Andalucía se asoma al abismo del cambio climático con temperaturas próximas a los 40 grados en abril
Nunca antes desde que se toman registros de temperatura de manera rigurosa se han medido valores cercanos a los 40 grados en Andalucía en el mes de abril. Hasta el momento, la máxima más elevada en dicho mes jamás registrada son los 35.4 °C del observatorio meteorológico de Sevilla el 30 de abril de 1997. Ese es, hasta ahora, el techo de calor mensual en la red principal de las estaciones meteorológicas andaluzas. En situaciones de normalidad climática, la superación de registros extremos debe hacerse por décimas, y sin embargo, lo que Andalucía va a vivir hasta finales de abril se escapa de toda lógica estadística.
Anomalías entre 12 a 15 grados por encima de lo normal
La irrupción de una intensa masa de aire cálida de origen norteafricano disparará las temperaturas en toda la región con valores que se situarán entre 12 a 15 grados por encima de los normales. La magnitud del evento, nunca antes registrado en estas fechas, hará que la mayoría de estaciones principales de la Comunidad batan sus récords mensuales, con diferencias que en muchos casos serán de varios grados respecto a los actuales.
Y es que aunque ya durante la tarde del martes 25 de abril caigan numerosos récords en numerosos observatorios del interior andaluz, éstos continuarán rebatiéndose, de manera continuada, hasta la jornada del jueves 27 de abril. Desde entonces las temperaturas experimentarán un ligero descenso, más acusado a partir de la jornada del sábado, gracias a la entrada de viento de poniente, que permitirá un descenso generalizado de entre 2 a 4 grados respecto a las temperaturas que se alcancen a mediados de semana.
Máximas próximas a los 40 grados en el valle del Guadalquivir
Entre las tardes del martes y el viernes, la mayor parte de los observatorios meteorológicos del interior del territorio podrán superar sus respectivos récords de abril. Destacan fundamentalmente los del valle del Guadalquivir, donde se concentrarán los valores más elevados de todo el episodio en todo el territorio peninsular. Aquí las máximas podrán rozar los 40 grados durante la tarde del jueves 27, y en menor probabilidad también durante la tarde del viernes 28. De ocurrir, capitales como Córdoba o Sevilla, y otras localidades de la vega como Andújar, Palma del Río, Montoro, Écija, o Utrera, llegarán a valores de entre 38 y 39 grados en las horas centrales de la tarde.
De hecho, es precisamente en estas zonas donde la Agencia Estatal de Meteorología ha emitido los primeros avisos por calor de todo el año 2023. Se convierten además en los primeros en ser emitidos en Andalucía en pleno mes de abril desde que se pusiese en marcha el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteoalerta) en junio de 2006. Un hecho de excepción que se une a la ristra de hitos y efemérides que va a dejar el extraordinario episodio de calor.
Récords mensuales con más de cuatro grados de diferencia
La excepcionalidad, además, vendrá no sólo por la superación de valores extremos. Lo hará además por el amplio margen con el que lo hará. Así, récords para abril como los 34 °C de Córdoba, o los 35.4 °C de Sevilla, quedarán fulminados con registros que apuntan a quedar entre cuatro a cinco grados por encima. Algo que de manera similar podrá ocurrir en otros puntos del territorio, donde récords actuales como los 32.7 °C de Granada o los 33.6 °C de Jerez de la Frontera, quedarán eclipsados por los 36 a 37 grados previstos para las tardes del jueves 27 y el viernes 28 de abril.
Sin embargo, puede que el valor más significativo se alcance el próximo domingo. Con el cierre del mes, habrá terminado uno de los abriles más calurosos, si no el que más, desde que existen registros en términos generales. Y es que el episodio de altas temperaturas de la última semana se une a un mes que ha encadenado registros muy por encima de lo normal de manera ininterrumpida. La temperatura media de las máximas apunta a situarse más de dos grados por encima de los récords anteriores en la mayor parte de estaciones meteorológicas del interior andaluz, un hecho insólito y que resulta difícil de explicar sin un contexto de anormalidad climática como el actual.
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