Page desafía al Ministerio de Cultura y propone a “otras autonomías” crear un premio de tauromaquia conjunto
Al presidente de Castilla-La Mancha le gusta la tauromaquia y no lo esconde. Es habitual su encendida defensa de los festejos taurinos y así lo proclama en declaraciones y actos públicos. Ahora ha vuelto a abrir otro frente con el Gobierno estatal al desafiar al Ministerio de Cultura, que ha decidido no convocar este año el Premio Nacional de Tauromaquia.
Emiliano García-Page, tras conocerse esta misma mañana la decisión del departamento que dirige Ernest Urtasun (Sumar), ha publicado en la red social X su intención de contactar con el sector taurino para crear desde Castilla-La Mancha unos Premios de Tauromaquia.
“Estos premios tienen la ambición también de poder ser coordinados o compartidos con otras autonomías, puesto que pretendemos que tengan alcance nacional e internacional”, ha añadido.
Después, el vicepresidente primero del Gobierno castellanomanchego, José Luis Martínez Guijarro, ha concretado: esta misma mañana ha hablado con la Fundación Toro de Lidia para organizar las bases de ese premio. “No pretendemos que sea en exclusividad de nuestra comunidad autónoma, sino que estamos dispuestos a coordinarlo compartirlo con otras instituciones”. De hecho, esta fundación recogerá uno de los reconocimientos que entrega el Ejecutivo de Page el próximo 31 de mayo, Día de Castilla-La Mancha.
Después, ha sido el propio ministro el que tras ser preguntado por estos posibles premios autonómicos ha dicho que va a “rehuir toda polémica”.
No es la primera vez que Page se enfrenta al Gobierno de Pedro Sánchez por la cuestión taurina. Cuando el Ejecutivo central aprobó el bono cultural para jóvenes y decidió, en un primer momento, no incluir la tauromaquia entre las actividades bonificados, el presidente de Castilla-La Mancha dijo que no le parecía bien “trabajar en el fomento de la cultura excluyendo”. Después, el Tribunal Supremo obligó al Gobierno a la incorporación de estos festejos.
Gobiernos del PP recogen el guante de Page
García-Page no ha sido el único en reaccionar a la decisión del Gobierno de España. El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón ha propuesto crear un premio “a la mejor faena taurina” en aquella comunidad autónoma tras la eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia. Y poco después, la propia Fundación Toro de Lidia ha anunciado que otorgará igualmente el galardón, por su cuenta, “mientras dure la situación de excepcionalidad censora provocada” por Urtasun. Desde Castilla y León también se han mostrado receptivos a la propuesta del presidente de Castilla-La Mancha.
Mientras, el diputado regional en las Cortes de Castilla-La Mancha Nacho Redondo ha considerado “un ataque directo a la cultura” que el Ministerio del ramo haya decidido suprimir el Premio Nacional a la Tauromaquia. “Independientemente de que a alguien le gusten más o menos los toros, lo que sí que hay que reconocer es que es una actividad cultural dentro del ámbito de nuestra nación”, ha sostenido.
Ha dicho congratularse de la reacción de García-Page pero le ha recordado que su Gobierno “dejó morir” los premios taurinos de Castilla-La Mancha creados por el Gobierno del PP en el 2014. “Tampoco se acuerda de convocar la mesa de tauromaquia que teníamos y que ahora quiere volver a retomar”.
La nueva polémica ha surgido después de que el Ministerio de Cultura haya anunciado que elimina la tauromaquia del catálogo de premios nacionales que entrega cada año. Es decir, no hará la convocatoria para este año e inicia los trámites para la exclusión definitiva de los toros de estos galardones, según han confirmado a elDiario.es fuentes de ese Ministerio.
El premio nacional de tauromaquia se creó en 2011 para añadirlo a los que ya se daban en Bellas Artes, Teatro, Música u otras disciplinas artísticas. Se estableció una dotación económica de 30.000 euros, 10.000 más, por ejemplo, que los que recibían los ganadores de los premios nacionales de Literatura. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, ya en sus últimos meses, quiso reconocer la tauromaquia como una “disciplina artística” y creó el premio a la vez que traspasaba las competencias del Ministerio de Interior al de Cultura.
Izquierda Unida: “Promueve un espectáculo de maltrato animal”
La primera crítica política dentro de Castilla-La Mancha ha llegado de la mano de Izquierda Unida. El concejal toledano Txema Fernández, miembro de la dirección regional del partido, ha dicho que este anuncio de Page representa “un intento del presidente regional de hacer oposición a su propio gobierno desde nuestra tierra”.
Además, ha añadido que al contactar con el sector taurino para crear estos premios “se está promoviendo un espectáculo que involucra el maltrato animal, algo que va en contra de los valores de una sociedad cada vez más comprometida con el bienestar animal”.
Ha recordado que la tauromaquia ya es un sector en el que se invierte considerablemente en Castilla-La Mancha, a pesar de las discrepancias éticas que suscita. “Desde hace años, los ciudadanos y ciudadanas financian este tipo de eventos a través de la televisión pública regional, con inversiones que superan el millón de euros anuales en retransmisiones y producción de festejos taurinos” lamenta el portavoz de la coalición de izquierdas.
En este sentido, ha señalado que la voluntad política del presidente regional parece estar “más enfocada en promover espectáculos ”controvertidos que en atender las verdaderas necesidades de la región“.
“La prioridad debería ser impulsar políticas que fomenten el bienestar social y el desarrollo sostenible, en lugar de respaldar actividades que generan controversia y que están en declive en términos de aceptación social. La tauromaquia no representa los valores de una sociedad moderna y progresista, y es responsabilidad de los líderes políticos promover alternativas culturales que sean respetuosas con todos los seres vivos”, ha concluido.
De su lado, la Fundación Franz Weber ha pedido a Page que “financie de su bolsillo” el nuevo premio taurino, lamentando la “resistencia” del presidente castellanomanchego a “cualquier medida que prevenga la violencia”.
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