Los ecologistas denuncian la muerte de 310 aves electrocutadas hasta mayo en Aragón y urgen medidas
La Asociación Naturalista de Aragón (ANSAR) ha denunciado que hasta mayo han fallecido por electrocución 310 aves, que el pasado año fueron 574 y en 2021 se contabilizaron casi 500, según los datos oficiales del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Aragón, sin que se hayan adoptado medidas.
La asociación explica en un comunicado que el pasado 10 de octubre hallaron una cigüeña negra, especie muy rara en Aragón y considerada en peligro de extinción, colgada de un poste eléctrico de las Cinco Villas que, por la disposición de los cables, era casi seguro que había muerto electrocutada, y que en el mismo poste en octubre de 2022 habían aparecido tres ejemplares de cigüeña blanca muertas por la misma causa.
Para ANSAR es doloroso que este tipo de siniestros se vuelvan a repetir y que la “dejadez, inacción o la falta de escrúpulos” del propietario de la línea y de las administraciones responsables de la conservación de la biodiversidad y de la supervisión de líneas eléctricas siguen provocado muertes por no haber aislado el poste, aunque añade que deberían haberse aislado todos los postes de ese tendido en concreto, caracterizados como “peligrosos”, dice, por la disposición de los cables y los aisladores.
La asociación recuerda que la mayoría de las aves que mueren en los tendidos eléctricos son especies legalmente catalogadas, y protegidas por la ley, algunas en peligro de extinción, y que las más afectadas son las aves de mediano y gran tamaño como buitres, cigüeñas, águilas reales y culebreras, milanos, ratoneros o búhos reales, aunque en algunas circunstancias también se producen en aves pequeñas como el cernícalo.
Apunta además que en la Comarca de Cariñena, un solo poste de un tendido eléctrico ha causado la muerte de 17 aves rapaces, entre las que se encuentran ratonero, águila culebrera, búho real, milano real, milano negro y azor.
El colectivo alerta de que este año son 31= las aves contabilizadas que han muerto por esta causa hasta mayo y advierte de que pueden superarse cifras de años anteriores porque los tendidos eléctricos están proliferando con su instalación para los parques eólicos y solares, bombeos de regadío o granjas.
E inciden en que además las aves que se encuentran abatidas por electrocución son un pequeño porcentaje de las que realmente mueren, ya que muchos postes no se vigilan o son difícilmente accesibles y los cadáveres pueden ser depredados desapareciendo al cabo de un tiempo.
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