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Ocho pasos atrás en la igualdad en 2013

Miguel Ángel Parra

“Retroceso”. “Involución”. “Año negro”. Son algunas de las palabras que se escuchan al preguntar por cómo ha ido el año 2013 en materia de Igualdad. Los motivos económicos y la sempiterna crisis se lanzan una vez más como argumentos, en algunos casos insostenibles. Pero la realidad es que España ha pasado a ocupar el puesto número 30 del ranking de igualdad de género elaborado por el Foro Económico Mundial, cuando hace tan sólo seis años estaba en la posición número 10.

Las políticas sociales puestas en marcha por el Gobierno central parecen no contentar a colectivos feministas, sindicatos y administraciones como la andaluza, que alertan de una vuelta atrás de 30 años en aspectos clave como el aborto, el acceso de la mujer al mercado laboral, las ayudas sociales, la integración o la lucha contra la violencia de género. Para muchos es un paso atrás.

1. Políticas de Igualdad: La posición en el ranking internacional del Foro Económico Mundial podría considerarse el primer paso atrás. Silvia Oñate, directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), asegura: “Hemos pasado de ser un referente a tener una realidad con muchos ejemplos de retroceso. Si no pedaleamos, esto se para”. “Las políticas de igualdad deben llevarse a todos los ámbitos y deben estar dotadas económicamente, pero el Gobierno central les ha metido la tijera”, insiste Oñate.

En el Partido Popular no tienen en absoluto esa percepción: “En 2013 no ha habido retrocesos en el campo de la Igualdad”, asegura contundente Ana Mestre, portavoz popular del área en el Parlamento de Andalucía.

2. Aborto: La reforma de la ley de interrupción del embarazo auspiciada por el ministro Alberto Ruiz Gallardón, supone volver a la legislación de 1985. La Ley de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada sitúa a España a la cola de la UE en este asunto al considerar delito interrumpir el embarazo en las primeras 14 semanas excepto en sólo dos supuestos: violación y “grave peligro para la vida o la salud física o psíquica” de la mujer, algo que tendrán que acreditar dos médicos. Para la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, las mujeres comienzan 2014 “de la peor manera” por la “amenaza de recorte de sus derechos y libertades”. Desde la Junta, se considera “una ley retrógrada, que no responde a una demanda social, y un ataque sin precedentes a la libertad individual de la mujer y al derecho a decidir”. “La ley de 2010 no hizo que aumentaran los abortos, de hecho, en algunas regiones, descendieron”, añade Oñate, que recuerda que la nueva ley incumple muchas de las recomendaciones de la OMS en materia de Interrupción Voluntaria del embarazo.

Aunque han surgido bastantes voces discordantes incluso dentro del PP, su postura es clara. “No considero que se haya dado un paso atrás. Esta ley, que estaba en nuestro programa electoral, se va a adaptar a las necesidades reales de la mujer”, señala Mestre, que insiste en que hay que respetar los criterios de cada uno en un tema “tan personal y sensible”.

3. Ley Wert: La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada en solitario por el Partido Popular, ha contado con el rechazo, no sólo de todos los partidos de la oposición (sólo UPN se abstuvo) y de algunas comunidades autónomas, sino que ha disgustado (y echado a las calles en dos huelgas generales) a padres, alumnos y profesores. La polémica ley impulsada por el ministro Wert ha sido criticada por haberse aprobado sin consenso y ha sido calificada de “privatizadora”, “segregadora” o “adoctrinadora”.

La norma, que respalda las subvenciones para los colegios que separan por sexo, suprime además la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la única en todo el itinerario formativo que abordaba la violencia de género, si bien el Gobierno ha anunciado que está estudiando cómo solucionar este punto. Para Oñate, del IAM, “esta ley, con una marcada influencia religiosa, fomenta una educación segregada que vulnera el principio de igualdad y de no discriminación”. El PP ha hecho piña en torno a esta polémica ley y asegura que promueve “la calidad, la igualdad de oportunidades y el empleo”.

4. Violencia de género: 2013 dejó muy mal parada la lucha contra la que posiblemente sea la manifestación más dura de la desigualdad: los malos tratos. Los recortes en las partidas contra la violencia machista han caído como un jarro de agua fría entre colectivos, asociaciones de mujeres, ONGs e instituciones. La partida para prevención de la violencia machista en los Presupuestos Generales del Estado de 2014 será de 21.854.420 euros, un 1,45% menos que en 2013 y un 28% menos que en 2011. “Hemos sufrido un parón importante”, asegura Encarnación Aguilar, directora general de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas de Andalucía. Y añade: “Hemos creado un sistema de protección cuyos pilares han sido dilapidados y hemos vuelto 30 años atrás”.

