La lengua aragonesa en “Uesca”, más allá de la retirada de los carteles: una nueva plataforma reclama su vigencia y protección
“Bienvenius Uesca. Ziudat bilingüe. Charramos aragonés”. Este mensaje, también traducido al castellano, ha dado la bienvenida durante el año a todos aquellos que acudían a la capital oscense por tres de sus accesos. Hasta el pasado 1 de octubre, fecha en que el Ayuntamiento los retiró para cumplir el acuerdo tomado por el pleno con los votos de PP, Ciudadanos y Vox. Los carteles, objeto de polémica durante todo este tiempo, han levantado adhesiones y ataques durante estos doce meses y, ahora, la recién constituida plataforma Charramos Aragonés reivindica su vuelta y la buena salud de esta lengua.
Piden que se restituyan los carteles “que proclaman nuestra pequeña y preciosa diversidad lingüística”. Más aún: “Queremos que haya todavía más medidas de visibilidad que ayuden a aceptarnos serenamente como somos, a preservar nuestro patrimonio lingüístico para toda la Humanidad y a mejorar la convivencia en el seno de una sociedad avanzada, respetuosa y diversa. Con ello no solo se cumplirán las leyes en Huesca; seremos una ciudad mejor y seremos mejores personas”.
La medida parte de una moción presentada por el Partido Popular en el pleno del pasado mes de septiembre que contó con el apoyo de 13 de los 25 concejales: populares, Ciudadanos y Vox. Una mayoría absoluta frente a los 12 que suman PSOE, en la alcaldía, y Con Huesca. Esta moción también contempla que se revoque el acuerdo por el que Huesca se declara “municipio incluido en la zona de utilización histórica de la lengua aragonesa”.
En la anterior legislatura, con el pacto de gobierno local entre los socialistas, Cambiar Huesca y Aragón Sí Puede, se puso especial énfasis en la protección y difusión de la lengua aragonesa. Además, se creó la Oficina de Lengua Aragonesa, cuyo futuro no esta aún definido. Durante la campaña electoral, Ana Alós (PP) aseguró que su primera medida en caso de ser elegida alcaldesa sería la retirada de estos carteles, algo que también aparecía en el programa electoral de Vox y que había sido un motivo recurrente de fricciones entre los grupos en los últimos meses.
Charramos Aragonés, que ha abierto un ‘change.org’ con más de 1.800 adhesiones hasta el momento, cree “una falsedad y una vergüenza” que estos carteles no tengan cabida en una “ciudad bilingüe” que “está orgullosa de ello y así se lo manifiesta a quienes la visitan dándoles la bienvenida”. Cifran en un millar los oscenses que hablan, además del castellano, “una lengua que no se habla en ninguna otra parte del mundo que no sea Aragón. Una lengua minoritaria a cuya protección y promoción está legalmente obligada España y todas sus administraciones públicas desde 2001 al firmar la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales”.
“Un patrimonio para los que lo hablan y para quien no”
La plataforma recuerda que así lo establece la Constitución Española (art. 3.3: “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.”); el Estatuto de Autonomía de Aragón (art. 7), la Ley 3/2013, de 9 de mayo, de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón o la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés.
Considera una “falsedad” negar “que existan esas personas en Huesca como comunidad lingüística que imprime carácter peculiar a nuestra ciudad. Personas que solo esperan de sus conciudadanos que no les discriminen por oír o leer su otra lengua, que convivan serenamente con su presencia y que la cuiden, la promuevan, le den visibilidad pública y cauces para expresarse dentro del respeto y la tolerancia propia de una sociedad plural y democrática”.
El aragonés es “un patrimonio para los que lo hablan y para quien no lo hace”, de ahí que en su manifiesto se diga que “la vergüenza es avergonzarse de su otra lengua patrimonial y, no conformándose con el desprecio, mantener su cerrazón haciendo ostentación de una ignorancia autoimpuesta e impuesta a los demás y decretando la exclusión de todo aquello que no se ajusta a un determinado modelo social y cultural asimilador y uniformador”.
El técnico de la Oficina de Lengua Aragonesa (OLA) del Ayuntamiento de Huesca, Chusé Raúl Usón, defendía que los carteles estaban “escritos perfectamente”, y lamentaba que el aragonés sea una lengua no estandarizada y que todavía no disponga de una grafía oficial. Entiende que exista “alguna asociación o alguna persona a la que no le guste esa grafía, pero la que nosotros usamos es la que aprueba el Gobierno de Aragón”. Asimismo, que Huesca aparezca sin la hache también está justificado: “Todas las propuestas gráficas que tiene el aragonés desde hace cuarenta o cincuenta años defienden la no escritura de la 'H' en la palabra Huesca”.