Un activista de la región marroquí del Rif pide asilo en España tras abandonar una huelga de hambre en el CIE de Algeciras

El hombre de origen marroquí ingresado desde el pasado 7 de febrero en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras que llevaba mes y medio en huelga de hambre para denunciar su situación, y cuya petición de hospitalización habían solicitado tres asociaciones hace unos días, abandonó el pasado viernes la huelga y “se encuentra en un estado bueno de salud, ya camina sin ayuda y tiene mejor aspecto”, según fuentes de las mismas. El juzgado de control del CIE, el de Instrucción 1, pidió al médico forense que evaluara su situación y el lunes acordó que su vida no corría peligro y podía permanecer sin riesgo en el CIE. Pero M.B., de 38 años, ha presentado una solicitud de protección internacional (también llamada solicitud de asilo) dado que procede de la región del Rif y ha participado activamente en concentraciones en Málaga a favor de los magrebíes encarcelados allí.

“Ahora mismo no reúne condiciones para ser hospitalizado”, consideran tanto el médico que le ha visto como las asociaciones que pidieron su ingreso en un centro sanitario (Algeciras Acoge, APDHA y Claver). Su origen rifeño es motivo de asilo, añaden esas fuentes, que consideran que hay fundamento en su solicitud pese a que lleva 20 años en España porque, según demuestra, ha sido el promotor de manifestaciones contra el encarcelamiento de personas procedentes del Rif. M.B. cuenta con residencia en la ciudad de Málaga, donde regenta un negocio, y ha cumplido en su integridad pena privativa de libertad por delitos de falsificación de moneda y contra la salud pública, lo cual motivó el inicio de un expediente de expulsión por el artículo 57.2 de la Ley Orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, que dice que será causa de expulsión que un extranjero sea condenado a más de un año.

El interno denunciaba que no tuvo opción de recurrir el procedimiento de expulsión por infracción grave que inició la Policía Nacional de Málaga por estar en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, e incidía en que ya ha saldado su deuda con la Justicia con su doble estancia en prisión. En apenas ocho días vence el plazo máximo de estancia en el CIE (60 días), sin saber qué será de su futuro una vez se cumpla ese periodo y careciendo de contacto y cobertura familiar con su país de origen, Marruecos. “Es una situación compleja. Aunque está documentado que él promovió esas concentraciones en defensa del Rif, habría que ver cuándo recibió la petición de expulsión, si cuando estaba aún dentro de la cárcel o cuando ya había salido”, apuntan otras fuentes de las asociaciones, que esperan a su solicitud para decidir si representarlo en el proceso.

Movilizaciones por el Rif

M.B. comenta a este periódico que ha participado en concentraciones en Málaga, como promotor, para pedir la liberación de los “presos políticos” rifeños como el activista del Movimiento Popular Rifeño (Hirak), Nasser Zafzafi, detenido y condenado en mayo de 2017 a 20 años de prisión, así como otros encarcelados. Zafzafi lideró las manifestaciones en Alhucemas a finales del 2016 tras el asesinato de un vendedor ambulante de pescado y protagonizó también una huelga de hambre, hace un año, en la cárcel de Tánger 2.

Hasta el pasado viernes, desde su llegada al CIE M.B. había optado por no ingerir alimento alguno porque, según aseguró a este periódico, estar en el centro “es peor que la cárcel”. No tenía queja del trato recibido, y hablaba bien de la directora, pero sí comentó que en las viejas instalaciones, a expensas de la construcción del nuevo CIE, “hace frío, hay mucha humedad y es desagradable”. Ante la nueva situación diplomática entre España y Marruecos, se desconoce qué pasará finalmente con este interno. “La jurisprudencia dice que para ejecutar la expulsión habrá que valorar el arraigo en el país”, dijeron desde Algeciras Acoge, que apuntan que la nueva petición de asilo tiene “posibilidad” y que el interno lo pide “porque considera que lo merece”.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, viaja a Rabat este mismo viernes para reunirse con su homólogo y reactivar la normalidad de las relaciones. “En el orden del día que estamos perfilando está la normalización completa de las conexiones con España, incluidas las marítimas, y la Operación Paso del Estrecho que empezaremos a diseñar ese mismo día”, ha dicho Albares en su última comparecencia en el Congreso.