos de España fue Puentedey. Con esta nueva incorporación ya son cinco los pueblos de Burgos que forman parte de la asociación: Frías, Caleruega, Covarrubias, Lerma y, ahora, Puentedey.
Desde el momento en el que Puentedey presentó su candidatura, la comisión de calidad de la asociación se puso manos a la obra para confirmar si, efectivamente, la localidad burgalesa podía o no ser considerada uno de los pueblos más bonitos de España. Para ello tuvo en cuenta aspectos como el cuidado de su patrimonio, su limpieza, la conservación de las fachadas, el cuidado de las flores y las zonas verdes, la circulación de los vehículos, la actividad cultural y la atención a las tradiciones, entre otras características.
Puentedey no es especialmente conocido, ni especialmente famoso, pero sí especialmente bonito y especialmente pequeño. El origen de su nombre proviene de “Puente de Dios”, y de ahí Puentedey, ya que los antiguos pobladores atribuían su formación a la mano divina. Y no es raro que se plantearan esa posibilidad cuando vemos su ubicación, encaramado sobre un enorme arco natural rocoso de 15 metros de altura, 35 de ancho y cerca de 80 de longitud, que deja pasar bajo él las aguas de río Nela.
Encaramado sobre un arco de roca
Cuando llegues a Puentedey te encontrarás un pueblo coqueto, cuidado y de marcado espíritu medieval, aunque por desgracia ya no queden restos de sus antiguas murallas. En él viven poco más de 50 habitantes y es un excelente ejemplo para conocer las típicas casas solariegas y construcciones populares de la región. Ya desde lejos verás que lo primero que llama la atención es su iglesia de San Pelayo, un templo románico de una sola nave de piedra caliza cuya portada, donde se representa a un hombre armado con escudo y espada enfrentándose a un reptil, es su elemento más característico
En cuanto nos adentramos en sus calles nos empapamos rápidamente de su ambiente rural, y en nuestro paseo, cuando lleguemos al punto más alto del arco, daremos con el palacio de los Brizuela, un edificio que se levantó entre los siglos XV y XVI y que se fortificó hasta convertirse prácticamente en un castillo, hoy restaurado y techado.
Ya que estamos, es muy recomendable atravesar el pueblo, cruzando sobre su arco, y llegar hasta el Mirador de San Andrés, recientemente renovado y ahora suspendido en el aire. Desde allí podrás ver una perspectiva menos conocida de Puentedey, apreciar a la perfección el cortado rocoso que lo mantiene en alto, la parte trasera del arco y, asomando, la iglesia de San Pelayo. Si esta visita la haces a finales de verano verás que esta pequeña agrupación de casas deja de lado su apacible tranquilidad para volcarse en las fiestas patronales, en las que vecinos y visitantes se ponen a prueba en la cucaña intentando alcanzar un banderín que se encuentra en lo alto de un resbaladizo tronco. Y sea cuando sea que pases por Puentedey, nunca deberías pasar por alto su gastronomía, que como buen municipio burgalés es para sentarse a disfrutar con calma entre verduras, carnes de potro y cordero, lechazo, morcilla, bollos preñaos, queso de Burgos y panes caseros.
Durante el último año Puentedey ha querido cuidarse para lucir aún mejor y así entrar a formar parte de la asociación de los Pueblos Más Bonitos de España. Ha rehabilitado su antiguo horno de pan, su antiguo molino, el viejo potro de herrar y un pequeño museo de bolos. Ha añadido nuevas zonas de aparcamiento a las afueras del pueblo y también una zona destinada para el estacionamiento de autocaravanas. Así, unas cosas con otras, el municipio se ha volcado en hacer relucir cada uno de sus detalles para mostrarse ante el visitante como lo que es: uno de los pueblos más bonitos de España.