Hoy tomamos las impresiones de una mujer del deporte que fue atraída al mundillo por el amor que siente por sus hijas y por el intento de estar el mayor tiempo posible junto a ellas. Hablamos de Nuria Gómez, vicepresidenta de la Federación Canaria de Tenis de Mesa y madre de Leticia y Lorena. En el caso de la segunda, una de las mayores promesas de nuestro deporte a nivel nacional. Nuria Gómez es una mujer comprometida.
¿Quién es Nuria Gómez?
“Soy una mujer de 44 años, con dos hijas que juegan al tenis de mesa, y que ha tenido la suerte de acompañarlas en sus vidas deportivas, aunque ya la mayor, Leticia de 23, no compite a nivel nacional, y ya casi lo tiene abandonado. Sigue la pequeña Lorena, de 16 años”.
¿Cuáles son las facetas de las que se ocupa en el tenis de mesa?
“Con el paso de los años, saqué el título de entrenadora de Nivel 2, y también el de árbitra, igualmente de Nivel 2. Desde finales de 2018 soy la vicepresidenta de la Federación Canaria de Tenis de Mesa”.
¿Cómo se inicia en el mundillo de este deporte?
“Pues debo reconocer que no sabía nada de este deporte. En un principio, acompañaba a mi hija Leticia a los entrenos, me quedaba allí viéndola y pronto me empezó a gustar. Ella destacó, mejoró mucho en poco tiempo, y pronto me vi viajando a la Península, acompañándola en partidos de liga, competiciones...
Sin saber, y como tampoco tenía a un entrenador que viajara siempre con ella, de entrometida, le hacía banda... aunque solo podía animarla, motivarla, y si acaso ver los “fallos” de la contrincante; así que me preparé para poder ser entrenadora y saqué el título.
Con el tiempo, la pequeña, al ver a su hermana pues también le gustó este deporte, y compitió a nivel nacional con siete añitos.
Y a partir de ahí, pues ya son varios años viajando y siempre estando con ellas en todos sus momentos deportivos“.
¿Cómo lleva lo de ser vicepresidenta de la Federación Canaria?
“Es un cargo que se me ha hecho muy cómodo, ya que el presidente es el que normalmente hace todo lo complicado: papeleos, estar al día... Sí que es verdad que siempre cuenta conmigo para todo, aunque tenemos visiones muy dispares muchas veces, pero lo bueno es que doy mi opinión libremente y se pueden debatir todos los asuntos. Otra cosa es que nos pongamos de acuerdo”.
En caso de que el presidente no continuara, ¿se animaría a presentarse en un próximo mandato?
“Pues nunca me lo he planteado, creo que es un cargo en el que debes estar bien preparado y, siendo sincera, yo no lo estoy”.
¿Cuál es el papel de la mujer en el tenis de mesa?
“Creo que el principal problema es que es un deporte poco conocido, que no se fomenta en los colegios, y eso es fundamental.
Encima es un deporte individual, que aunque a veces juegues por equipo, eres tú sola contra otra... y eso no motiva a crear grupo.
Ahora en Tenerife, por ejemplo, conseguir niñas que jueguen es todo un logro. Un equipo tiene una o dos, otro una, luego de distintas categorías.... en definitiva, muy pocas; y eso normalmente acaba en fracaso, sobre cuando llegan a los 15 y 16 años“.
Como madre, ¿cómo lleva tener a una hija en un centro de tecnificación tan lejos?
“Es una pregunta muy complicada. Por un lado, está el hecho de sentirte orgullosa de que tu hija haya logrado estar ahí, con mucho sacrificio esfuerzo y lucha.
Por otro, me atormenta pensar si vale la pena perderme estos años, su juventud, su maravillosa forma de ser, el cariño y el calor de estar junto a ella a diario.
Mi cabeza dice que no puedo ser egoísta, y que si ella quiere estar ahí, tengo que respetarlo y sufrir… sufrir mucho en silencio sin que ella lo note.
Mi corazón se parte a diario, y pienso que podría entrenar aquí, y buscar herramientas necesarias para no irse de mi lado. Tengo que reconocer que lo intenté, pero se me quedó grande; se necesitaban más horas de entreno y gente profesional para que ella siguiera avanzando...así que se fue“.
¿Qué mejoras cree que son necesarias de manera inmediata en este deporte?
“Sobre todo, y como ya comenté antes, sería fundamental empezar a dar visión de este deporte en los colegios, como actividad extraescolar y luego ya en los diferentes equipos, que hay bastantes en las diferentes islas, y trabajar así en su mejora.
También dar más visibilidad a este deporte. Estoy cansada de que en los informativos solo se hable de fútbol. Hay muchos deportes y no se habla nada de ellos“.
¿Alguna otra cuestión para terminar?
“En lo que yo llevo en el tenis de mesa, me he dado cuenta de que las chicas, una vez que acaban el bachillerato y pasan a la universidad, lo dejan.
En una reunión con la Real Federación Española de Tenis de Mesa (RFETM), que se hizo el año pasado en un Campeonato de España, se trató este tema, con chicas que habían tenido este problema. Luego de estar años en Centro de Alto Rendimiento, cuando llegaban a los 17 o 18 años lo dejan totalmente.
Creo que ese es un problema que hay que solucionar. Es imposible que yo vea a mi hija haciendo este sacrificio unos años para luego quedar en nada.
Este año, la RFETM ha estado haciendo concentraciones –bueno, con la pandemia solo se pudo llevar a cabo una-- con chicas Sub 23 y las mejores juveniles. Creo que ese es el camino para que las chicas vean que se sigue trabajando y apostando por ellas.
Espero que se sigan haciendo… si el COVID nos deja“.