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La subasta hortofrutícola de Almería y el desabastecimiento en pequeños comercios de Granada, efectos del paro del transporte

Dos piquetes informan a los transportistas de la huelga en una imagen de archivo

Miguel Ángel Santiago / Álvaro López

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Se cumplen tres días desde que iniciara la huelga indefinida del sector del transporte el pasado lunes y ya se ha visto reflejada en la subasta hortofructícola de Almería que se resquebraja al haber poco género que distribuir. Esto tiene como consecuencia directa que los precios por kilogramo de las hortalizas caigan en picado y dejen muy poco margen de beneficio al productor. El parón está teniendo un efecto dominó, puesto que afecta a la exportación de las verduras y las plantaciones sufren de sobrecargas de fruto. Esto genera un estrés que se le añade a los que ya se tienen comúnmente en las fechas finales del cultivo, perjudicando a la calidad del fruto y a su incidencia en su valor.

Este parón ya ha hecho mella en Mercamadrid: solo se ha permitido la descarga del 50% de la mercancía habitual. Este punto de distribución de alimentos es uno de los principales de todo el país. Según ha informado EFE, las hortalizas y verduras son los productos más afectados, con un 60% menos respecto a la semana pasada. La Asociación de Empresarios del Sur de España (Cesur) ha lamentado que el desabastecimiento “ya se está haciendo notar en el sur de España” y ha advertido que “puede provocar, en breve, no solo el cierre temporal de empresas sino la ausencia de productos básicos para la población, y un incremento de los efectos inflacionistas sobre nuestra economía”.

Quien convoca esta huelga es la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera, en los que se encuadra aproximadamente un 85% de los camiones que circulan por las carreteras. Su presidente, Manuel Hernández, ha revelado en AgroRadio, una emisora almeriense especializada en agricultura, que representan a los autónomos y PYMES del sector y que “el 90% los apoyan”. 

No obstante, el paro no está avalado por el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC). Dulsé Díaz, secretario general de la patronal del sector, declaraba en la misma emisora que con “el parón de los camiones no se soluciona nada”. Y eso que el pasado mes de diciembre amenazaron con el cese de la actividad en los días clave de Navidad. Díaz considera que “no es el momento de secundar un paro de transportes, menos aún si este se convoca con carácter indefinido y sin objetivos claros de ningún tipo, porque solo servirá para desestabilizar aún más la complicada situación por la que atraviesa el sector”.

Las patronales del sector como CETM, Fenadismer o Astic, con representación en el comité nacional, que pactó con Transportes en diciembre pasado una serie de medidas para mejorar el sector, plasmadas en un real decreto-ley aprobado el pasado 1 de marzo, han exigido al Gobierno que actúe para paliar la descontrolada subida del precio de los combustibles. La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) ha solicitado al subdelegado de Gobierno, Manuel de la Fuente, que se garantice la “libre circulación de los productos hortofrutícolas”.

“Aun estando de acuerdo con las reivindicaciones que solicita este colectivo, hemos solicitado a la autoridad competente que tomen las medidas necesarias para asegurar el libre tránsito y el acceso de nuestros productos a los mercados nacionales y comunitarios en unos momentos tan críticos como los que estamos atravesando”, ha asegurado Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal.

Reivindicaciones

Una de las principales reivindicaciones de los convocantes es que se prohíba la contratación de los servicios de transporte por debajo de los costes de explotación, siendo la referencia el importe del coste y, de manera oficial, el Observatorio de Costes que publica el Ministerio de Transportes (con actualización mensual). Además, piden que se incluyan sanciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en caso de incumplimiento, limitar la intermediación en el contrato de Transporte a un solo contratista (estableciendo responsabilidad directa al cargador principal en caso de impago de los servicios al transportista) y un plazo de pago máximo a 30 días, unido también a un régimen sancionador por su incumplimiento.

Por su parte, el Ministerio de Transporte tiene previsto reunirse con CNTC, aun no siendo este uno de los convocantes. Deja de lado a Plataforma porque “no forma parte del CNTC, que además ha renovado recientemente su composición por un nuevo periodo de 4 años (2022-2025)”, indican fuentes del ministerio a este medio. Añaden que “en este proceso de renovación la Plataforma no ha presentado ni una sola empresa asociada y, por tanto, no dispone de ninguna representatividad en el nuevo CNTC (ni la ha obtenido nunca)”. Así que por ende, “la nueva composición del CNTC representa, por tanto, a la totalidad de las asociaciones del sector del transporte de mercancías por carretera”, explican.

Incidentes en las dos primeras noches de huelga

En el primer día de huelga, la Guardia Civil tuvo que intervenir y detener a un conductor de un camión que al llegar a la altura de un piquete informativo aceleró con el riesgo de atropello a las numerosas personas allí presentes, incluyendo a los propios agentes. En el momento de su detención, se despliega un dispositivo para evitar agresiones al conductor por parte de los piquetes y logran restablecer el orden público. El conductor temerario, tras las correspondientes pruebas, dio positivo en alcohol y droga. Asimismo, por delito contra la seguridad del tráfico, las diligencias junto al detenido se pusieron a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 en funciones de Guardia de El Ejido, acordando su libertad provisional. La Fiscalía le imputa la presunta comisión de un delito de atentado a la autoridad y otro de conducción bajo el efecto de drogas.