Desde el PP, Ana Mestre niega que se hayan reducido las partidas destinadas a sensibilización y concienciación y asegura que la lucha contra la violencia de género es “un compromiso claro y notorio del Gobierno central”. “No se puede hablar de retroceso porque existe la Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género contra la Mujer 2013-1016 con un presupuesto de 1.500 millones de euros”, afirma. Mestre reconoce que “los partidos somos incapaces de hacer una política conjunta” y señala que “hay que tener altura de miras”: “Este asunto debe ser cuestión de Estado”, concluye.

5. Sanidad: Varias de las medidas adoptadas por la ministra Ana Mato han contado con el rechazo frontal de numerosos colectivos y partidos políticos. Impedir el acceso de mujeres solteras y lesbianas a la reproducción asistida argumentando que “la falta de varón no es un problema médico” ha sido uno de los ‘hitos’ del año para la ministra. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha calificado el 2013 de “desastroso” en materia sanitaria.

6. Empleo: El paro se cebará especialmente con las mujeres (el año pasado acabó con 2.406.626 mujeres en paro frente a 2.294.712 varones), y la última reforma laboral no parece haber ayudado a equilibrar la balanza en 2013. “Esta reforma afecta de forma cruenta a la mujer al impulsar jornadas a tiempo parcial, algo que redunda en el desarrollo profesional, el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad y, obviamente, a la conciliación familiar”, asegura Oñate, que destaca que, “especialmente injusta es la brecha salarial, pues la mujer cobra hasta un 16% menos que el hombre por el mismo trabajo”.

Para el sindicato UGT, la reforma laboral ha supuesto “un retroceso en las condiciones laborales de las mujeres y un aumento de las discriminaciones. Son medidas de regresión abusiva que condenan a las mujeres a mayor desempleo, mayor precariedad y menor protección social”.

Desde el PP, Mestre reconoce que el paro “ataca mucho más al sector femenino” y que se han destruido muchos empleos que, en gran parte, desempeñaban las mujeres, “pero esto no es culpa de Rajoy. Hay importantes partidas destinadas a fomentar el empleo femenino en algunas comunidades autónomas, como Andalucía, que no se ejecutan”. El PP destaca que la reforma laboral ha flexibilizado el mercado y se remite a los últimos datos. “El paro está bajando de manera generalizada y esto beneficiará a la mujer”, dice Mestre.

7. Reforma de la Administración Local: Aquí el debate se centra, sobre todo, en la posible desaparición de algunos de los recursos establecidos para la atención primaria de la mujer en materia de igualdad. El PP llama a la calma: “Los Centros municipales de Información de la Mujer no van a desaparecer. Los mantienen las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y su servicio no está en peligro porque lo respalda el Gobierno si las comunidades autónomas no pagaran”, asegura Ana Mestre. Esto es lo que esperan los colectivos feministas e instituciones como los Institutos de la Mujer, que consideran que en políticas de Igualdad, la cercanía es básica pues a estos centros es adonde la mujer acude en busca de asesoramiento y orientación en primera instancia. “Su desaparición supondría una merma de los derechos para ellas”, dice Silvia Oñate.

8. Dependencia: La Ley de Dependencia puesta en marcha por el Gobierno de Zapatero colocaba a la mujer, principal encargada de mayores y dependientes, en el escenario laboral, en un ámbito público, con un reconocimiento salarial y laboral. Pero la paralización de estas ayudas las devolvió al ámbito privado y las privó de algunos derechos adquiridos. Además, los cuidadores no profesionales se redujeron de forma drástica después de que el Gobierno les invitara a pagar la cotización a la Seguridad Social de su bolsillo. “Esa ley devolvía la dignidad a la mujer que desempeña las tareas de ayuda. El intento del Gobierno central de eliminar esta ley hace que se pierdan los puestos de trabajo creados con ella”, destaca Silvia Oñate, del IAM. Sin embargo, Mestre (PP) asegura que “no hay un menoscabo en la situación de la mujer” y critica que algunas comunidades autónomas, como Andalucía, estén revisando algunas de las ayudas y estén recortando en políticas sanitarias, incluidas las de dependencia. Sin embargo, las aportaciones del Gobierno de la Nación se han reducido a la mitad con respecto a lo que invertía cuando se aprobó en 2007.

Acuerdo: hace falta mejorar la corresponsabilidad de los hombres

En lo que parece que no se ha avanzado durante 2013 es en el papel de los hombres. “No puede haber igualdad ni conciliación familiar si los hombres no se incorporan a la corresponsabilidad.”, afirma Silvia Oñate, del IAM. Desde el PP se insiste en que “necesitamos que nos acompañen los hombres. Es una lucha de todos y pasa por que los hombres estén sensibilizados para conseguir la igualdad plena, de derecho y también de oportunidades a la hora de acceder a un trabajo, a la educación…”. Es lo único en lo que unos y otros parecen estar de acuerdo.

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