Manolo Márquez dimite por “honestidad y dignidad” y porque se sentía “desubicado”
El técnico catalán Manolo Márquez ha explicado este martes que ha renunciado a su cargo como entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas por “honestidad y dignidad”, porque se sentía “desubicado”, ya que no ha logrado trasmitir a los jugadores lo que pretendía.
El ya extécnico del equipo canario, al que continuará ligado en el fútbol base de la entidad, ha asegurado que es una “dimisión en toda regla”, descartando que desde el club le hayan sugerido marcharse, así como que su decisión no tiene nada que ver con la derrota del pasado domingo ante el Leganés (0-2).
Tampoco siente que haya fracasado, ni considera que su marcha sea un acto de cobardía antes de visitar el próximo domingo al FC Barcelona, líder de LaLiga Santander, después de encajar cuatro derrotas en seis partidos y las dos últimas de forma consecutiva, aunque el equipo amarillo esté fuera de los puestos de descenso.
Márquez ha ofrecido en solitario la rueda de prensa para explicar los motivos de su marcha, sin estar arropado en la mesa por nadie del club; ni el presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez, su máximo valedor cuando fue nombrado entrenador del primer equipo, ni miembros de la dirección deportiva, quienes han seguido sus palabras desde la sala sin ofrecer el punto de vista oficial de la entidad.
El entrenador barcelonés ha insistido en que su decisión obedece a una decisión “personal”, descartando que haya sufrido “presión, ansiedad o miedo”, y ha recalcado que su relación con los jugadores es “excelente”, para evitar suspicacias, según sus propias palabras.
“No es un calentón, hemos dejado pasar más de 24 horas tras el último partido, que no es el motivo de la decisión”, ha indicado Márquez, para a continuación agradecer al club el haberle dado la “gran oportunidad” de entrenar a un equipo “del que siempre fui y seré aficionado”.
Ha puesto especial énfasis en el agradecimiento a Miguel Ángel Ramírez, la persona que más apostó por él tras descartarse a última hora la primera opción para el banquillo, el italiano Roberto De Zerbi.
“Siento haber defraudado entre comillas a esa confianza; hay gente que me ha tildado de loco por lo que estoy haciendo, pero si viene otra persona, lo va a hacer mejor que yo”, ha dicho.
Ahora bien, Márquez ha reconocido que su nombramiento “se hizo un poco corriendo, no hay que negar la evidencia”, pero no se arrepiente de haber aceptado el reto: “De ochenta veces que me lo hubiesen propuesto, ochenta hubiera aceptado, pero con el transcurso de los días, uno se siente que está desubicado, fuera de lugar, no me veo, no acababa de llenarme, porque cuando asumes un cargo así, esperas que las sensaciones sean diferentes”, ha argumentado.
Sin embargo, sigue pensando que está “capacitado” para entrenar “en cualquier categoría”, y que el equipo isleño se hubiera mantenido en Primera con él porque tiene “una muy buena plantilla”, pero a los clubes se llega “en determinadas circunstancias”.
Además, cree que hubiera sido “de mal profesional” esperar a que le fueran mal los resultados para que le “echaran”.
El profesional catalán también ha asegurado que no se ha sentido solo en estas últimas semanas, y que se lleva “un gran bagaje de experiencias” en su efímera etapa como máximo responsable técnico del club “que deseaba entrenar” toda su vida.
A partir de ahora seguirá ligado a la entidad en tareas de fútbol formativo, donde “más a gusto” se siente, tras conseguir el ascenso a Segunda división B del filial Las Palmas Atlético la pasada temporada, en una campaña que ha calificado como “un cuento de hadas”.
Márquez ha comentado que anoche habló con los cuatro capitanes del equipo para informarles de una decisión que se ha asumido con “normalidad”, y que tanto Paquito Ortiz como Juan Carlos Valerón, sus ayudantes, van a continuar “y deben hacerlo” porque son “dos emblemas del club”, pero ahora le corresponde al club informar de cuáles serán los pasos a seguir para el nombramiento de su sucesor.