En la segunda noche de esta inactividad indefinida los piquetes detuvieron al tráfico en una rotonda clave que une los municipios de Vícar, La Mojonera y El Ejido. Cortaron la carretera con una barricada de fuego. “O paras el camión o te pinchamos las ruedas”, amenazaban los piquetes a los camioneros que se iban llegando a la zona. Uno de ellos le echó valor y puso en marcha su vehículo, haciendo que los piquetes cumplieran con sus amenazas. La Guardia Civil llegó poco después e intentó poner orden tomando declaración a los asaltados. “Estaba parado, sin hacer nada y me han pinchado las ruedas”, le dice un trabajador a su jefe por teléfono informándole de todo lo que acababa de pasar.

Granada empieza a agotar existencias

Granada, por su parte, está empezando a tener problemas de desabastecimiento en los pequeños comercios que no disponen de stock de productos perecederos. La provincia lleva tres días de paro muy intenso de los camioneros y ya se empieza a notar en algunos establecimientos. Los empresarios de Sierra Nevada, por ejemplo, tienen que bajar desde la estación de esquí hasta Mercagranada, desde donde se distribuyen estos productos, a recoger la mercancía y volver a subir en un recorrido que toma más de dos horas. Enrique de la Higuera, portavoz de la patronal en la montaña granadina, lamenta la situación: “Estamos teniendo que ir a comprar la fruta y la carne con nuestros vehículos privados, porque no podemos trabajar con lo que tenemos”.

“Esto al final pesa en el bolsillo de los de siempre. Nos está costando dinero tener que subir y bajar desde la estación, pagando gasolina”. Además, De la Higuera dice que, “de momento”, no hay problema de stock en cuanto a productos congelados o bebidas, porque las empresas distribuidoras siguen teniendo en sus almacenes, pero que también han de ir a por ellos ante la falta de transportistas.

Como los productos perecederos son los que se están viendo más afectados, las pequeñas fruterías y supermercados se organizan como pueden. Ese es el caso de José Enrique Salas, tendero de la Frutería Las Torres, situada en el barrio del Zaidín de Granada capital. El trabajador reconoce que tuvieron la precaución de comprar más fruta de la normal la pasada semana, “viendo que iba a haber huelga”. Sin embargo, el almacén se les está agotando y creen que les queda producto solo para “uno o dos días”.

A pesar de eso, tanto José Enrique como otros tantos pequeños comerciantes consultados, coinciden en que la huelga es “necesaria” porque “al final los que salimos perjudicados somos siempre los pequeños”. Es una queja común en el sector tachar de “traidoras” a las grandes cadenas de supermercado porque tienen “sus propios sistemas de abastecimiento a los que les da igual que haya un parón”. “Al final los que pringamos somos los autónomos”, lamenta José Enrique.

Un problema global

Pero no solo en Granada capital o en Sierra Nevada se están empezando a notar los problemas, según fuentes del sector empresarial de la provincia, la comarca de Loja está viviendo días complicados en cuanto a abastecimiento, hasta el punto de que los piquetes llevaron al límite la tensión este martes con quienes pretendían tener producto para poder vender. Al mismo tiempo, grandes empresas como Mercadona tampoco lo están teniendo del todo fácil ya que su planta de distribución de Guadix también está sufriendo los contratiempos que genera la huelga de transportistas.

Los problemas no acaban ahí. Juan Fernando Rodríguez, presidente de la Asociación de Agencias de Transporte de Granada denuncia que los paros están yendo a más y no se están respetando servicios esenciales. “Aquí el que llega el último es el que paga la factura”. Según cuenta, se está reteniendo todo tipo de mercancías en los puntos clave de la distribución, lo que está afectando incluso al reparto de medicamentos o productos de hospitales. “Entendemos y respetamos la huelga, porque nosotros también pagamos el precio del carburante, pero no creemos que sea el momento aprovecharse de una guerra y una pandemia que aún no ha acabado. Habría que respetar unos mínimos porque al final toda la actividad acaba afectada y no solo el que se compra una camiseta que puede esperar, sino quien teletrabaja y necesita, por ejemplo, tinta para su impresora”.

En definitiva, en el caso de Granada, el termómetro de la situación sigue instalado en Mercagranada. En este centro neurálgico de distribución de productos de la zona, la actividad continúa parada con la presencia de la Guardia Civil en su puerta para evitar altercados como los conatos de enfrentamientos que ha habido entre piquetes y algunos transportistas. Aunque este miércoles no se han producido encontronazos, lo cierto es que la actividad está completamente parada. Solo continúa por los vehículos privados que se acercan a comprar el producto que aún queda, pero que ya está escaseando. Los próximos días puede haber desabastecimiento generalizado si el panorama no cambia cuando los almacenes se vacíen.

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