Milagrosa Gómez, “la niña” que rompió el techo de cristal y joyas
La llamaban 'La Niña', pero la niña llegó a dirigirlos a todos en el sector joyero, un sector que ha tenido históricamente a la mujer en su horizonte, pero siempre solo como público objetivo al que dirigir sus productos desde empresas y patronales que eran dirigidas por hombres. Milagrosa Gómez fue la primera mujer en dirigir una asociación de empresarios del sector de la joyería en España, y no una asociación cualquiera, sino la Asociación de Joyeros de Córdoba, desde donde se produce alrededor del 60% de la joyería de toda España.
Además, ella fue durante años la única mujer que dirigía su propia empresa en la joyería en Córdoba, un sector tradicional, que nació hace décadas con pequeños talleres familiares en las casas de los trabajadores y que pasó a consolidarse años después con el Parque Joyero, con las actuales 200 empresas que componen el sector y una generación de unos 15.000 empleos.
En ese contexto, Milagrosa Gómez logró romper el techo de cristal y convertirse en 2012 en la primera mujer en dirigir la asociación de joyeros de Córdoba, la primera con una voz femenina a los mandos en todo el país.
Hasta llegar a ese puesto, recuerda cómo su trayectoria tuvo que salvar los obstáculos del machismo imperante en la sociedad, en general, y en un sector altamente masculinizado como el de la joyería. Comenzó como empresaria en 1988, cumple ahora tres décadas al frente de su firma en el sector y, ya desde entonces, rompió moldes al ser la única mujer que entró en la asociación de joyeros.
“Cuando asistía a las reuniones de joyeros, podía haber 50 hombres y yo. Me llamaban ‘niña’, se dirigían a mí así: ”la niña, que se siente“, rememora sobre aquellos primeras reuniones en la asociación donde era la única voz femenina. Cuenta que, efectivamente, era un mundo copado por hombres, ”muy masculino“, sobre todo desde la perspectiva empresarial. Porque mujeres sí había en el sector, pero siempre en tareas a la sombra.
Al frente de todas las empresas joyeras
“Las mujeres se dedicaban a otras labores. Estaban en fases de la producción de las joyas, pero nunca al frente de una empresa. Podían ser pulidoras o podían ser engastadoras, pero a nivel empresarial ellas no estaban nunca al frente de una empresa de joyería”.
Ni de una empresa, ni mucho menos al frente de todas las empresas. Pero ella quiso dar el salto para optar a estar al mando de este mundo empresarial de metales y piedras preciosas. “Me decidí a ello, monté una candidatura y me presenté”. Y ganó.
“Soy una persona de carácter, soy decidida”, define como sus cualidades que le valieron para dar aquel paso y convertirse en “la primera mujer que estaba al frente de una asociación de joyeros en España y además de una asociación muy fuerte por el número de empresarios que contiene”.
Desde entonces y hasta ahora, se mantiene a la cabeza de los joyeros cordobeses. Rompió moldes en su día, pero en su labor del día a día deja su impronta por la igualdad. Su sentido empresarial y su pasión por el mundo de las joyas la han movido a conseguir sus galones profesionales y eso lo tiene presente cada día: “Tienes que trabajar e intentar que salga lo mejor posible. Tienes que dar lo mejor de ti”.