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Aragón da el 'Bienvenido Mr. Marshall' a las granjas de servidores que generan poco empleo y consumen mucha electricidad y agua

Acceso a la granja de servidores de Amazon en Huesca

ElDiarioAragón

16 de diciembre de 2023 00:54 h

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De llegar a buen puerto los proyectos de granjas de servidores que las multinacionales Amazon y Microsoft tienen previsto instalar en Aragón, la comunidad contará en 2026 con diez macrocentros de datos. Ver una película en 'streaming', mantener una videoconferencia, almacenar el historial clínico, wasapear con el teléfono o descargar la factura de la luz son algunas de las muchas tareas que se pueden hacer en 'la nube', un universo etéreo que para ser infinito cada vez precisa de más centros de datos que alberguen la digitalización masiva que se está produciendo, especialmente en los dos últimos años. La nube también es un floreciente negocio para empresas que ofrecen este servicio, tales como Amazon, Google, Microsoft y Meta. Estados Unidos con gran diferencia es el país donde se han instalado el mayor número de centros de datos. España, que ocupa la octava posición, cuenta con 140 en 2023, según los datos de Statista.

En Aragón, los tres primeros centros de Amazon que ya están en servicio, uno en la plataforma logística de Huesca y dos en la provincia de Zaragoza (El Burgo de Ebro y Villanueva de Gállego), cumplen ahora su primer aniversario. Aunque las compañías de tecnología aragonesas consultadas ven la instalación de Amazon y Microsoft como una oportunidad, reconocen que por el momento la llegada de la mutinacional de Bezos no les ha beneficiado en su cuenta de resultados y que no se ha producido el efecto 'llamada' para la llegada de nuevas empresas del sector.

Amazon, como también hará Microsoft, se beneficia de los Planes de Interés General de Aragón (PIGA), que facilitan la tramitación administrativa que se realiza en pocos meses, mientras que por el cauce burocrático habitual podría durar dos años o más.  El efecto tractor para que lleguen otras empresas de tecnología y la creación de empleo suelen ser los argumentos de las multinacionales que los distintos gobiernos escuchan cuando se plantean este tipo de operaciones. La compañía de Redmond anunció la adquisición de unos terrenos en el Parque del Reciclado de Zaragoza para instalar su primera granja de servidores. Por estas parcelas desembolsará 24 millones de euros, de los cuales el gobierno aragonés destinará 20 millones a la sociedad que se crea para la edificación de la Romareda, el campo de fútbol donde jugará el Real Zaragoza y que según algunas estimaciones puede llegar a costar 240 millones de euros.

En cuanto a la creación de empleo, Amazon no facilita datos de los puestos que han generado sus nuevos centros de Huesca y Zaragoza, pero según las estimaciones del sector pueden ser en la actualidad alrededor de 150 empleos en los tres centros de datos. En la autorización ambiental del Gobierno de Aragón (junio 2020) para el centro de almacenamiento de datos que se ha instalado en el término municipal de Huesca, promovido por Amazon Data Services Spain SL, se especificaba que “está previsto que el régimen de funcionamiento del centro vaya aumentando con el avance de las fases de implementación hasta alcanzar un total de 60 trabajadores (30 por cada uno de los dos edificios) que se distribuirán en tres turnos de trabajo, durante 24 horas al día y 365 días al año”. Los dos edificios tienen una superficie construida de 46.088 m2. La primera fase está en marcha, pero para la segunda y tercera, Amazon prevé que se realizarán en un horizonte de cinco a diez años. La actividad en los aparcamientos del centro de Huesca durante el día es poco significativa y apenas se ven vehículos.

Centros de datos que pueden llegar a consumir más electricidad que la ciudad de Huesca

Los gigantes tecnológicos que se esfuerzan en controlar los centros de datos en todo el planeta mantienen una política de comunicación muy opaca. Mezclan cifras de costes de las obras y equipamientos informáticos e hinchan los puestos de trabajo que se generarán sin distinguir los temporales hasta la puesta en marcha y los que se precisan para mantener las instalaciones. Salvo unas pocas 'manos' (puestos in situ), la mayoría son trabajos en remoto que se pueden llevar a cabo desde Seattle, donde viven los empleados de las centrales de Microsoft y Amazon, o en San Francisco.

En el pasado mes de enero, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, presumía, en un evento realizado por El Mundo, de que su región sería en cinco años “la zona de Europa con mayor tráfico de datos: el centro europeo”. Díaz Ayuso esperaba captar 6.000 millones de euros de los principales actores de los centros de datos, que construirían grandes data centers y acercarían a la Comunidad de Madrid al pleno empleo. En octubre, según el mismo periódico, ese gran proyecto se encontraba en vía muerta por “la incapacidad de la red eléctrica para abastecer el gigantesco consumo energético”. Las grandes granjas de servidores requieren mucha electricidad. Las salas donde se alojan las máquinas precisan mucha refrigeración para mantenerse siempre a la misma temperatura y los técnicos temen que se puedan producir un calentamiento que afectaría a su funcionamiento. 

En Aragón, al parecer, no existe ese problema. El presidente Azcón repite el discurso de la presidenta madrileña y, en el acto celebrado la semana pasada en Zaragoza por el primer aniversario de AWS en Aragón, agradeció la apuesta por la empresa para convertir a la Comunidad en “el centro tecnológico más importante del sur de Europa”.

Los tres primeros centros de Amazon en Aragón tenían previsto un consumo anual de 740.000 MW/hora. En 2019 ya se anticipaba que Amazon se convertiría, cuando estuvieran operativas sus instalaciones, en el mayor consumidor de electricidad de Aragón: entre las tres instalaciones sumarían más megawatios más que la ciudad de Huesca (55.000 habitantes). La multinacional americana pronto dispondrá de cinco plantas de energía renovable en Aragón (cuatro de eólica y una de fotovoltaica), que en total podrán producir 254 MW.

