El joven que murió desnutrido en un albergue de Sevilla debió ser hospitalizado, según los forenses
El joven de nacionalidad polaca Piotr Piskozub que murió en un albergue municipal de Sevilla pocas horas después de haber sido dado de alta por el Hospital Virgen del Rocío con síntomas de malnutrición debió ser hospitalizado y recibir un tratamiento acorde con sus síntomas. Pese a que la causa de la muerte fue una bronconeumonía, el informe definitivo de autopsia elevado al Juzgado de Instrucción número 5 señlala que un estudio más detallado de su estado “hubiera permitido llegar al diagnóstico de la patología asociada a la desnutrición”.
El joven fue atendido a las 00.58h del pasado 2 de octubre y dado de alta a las 02.06h con un diagnóstico de “problemática social”, según se recuerda en este informe con las conclusiones definitivas de la Autopsia, notificado este martes a las partes y al que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia. A las 14.21h del mismo día murió en un albergue municipal mientras esperaba la cola para comer. Los forenses señalan que “según la Organización Mundial de la Salud, un estado de desnutrición severo” como el del joven es “indicativo de hospitalización, tratamiento de malnutrición, realización de pruebas diagnósticas para la detección de enfermedades de base --al menos hemograma, bioquímica y radiografía de tórax-- y tratamiento de las mismas”.
Según informa en un comunicado la Cooperativa Jarsia Abogados, que ejerce la acusación particular en nombre de la madre y el hermano del fallecido, el informe “ratifica las tesis de la acusación al determinar que no se cumplió con las normas preceptivas de la OMS” en el sentido de que “debió ser ingresado de manera preceptiva e inmediata”.
Según añaden, “se ha producido una grave negligencia médica de los servicios públicos de salud en Andalucía”, por lo que ha anunciado que solicitará la imputación de los médicos que le atendieron y la testifical de la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, y del gerente del hospital. “Si hubiese sido ingresado, se habría podido diagnosticar y tratar las patologías por las que falleció horas después (neumonía y tuberculosis), incluso entendemos se podría haber salvado su vida”.
Los abogados de la familia de la víctima atribuyen el devenir de los hechos “a una mala praxis que no sabemos si es general debido a la ineficiencia de los protocolos, a los recortes en salud o en particular de los médicos que le atendieron”. De cualquier forma consideran “indignante el alta médica de una persona enferma con síntomas de desnutrición, en el que únicamente se le deriva a servicios sociales”. “Y más indignante que el SAS no reconozca su error y haga todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir”, concluyen.
Por todo ello entienden que existen “indicios” de un presunto delito de omisión del deber de socorro e incluso de un delito de homicidio por imprudencia“ por lo solicitará la imputación de los médicos que le atendieron y la testifical del gerente del hospital y de la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio.