Málaga: unas doscientas personas claman contra la sentencia de la violación grupal de Manresa: “Y si voy borracha, ¿qué?”
“Es una sentencia injustísima e inhumana, que no ha tenido en cuenta que la víctima no podía decir que no. Se escudan en que están aplicando la ley, pero también está la insensibilidad e inhumanidad al dictar una sentencia así sobre una niña de 14 años”. Quien dice esto es Mari Nieves Gómez, una mujer que rondará los sesenta años de edad, pero decenas de mujeres y hombres a su alrededor comparten su opinión: la sentencia que condena por abuso sexual, y no por agresión, a los cinco jóvenes que violaron por turnos a una chica inconsciente en Manresa (Barcelona) aplica de forma insensible un Código Penal que está obsoleto. “Y si voy borracha, ¿qué? No me toques”, se leía en una pancarta.
“Los jueces no tienen ni idea de la perspectiva de género y les falta empatía porque han sido criados en una sociedad patriarcal. Hay que cambiar esa perspectiva”, añade Gómez, que cree que caben distintas interpretaciones en la ley. “Si esto le pasa a la hija o la hermana del juez, estoy segura de que hubiese dictado otra sentencia”, tercia Pepi Sierra.
Ambas son integrantes de la Federación Ágora, una de las entidades convocantes en Málaga. Más de 40 ciudades acogieron este miércoles concentraciones similares. Unas doscientas personas, según cifras extraoficiales de la Policía, se concentraron este lunes en la capital de la costa del Sol para expresar su rechazo por la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona y conocida la semana pasada.
Lo hicieron en un punto inusual, la calle Larios, en lugar de la Plaza de la Constitución, porque esta había sido reservada para la campaña electoral. Sin embargo, no hubo ningún mitin, lo que demostraría que la violencia machista sigue ocupando un lugar secundario en el orden de prioridades, según algunas manifestantes.
“Hay un sesgo machista en la justicia”
María Amador es una joven que cree que la sentencia demuestra que hay machismo institucional. “Hay un sesgo machista en la justicia”, señala. Por eso, cree que la solución requiere de dos pilares: más educación y una reforma legal.
Por su parte, José Luis Pezzi cree que la igualdad legal es “un mito”. “Los jueces son personas y son falibles, y los precedentes tiran hacia lo masculino”, lamenta. Él cree que es necesario un cambio en el planteamiento de “cómo se aplican las leyes”. “Esto nos afecta a todos como sociedad”, añade.
Detrás de una gran pancarta, Isabel Morón e Irene Barba, dos mujeres de 24 y 23 años, resumen así la situación: “Los jueces y fiscales creen que cinco hombres que violan a una niña de 14 años no cometen violación”. “Aparte de que haya que modificar la ley, el problema es que no hay conciencia de que eso sea una violación”, denuncia Morón, para quien falta “sensibilidad” y “mano dura” con el castigo de estas conductas.
“Jueces y fiscales también son culpables”
Desde las masivas manifestaciones del 8 de marzo de 2018, el feminismo en Málaga ha salido a la calle cada vez con mayor frecuencia. Hay muchas camisetas moradas porque se han preparado para cada manifestación. Lo mismo pasa con los carteles, que siguen sirviendo para cada crimen machista. Cada poco, hay un nuevo motivo para sacarlos del armario.
Hay violaciones, cada vez más: 21 agresiones sexuales en la provincia de Málaga de enero a junio de 2019, por 19 en el primer semestre de 2018, según los datos del balance de criminalidad del Ministerio del Interior. Hay otros delitos contra la libertad y la indemnidad sexual, 238. Y hay asesinatos: cuatro mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en Málaga en lo que va de 2019.
Por eso, suenan ya muy conocidos esos lemas que, tristemente, se repiten a cada vez. Los han repetido cuando se conocieron las sentencias contra la Manada, cada 8M o después de este verano, especialmente doloroso. “Si tocan a una nos tocan a todas”. “Basta ya de justicia patriarcal”. “Tranquila, hermana, aquí está tu manada”. “Jueces y fiscales también son culpables”. “Quiero ser libre y no valiente”. “No es abuso, es violación”