Además de la electricidad, los centros de datos gastan mucha agua que emplean para refrigerar las salas de ordenadores. Solo en el centro de Huesca, según figura en la autorización ambiental, se estimaba un consumo teórico de agua total de “36.461 m³/año dividido en 35.000 m³/año para equipos de climatización, 1.460 m³/año para servicios sanitarios y limpieza y menos de 1 m³/año para los sistemas de protección contra incendios”. El agua llega al centro a través de la red del ayuntamiento oscense, que este año ha tenido algunos quebraderos de cabeza por la escasez que obligaron a la alcaldesa a emitir un bando a principios del pasado mes de octubre donde instaba a los oscenses y vecino de las localidades que se abastecen de los embalses de la ciudad a realizar un consumo responsable y moderado del agua potable. “Huesca se encuentra en estos momentos en el estado II: alerta, que significa que el Embalse de Vadiello tiene una capacidad inferior a 3 Hm3, (2,7Hm3) y que no hay una previsión de lluvias que permitan aumentar el almacenamiento de agua de consumo humano en los próximos 5 días”, decían desde el Ayuntamiento. No obstante, Amazon abrirá nuevas naves de servidores en el Parque Tecnológico Walqa, frente a su ubicación actual y con un suministro de agua que también depende de la red ayuntamiento oscense.

“Secreto comercial” para evitar dar información sobre consumos de agua y electricidad

Organizaciones como Greenpeace o Ecologistas en Acción ya han puesto el punto de mira sobre la sostenibilidad de este tipo de instalaciones. “Es un modelo colonialista. Aquí se les asegura que van a tener prioridad en suministros. Si el día de mañana hay un problema con el agua habrá que dársela a ellos. Se está hipotecando el futuro”, explica Paco Iturbe, de Ecologistas en Acción, quien cree que es un modelo muy arriesgado. “Por eso están aquí. En otros territorios comienzan a ponerles trabas. Los centros de datos necesitan que se desarrollen grandes parques energéticos que también impactan en el territorio. Las granjas electrónicas son un modelo perjudicial para el futuro de la Comunidad”.

María Prado, portavoz de Greenpeace, considera que “el peligro es que la demanda de estos centros se está disparando por todo el mundo y el consumo energético y el hídrico, que es el talón de Aquiles de todo este desarrollo, cuando estamos en un contexto de cambio climático que exige descarbonizar las economías y ser más eficiente en el uso del agua”. Prado, especialista en energía, ha detectado que “empiezan a producirse moratorias para las peticiones por la falta de sostenibilidad en los centros de datos porque hay una preocupación creciente en la población”.

La información sobre los centros de datos que ofrecen las compañías es escasa y la poca que facilitan recurren a las hipérboles. Preguntado Amazon Web Services (AWS) por eldiario.es sobre los consumos de agua y energía en Aragón de sus centros, la respuesta es una copia de la nota de prensa fechada en Seattle el 16 de noviembre de 2022 con motivo de la inauguración de las instalaciones donde, por ejemplo, decían que se crearían más de “1.300 puestos de trabajo a tiempo completo” sin especificar en qué parte del planeta. O que su inversión “planeada” era de 2.500 millones de euros y 1.800 millones de euros de aportación al PIB español a lo largo de 10 años, cuando la pregunta se refería únicamente a Aragón. Volvimos a preguntar a AWS por los datos de Aragón, pero no hemos recibido respuesta.

Un ejemplo de la opacidad de las compañías de la nube lo encontramos en el caso de una pequeña población de Estados Unidos. Tras treces meses de litigios judiciales el diario Oregon Live consiguió las cifras del consumo de agua del centro de datos que Google tiene en The Dalles, una población de Oregón de alrededor de 15.000 habitantes. Tras solicitar la información, Google demandó al diario para impedir la divulgación de la información, argumentando que el uso del agua por parte de Google era un “secreto comercial”. Google construyó su primer centro de datos en 2005. Desde entonces, según informan en The Oregonian/Oregon Live, ha recibido exenciones fiscales por valor de al menos 260 millones de dólares. Dan trabajo a alrededor de 200 empleados y, una vez finalizadas las exenciones de impuestos, desde 2022 Google paga alrededor de cinco millones anuales de impuestos al ayuntamiento, unas cifras importantes para una población pequeña. Los datos indican que el consumo de agua, en una localidad donde es un recurso cada vez más escaso, se triplicaron de 2017 a 2021. Se da la paradoja de que The Dalles está sufriendo una severa sequía desde hace unos años. Un vecino declaraba a The Oregonian el pasado mes de febrero que considera que “Google se ha convertido en un vampiro del agua”.

Para contrarrestar la información sobre el excesivo gasto de agua, Google publicó un listado con el consumo anual en 2021 de sus centros de datos y realizó una comparación con el agua que se emplea en los campos de golf. El resultado de las “estimaciones” es muy favorable a la multinacional: el agua que consumen en The Dalles es la misma que se emplea en 1,8 campos de golf. Pero las estimaciones no siempre se cumplen. El año pasado, en el mes de agosto los medios de comunicación holandeses informaron sobre el consumo de agua de refrigeración de Microsoft que anunció que en un centro se limitaría a entre 12 y 20 millones de litros y, en realidad, ascendió a 84 millones de litros. En Aragón, tienen previsto abrir nuevas granjas de datos en tres emplazamientos a partir de 2026. Habrá que confiar en que entonces lloverá más que en 2023, un año donde según la AEMT el 41% de España está en alerta o emergencia por la escasez de agua.

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