Un clásico de Primera en Segunda
Real Zaragoza y Las Palmas se han enfrentado en la capital aragonesa en 30 ocasiones en la liga española, de las que 27 han sido en Primera División, dos en Segunda y una en la fase de ascenso en la temporada 1950-1951, que fue la primera vez en que midieron sus fuerzas.
La historia de los partidos entre zaragocistas y grancanarios en la capital aragonesa se centra en la máxima categoría del fútbol español donde han coincidido veintisiete veces, la última en la temporada 2001-2002 en la que los maños salieron vencedores (2-1).
Sin embargo las dos últimas visitas a Zaragoza de los isleños, que además son las únicas en Segunda División, se han producido en la primera década del siglo XXI con un triunfo para los visitantes (1-2) en la 2002-2003 en la que terminaron subiendo los zaragocistas, y la siguiente fue en la 2008-2009 con triunfo maño (2-0).
Además en la Copa del Rey, ambos equipos también se han cruzado en una ocasión en la que los maños superaron la eliminatoria en la temporada 1976-77 con triunfo local en La Romareda (1-0) y empate en el Insular canario.
En sus enfrentamientos en Primera División, la estadística es claramente favorable para los zaragocistas que se han impuesto en 19 ocasiones, por tan solo 3 empates y 5 triunfos de los grancanarios, lo que supone que los maños se han impuesto un 70,37 % de las veces.
Además el equipo aragonés en la máxima categoría presenta un promedio de 2,48 goles por partido por 0,96 de los isleños, con un total respectivamente de 67 y 26 tantos.
El equipo aragonés ha conseguido en dos ocasiones marcar seis goles a los grancanarios (6-0 y 6-2) en las temporadas 1951-52 y la 1959-60 y en cuatro ocasiones anotaron cuatro tantos, con dos veces reflejando el marcador final 4-0 y otras dos 4-1.
El resultado más repetido ha sido el 3-1 que se ha registrado en cuatro ocasiones, seguida por el 2-1 en tres, mientras que solo un partido ha finalizado sin goles en la temporada 1964-65.
De las cinco victorias de los isleños en Primera destaca que hasta tres veces marcaron tres goles, dos veces 2-3 y una 1-3, mientras que los otros triunfos fueron 0-1 y 1-2, este último el mismo que se registró la última vez que salieron victoriosos del estadio maño.
De nuevo ante la “peor afición que hay”
Por otro lado, el futbolista Antonio Galdeano poño', de la UD Las Palmas, volverá a jugar el próximo domingo en el estadio La Romareda -salvo contratiempo de última hora en los entrenamientos de esta semana-, y lo hará 337 después de descender a la Liga Adelante con su anterior club, el Real Zaragoza.
El centrocampista, de 30 años y con contrato en vigor hasta el próximo 30 de junio, es una pieza básica en los esquemas de Sergio Lobera, entrenador zaragozano del equipo canario. El malagueño ha disputado 22 partidos ligueros en los que ha visto siete tarjetas amarillas, una roja, y ha anotado un gol, de penalti.
Apoño volverá a jugar así ante la afición del Zaragoza, a la que hace solo dos meses, en una rueda de prensa que ofreció en la isla, calificó como “la peor que hay”, porque “no ayuda al jugador con sus pitos”, recordando su reciente etapa de año y medio en la capital del Ebro, que finalizó con el descenso del equipo aragonés.
El del próximo domingo también será un partido especial para su compañero de equipo y paisano Carlos Aranda. El exjugador zaragocista regresará a La Romareda, donde jugó durante doce meses.
El delantero andaluz, de 33 años, sí guarda un buen recuerdo de su paso por Zaragoza. De hecho, en su presentación como nuevo jugador de Las Palmas confesó que se arrepentía de haber dejado el conjunto aragonés para fichar por el Granada CF, su último destino antes de firmar hasta 2015 por los canarios.
El ariete del equipo amarillo dijo el pasado mes de septiembre que tomó “una decisión equivocada” cuando abandonó el Zaragoza para marcharse a vivir a una hora de su Málaga natal, “porque incluso no jugando -era suplente habitual de Helder Postiga-, era feliz por el vestuario y el ambiente de fútbol que había”.
Tras un inicio plagado de repetidas lesiones musculares, Aranda ha encontrado la regularidad y se ha convertido en el delantero centro titular del equipo. Ha disputado 18 partidos ligueros y, aunque solo ha anotado tres tantos, ha brillado en otra faceta: la de los pases de gol, con seis asistencias a sus compañeros.