Así es el Observatorio de la Montaña de Aragón, una iniciativa pionera en la prevención de accidentes

Aragón quiere asumir un papel pionero en España en el estudio y prevención de los accidentes de montaña. El Gobierno de Aragón ha aprobado el decreto para la creación del Observatorio de la Montaña, una reiterada reivindicación de la Federación Aragonesa de Montañismo para reducir las cifras de siniestralidad. En lo que va de año han perdido la vida en este tipo de siniestros 19 personas, ocho en los meses de verano, y el objetivo perseguido por el Ejecutivo pasa por concienciar a las personas que salen a la naturaleza de que asuman las debidas precauciones.

Además, se pretenden impulsar las políticas de seguridad de la Comunidad en el medio natural en general y en la montaña en particular; analizar y valorar las causas de los accidentes que se derivan en Aragón de esta práctica deportiva o de cualquier otra actividad realizada en las montañas, cuevas y simas, así como establecer pautas y estrategias de prevención que puedan ser la base de un futuro plan autonómico de prevención de accidentes en el medio natural.

Así, se constituirá como un órgano colegiado de consulta, colaboración y participación sobre las políticas de seguridad en el medio natural y particularmente en la montaña. Estará formado por todas las administraciones, entidades y organizaciones que tienen algo que ver con la actividad montañera en todas sus variedades y estará presidido como responsable de Protección Civil por la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez.

Todos los miembros del Observatorio desempeñarán su cargo “a título honorífico”, sin que en ningún caso puedan recibir remuneración alguna por el desempeño de sus funciones. La creación de este órgano colegiado no tendrá ningún coste para las arcas públicas, ya que se enmarca en la actividad de la administración pública, adscrito orgánicamente al Departamento de Presidencia como competente en materia de protección civil.

Entre sus atribuciones figurará la recogida, explotación y análisis de datos, especialmente de tipo estadístico, relacionadas con la actividad de montaña y cavidades en el medio natural de Aragón. También, el análisis en profundidad de los datos de accidentes de montaña y cavidades en Aragón, así como otros datos de incidentes y accidentes a nivel estatal relacionados con las actividades de montañismo, escalada, esquí, barranquismo y espeleología, entre otras.

La nueva entidad se centrará, del mismo modo, en realizar estudios en materia de prevención de accidentes en el medio natural, proponer medidas para fomentar la mejora de la seguridad en la práctica deportiva y actividades en montaña de toda la ciudadanía, atendiendo especialmente a los colectivos más vulnerables, como menores de edad y personas mayores o en facilitar el intercambio de buenas prácticas en las actividades realizadas en las montañas de Aragón.

El Observatorio contará con la campaña “Montaña Segura” como la principal herramienta de sensibilización, comunicación y formación en materia de prevención de accidentes. Se trata de una campaña que, como continuación de la denominada inicialmente “Montañas para Vivirlas Seguro”, viene realizándose desde 1999 fruto de un convenio de colaboración entre Gobierno de Aragón, Aramón (la sociedad anónima que gestiona varias estaciones de esquí) y la Federación Aragonesa de Montañismo.

En un lapso más o menos prolongado en el tiempo, podría verse acompañado por un Observatorio nacional si prospera una iniciativa que apoyan todos los grupos del Congreso de los Diputados y que se presentó en comisión de Interior el pasado mes de mayo. Recibió 35 votos a favor y una sola abstención, de Bildu. Su sede se ubicaría en la subdelegación del Gobierno en la capital oscense o bien en Canfranc.

Huesca cuenta ya con las unidades de rescate de la Guardia Civil y estudios especializados en el Campus de la Universidad de Zaragoza en la capital oscense. El perfil de las personas rescatadas por la Guardia Civil de Montaña corresponde al de un varón de entre 19 y 40 años, no federado, que realiza la actividad sin un guía profesional (en más de del 90% de los casos) y que en más de la mitad de las ocasiones tiene el accidente por la sobreestimación de sus posibilidades.