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La dimisión de Fran Hervías debilita la posición del alcalde de Granada dentro de Ciudadanos

La renuncia de Hervías abre un futuro incierto para Luis Salvador

Álvaro López

Como en un castillo de naipes, en Ciudadanos siguen cayendo las cartas. La última, la del secretario de organización, Fran Hervías, cuya dimisión abre una situación inédita en la formación naranja en la provincia de Granada. Por primera vez desde que Cs montara su estructura granadina, uno de sus ideólogos y hoy alcalde de Granada, Luis Salvador, se queda solo en el puesto de mando. Una situación que avanza que habrá cambios en los próximos meses dado que la renuncia de Hervías abre un cisma local que debilita al primer edil.

La marcha de Hervías, forzada por las presiones internas tras la debacle electoral, señala un camino de difícil tránsito para Luis Salvador. Alcalde con apenas tres concejales más y apoyado en un Partido Popular que no descarta dejarle caer, su posición en Ciudadanos ha ido perdiendo peso en los últimos tiempos. Especialmente desde que su buena relación con Hervías saltara por los aires. Fuentes internas del partido señalan que Luis Salvador y Fran Hervías se enemistaron poco antes de los primeros comicios generales de abril y que aquel desencuentro fue la consecuencia de meses de desgaste en los que las decisiones personales del hoy alcalde de Granada desgastaron la confianza que la cúpula nacional de Ciudadanos tenía puesta en él.

Hervías como catalizador

Al ya ex secretario de organización de Ciudadanos se le ha reconocido su capacidad para achicar aguas y cerrar los grifos abiertos cada vez que un problema ha afectado al seno interno de la formación. Y aunque su relación con Luis Salvador se había ido deteriorando con el paso del tiempo, lo cierto es que era el último clavo al que agarrarse que le quedaba al alcalde de Granada para seguir ejerciendo como líder de los naranjas granadinos. No en vano, Hervías fue pieza fundamental del acuerdo de investidura que permitió que Salvador sea hoy el primer edil. Él la negoció con Teodoro García Egea, secretario general del Partido Popular. 

Aquel fue el último regalo. En Cs tienen claro que aquella operación se gestó como una ecuación de aritmética política y no como un favor de Hervías a Salvador. El Partido Popular y Ciudadanos se repartieron, desde Madrid, sillones del Ayuntamiento de Jaén, del de Granada y de la Diputación de Málaga y en los cálculos entraba, por pura lógica, el regidor granadino. Así lo sostienen fuentes internas de Ciudadanos que creen que entonces tuvo lugar el último acercamiento entre Hervías y Salvador.

De hecho, en esta relación de fuerzas que han protagonizado ambos en el último año, los apoyos que cada uno tenía han ido oscilando de un lado a otro. Si Luis Salvador conservaba un reducto de fieles importante, su alejamiento de Hervías provocó que muchos de ellos acabaran por acercarse más al entonces secretario de organización. Un trasvase de apoyos que también delata la debilidad de Salvador dentro de su propio partido, donde los seguidores de Hervías tendrán ahora que decidir si cierran filas en torno al alcalde de Granada o se acercan a la futura cúpula nacional que parece destinada a encabezar Inés Arrimadas, en prevención de lo que pueda pasar.

Juan Marín aparece en escena

Lo que pueda ocurrir a partir de ahora con Luis Salvador tendrá mucho que ver con lo que pase con la Alcaldía. Si el Partido Popular y su líder local granadino, Sebastián Pérez, tratan de dejar caer el Gobierno en el que están como coalición, Salvador no tendrá más vía de escape. Reducidas sus opciones tras ser apartado de las listas al Congreso -llegó a ser diputado entre 2015 y 2019-, sus aspiraciones andaluzas quedaron en fuegos de artificio. Aunque los críticos con el líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, hicieron una intentona para que Luis Salvador le discutiese el liderazgo, aquello no sólo no cuajó, sino que le granjeó la enemistad con el que es también vicepresidente de la Junta.

Aunque se han dejado ver juntos de cara a la galería, las fuentes consultadas aseguran que Marín llegó a advertir a Luis Salvador para que este se mantuviese en un perfil más bajo si no quería ver rota cualquier aspiración política. Por lo que el pasado reciente no invita al optimismo para el alcalde de Granada que debe medir sus pasos ahora que Marín controla los suyos directamente tras la renuncia de Hervías.

En lo que coinciden todos en Ciudadanos es en que Juan Marín va a tener “mucho peso” en la próxima estructura andaluza que salga de la Ejecutiva nacional del partido. Una ecuación en la que se incluye Granada y en la que Luis Salvador parte con una posición debilitada. Su futuro político dependerá de su capacidad para sobrevivir en la Alcaldía, pues es el puesto que, hoy por hoy, le permite seguir siendo un nombre relevante en su partido, aunque la disputa interna apunte en sentido contrario.

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