Almería: el PSOE aspira a acabar con 14 años de victorias del PP del poderoso Gabriel Amat
José Luis Rodríguez Zapatero acababa de ser elegido presidente del Gobierno la última vez que el PSOE ganó unas elecciones en Almería. Unos meses después de su victoria en las generales, los socialistas volvieron a ganar, también en Almería, en las europeas de junio de 2004. Desde entonces ha habido tres elecciones municipales, tres autonómicas, cuatro generales y dos europeas y en todas, doce en total, el PP ha sido siempre el más votado en la provincia más oriental de Andalucía, donde se ponen en juego doce escaños del Parlamento andaluz. El CIS vaticina que esta serie inmaculada de victorias de la derecha está a punto de acabar.
Los últimos quince años demuestran que el auténtico bastión del PP en la región es Almería, donde casi dobló los votos del PSOE en las generales de 2011. Además, el partido que ahora lidera Pablo Casado sigue dominando los principales municipios: Almería capital, Roquetas de Mar, El Ejido, Níjar, Adra, Huércal-Overa, Huércal de Almería, Berja, Vera… De los 20 más habitados, gobierna en 17 y en la Diputación Provincial, presidida por el veterano Gabriel Amat. Amat, alcalde de Roquetas y poderoso presidente del partido en la provincia desde 2004, sigue siendo el gran dominador de la política provincial. Las sospechas de corrupción no han sido motivo suficiente para que su enorme poder se tambalee.
Pese a esta serie histórica de victorias, el sondeo del CIS conocido este miércoles da la vuelta al tablero. Según el CIS, el PSOE también ganaría en Almería con el 38,7% de los votos, seis puntos porcentuales más que en 2015, mientras que el PP obtendría el 22,2%, casi quince puntos menos que en la última cita electoral autonómica. Los dos escaños que perdería se los repartirían Ciudadanos y Vox, que entraría por primera vez en un Parlamento autonómico con un diputado andaluz por Almería
A pesar del continuismo de su estructura provincial, el PP ha renovado la candidatura para el próximo 2 de diciembre. Carmen Crespo, exdelegada del Gobierno en el primer ejecutivo de Rajoy y portavoz del grupo popular en el Parlamento andaluz desde 2016, deja el primer puesto de la lista por Almería a María Isabel Sánchez Torregrosa, que deberá renunciar a su escaño en el Senado en el probable caso de ser elegida. Sánchez Torregrosa fue directora comercial y asistente financiera en diferentes empresas, según señala en su currículum. Crespo será número tres.
El PSOE aspira a superar por fin al PP. En la cita de 2015 los dos partidos empataron en escaños, cinco, con una diferencia de 11.000 votos entre ambos (99.917 para el PP; 88.709 para el PSOE). Es la menor diferencia en la serie histórica desde 2004. Repite como número uno José Luis Sánchez Teruel, secretario general del PSOE de Almería desde 2011 y abogado de profesión.
Adelante Andalucía y Ciudadanos
Adelante Andalucía y Ciudadanos aspiran a poner en jaque el bipartidismo que se sostiene en la provincia. La coalición logró un escaño en 2015 (de Podemos) y ahora presenta nuevo candidato, Diego Crespo, en sustitución de Lucía Ayala. Crespo, titulado en magisterio de Educación Física y militante de Anticapitalistas, ganó las primarias de Podemos en Almería el pasado mes de julio con el apoyo de Teresa Rodríguez.
Como número 2 concurre María Jesús Amate, coordinadora provincial de IU desde el año pasado. Amate sustituyó a Rosalía Martín, una histórica de la coalición de izquierdas y protagonista de uno de los tropezones más mediáticos en la confluencia entre IU y Podemos que ahora se consolida: fue muy crítica con la designación como número uno por Almería en las últimas elecciones generales del ex Jefe del Estado Mayor de Defensa, Julio Rodríguez, al que acusó de ser un “hombre de guerra”.
Ciudadanos, que también obtuvo en escaño por Almería en las andaluzas de 2015, repite cabeza de lista. Marta Bosquet, abogada, se impuso en primarias a Rafael Bretones y Sixto Buendía, y dice aspirar a quintuplicar escaños: de uno a cinco.
Los problemas de siempre: agua y carreteras
Si el debate se centrara en las políticas concretas, los candidatos por Almería hablarían de comunicaciones y agua. La canalización de excedentes de la presa de Rules hacia el Poniente Almeriense es una reivindicación compartida con los regantes de la Costa Tropical granadina. En los 15 años que han transcurrido desde que se terminó el embalse no ha servido ni para el riego ni para la generación eléctrica. El pasado agosto la Junta de Andalucía adjudicó el proyecto de explotación de la energía hidroeléctrica.
La industria agroalimentaria también lleva años pidiendo que se vuelva a poner en marcha de la desaladora de Villaricosdesaladora de Villaricos, inutilizada en 2012 por una riada poco después de inaugurarse, e intervenida después por la Audiencia Nacional en la operación Frontino, en la que se investiga la gestión de Acuamed.
Otra demanda histórica es la finalización de la llamada autovía del mármol, cuyo penúltimo tramo, de unos tres kilómetros entre El Cucador y la Concepción, se incluyó en los presupuestos de 2017. Manuel Chaves inauguró el primero en 2009. De los 80 kilómetros proyectados en su día (allá por 1985) se han abierto al tráfico 22, entre Fines y la variante de El Cucador.
La obra paliaría el déficit de comunicaciones (no sólo por carretera si no también por tren) que arrastra históricamente la provincia más oriental de España. Una reivindicación bien presente en Almería, que vuelve a escucharse con fuerza fuera de la provincia cada vez que llegan las elecciones.