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Los técnicos se encuentran con nuevas dificultades en el túnel construido para rescatar a Julen

Surgen dificultades en el encamisado del túnel vertical para rescatar a Julen

Néstor Cenizo

Los técnicos trabajan en resolver las nuevas complicaciones detectadas en la operación de encamisado o entubado del túnel vertical que se ha perforado paralelo al que se encuentra Julen, el niño de dos años que cayó hace diez días en un pozo de más de 100 metros de profundidad en Totalán (Málaga). Así, tras detectarse un saliente en los últimos metros del túnel vertical y con el objetivo de acelerar el proceso, los técnicos trabajan directamente sobre el entubado rebajando el diámetro en el tramo final del cilindro, que tiene que apoyarse sobre el fondo de esa citada galería, según han precisado desde la Subdelegación del Gobierno.

El martes fue un día difícil en Totalán. Durante la noche del lunes se pudo dar por finalizada la perforación del túnel vertical paralelo al pozo en el que se encontraría Julen, lo que dio paso a la siguiente tarea: encamisar el pozo para que los mineros que excavaran manualmente la galería horizontal lo hicieran con unas condiciones mínimas de seguridad. Sin embargo, a las seis y media de la madrugada del lunes al martes apareció el problema que, en la noche del martes, aún no está resuelto: unas irregularidades que obturan el paso de los tubos de encamisado a una cota de menos 40 metros, con veinte metros por cubrir.

Es necesario ahora ensanchar ligeramente el túnel, para lo cual la perforadora vuelve a trabajar en Totalán. Se trata de limar esas irregularidades, o “volver a perforar y reperfilar”, según ha explicado este martes Ángel García Vidal, el ingeniero que coordina el operativo. Según García Vidal, se trata de una operación habitual en este tipo de perforaciones y con esta tipología de materiales, y que se realiza normalmente antes de intentar encamisar (o entubar) por primera vez. Pero como el tiempo juega un papel clave, en esta ocasión se ha intentado entubar inmediatamente. No se ha conseguido.

Durante el martes han vuelto a verse las palas y los camiones. Los técnicos han optado por la solución “más segura”: rellenar el pozo de material blando y horadar otra vez. A mediodía del martes se podía ver al pie del cerro el inmenso tubo, extraído nuevamente del túnel paralelo para que la perforadora vuelva a hacer su trabajo.

Por la noche, la perforadora seguía eliminando “discontinuidades”, para completar el encamisado de 60 metros, más otros 12 adicionales, que permita realizar un relleno de tierra y elevar nuevamente la plataforma, con el fin de conseguir una mayor seguridad de los mineros de Hunosa que descenderán el túnel. 

Con todo, el equipo de rescate transmite que mantiene el ánimo. “Sentimos que cada vez estamos más cerca de Julen. Seguiremos apostando por la solución que ideamos y que se diseñó al principio y esperemos que dé sus frutos muy pronto”, señaló Ángel García Vidal para concluir su comparecencia, esta vez sin preguntas.

“Una situación extrema e inédita”

Antes, el delegado del Gobierno Alfonso Rodríguez Gómez de Celis había resaltado las dificultades del trabajo al que hacen frente, desde el pasado domingo, los técnicos, operarios, bomberos y demás personal que trabaja para rescatar al pequeño Julen Rosello. Lo ha hecho en un día complicado, en el que se ha frustrado el avance que ayer ya se creía asegurado.

Se trata de una situación “inédita y extrema”, insistió el delegado. Por lo complicado del terreno (lo que ha obligado a abrir nuevos caminos para que las máquinas accedan), por la altura del pozo (“dimensiones similares a la Giralda”, dijo Gómez de Celis) y por la urgencia de llegar al niño lo antes posible “sin generarle ningún daño añadido”.

Desde que comenzaron las labores de rescate, o la “obra de ingeniería civil”, se han movido 40.000 toneladas de tierra y roca. En unos días, a una montaña la han cortado por la mitad. El material del que están hechas estas montañas tan cercanas al mar alterna vetas muy poco uniformes, “lo que añade una dificultad más a su dureza”.

Gómez de Celis ha insistido en que no ha faltado ningún recurso técnico o humano, y ha destacado las condiciones de presión bajo las que trabajan todos los que están en la montaña. “Es suficientemente dura para que le añadamos alguna más”, ha señalado. “Todo el mundo intenta llegar a Julen lo antes posible, en una situación extrema e inédita”.

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