“Hay una dura verdad tras nuestro apetito por el bacon, las salchichas o el jamón”.
Así comienza el vídeo de la campaña #EndPigPain, que ha lanzado Eurogroup for Animals para exigir el fin de las crueles e innecesarias prácticas de las que son víctimas los lechones de las explotaciones ganaderas en toda Europa.
El objetivo específico de la campaña es recoger 1 millón de firmas de ciudadanos europeos para acabar con el recorte de rabos y dientes de 2.800 millones de crías de cerdo: a pesar de que estas prácticas están prohibidas por ley desde 2003, en la mayoría de países de la Unión Europea se siguen realizando, y suponen un enorme dolor para los pequeños lechones.
A nivel estatal, FAADA y ANDA, miembros en España de Eurogroup for Animals, piden a Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que exija el fin de estas prácticas a las explotaciones ganaderas que incumplen la ley, y que establezca una hoja de ruta para facilitar los cambios de manejo oportunos.
Asimismo, la campaña persigue el fin de la castración sin anestesia de los lechones machos, que siguen siendo sometidos a ese cruel procedimiento para evitar el olor desagradable de la carne al cocinarla. En España es habitual hacerlo también para la producción de jamón. Esta práctica es innecesaria, ya que existen métodos alternativos más humanitarios, tal y como han declarado la Federación Veterinaria Europea y la Declaración Europea para Alternativas a la Castración Quirúrgica. El sistema quirúrgico de castración practicado sin anestesia o paliativos del dolor es extremadamente doloroso, incluso cuando se practica en lechones de corta edad. Los cerdos se pueden criar enteros o se pueden vacunar contra el olor sexual.
Tanto FAADA como ANDA se han movilizado para conseguir el mayor número posible de firmas y para concienciar a la ciudadanía sobre la dura realidad de los animales explotados para el consumo humano.
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).
