David Sancho: un talento emergente que transforma la despoblación en arte gráfico

David Sancho, ilustrador y animador, ha sido galardonado con el XVII Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Salamandra Graphic por su novela gráfica Barbecho. Originario de Teruel, Sancho tiene raíces en Pancrudo, el pueblo de donde provienen sus padres. Sobre esta obra, el autor explica cómo“intenta compactar todo lo que quiero explicar sobre lo que se pierde con la despoblación”.

El protagonista de la novela es Emilio, un hombre mayor, último habitante de un pueblo que se niega a marcharse mientras revive los momentos más significativos de su vida. Mediante sus recuerdos el lector viaja a través de un siglo de historia de la España rural, repleta de costumbres y personas ahora olvidadas. Los dibujos y diálogos reflejan la dureza y dulzura de una tierra que, en su incompatibilidad con el mundo moderno, ha sido paulatinamente vaciada. La obra ha tenido muy buenas críticas, alabando su brillante aproximación al mundo rural combinando pasado y presente con una narrativa gráfica de gran elegancia y un cromatismo contundente.

El premio está dotado con 10.000 euros, y también incluye la edición, publicación y promoción de la novela. Está considerado como uno de los galardones más prestigiosos del ámbito del cómic y la novela gráfica tanto en España como a nivel internacional. En 2022 el premio lo ganó una zaragozana, Marina Velasco, con su obra 'Que no se olvide'.

Sancho ya ha presentado su novela en Barcelona y Zaragoza, aunque destaca que la más emotiva y numerosa fue la realizada en el Museo de Teruel el pasado 20 de diciembre. En esta ocasión, el autor estuvo acompañado por Ernesto Utrillas Valero, antiguo profesor de Sancho, y el director de la Escuela de Arte de Teruel. Durante el evento, hablaron sobre la obra, la conexión emocional del autor con la temática y el proceso creativo detrás de la novela. En enero tiene una nueva promoción en Cartagena y en febrero en Valencia, posiblemente haya más ciudades como Madrid más adelante.

En 'Barbecho', el pueblo carece de nombre para que cualquier lector pueda conectar con la historia. Aunque los personajes no están basados en personas reales, Sancho recopiló anécdotas, datos y vivencias de su entorno. Durante los dos años que trabajó en la obra, consultó a sus padres, entrevistó a personas mayores de su pueblo y buscó información en hemerotecas y revistas locales, como 'El Rincón del Abuelo'. También se apoyó en asociaciones culturales y testimonios para retratar prácticamente un siglo de la historia de España desde la perspectiva de un pequeño pueblo que experimenta los cambios y realidades a un ritmo distinto.

A sus 27 años, David Sancho ha demostrado una notable madurez artística y un gran talento. Se graduó en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, donde también se especializó en animación 2D.  Años después, cursó un máster en Cómic e Ilustración en la Universidad Elisava de Barcelona, donde su proyecto de fin de máster fue la maqueta de 'Barbecho'. Tras algunas modificaciones, presentó esta maqueta al Premio Internacional de Novela Gráfica, lo que le permitió desarrollar la obra por completo y lograr su publicación. No son muchos los artistas que consiguen vivir y hacer carrera profesional y David se considera afortunado de conseguirlo, “el sector es precario, pero muy gratificante. Es una carrera de fondo”.

Sin embargo, 'Barbecho' no ha sido su única obra publicada. En su faceta de animador, realizó el cortometraje 'La Historia' (2020), seleccionado en festivales nacionales e internacionales de animación. Como ilustrador, en 2022 llevó a cabo las ilustraciones de 'Ara', una obra de teatro de la dramaturga turolense Ana Torres centrada en la despoblación y el desarraigo, que ganó el Premio Mutis 2022. Además, creó y autoeditó un fanzine ilustrado sobre palabras aragonesas y realizó carteles promocionales y exposiciones para el festival de artes escénicas GAIRE, en Pancrudo.

La publicación de 'Barbecho' y el reconocimiento obtenido posicionan a Sancho como una voz emergente en el panorama de la novela gráfica española. Su obra ofrece una mirada introspectiva y crítica sobre la transformación y el abandono de las zonas rurales, pero va más allá: es también un retrato de la soledad, del crecimiento personal y del paso del tiempo. La historia conecta emocionalmente con el lector, algo que el propio Sancho subraya al afirmar: “Pensaba en la gente de aquí para que se sintiesen identificados, pero también en explicar a la gente de fuera lo que significa perder todo eso.”