Empezar de cero

Cuando la nefasta gestión toca suelo, cuando la vulneración de los derechos humanos es atroz, cuando la situación de desigualdad social es sangrante un puñado de hombres y mujeres, la vanguardia del pueblo organizado, debe tomar las riendas del futuro de sus naciones, de sus países. Así debe ocurrir también en cualquier empresa social, en cualquier entidad sin ánimo de lucro, en cualquier asociación.

Canarias debe empezar de cero. Por responsabilidad histórica todos los que nos reclamamos de la izquierda nacional canaria, la que lucha por la libre determinación de los pueblos y por el socialismo debemos unirnos como un solo hombre, como una sola mujer, como un solo pueblo. La situación es de caos, de emergencia, de alarma social. El neoliberalismo más inhumano ha convertido nuestro pequeño país de apenas 2 millones de habitantes en un erial económico, social y político. Estamos a la cabeza de los peores indicadores del Estado español y de Europa y a la cola en bienestar y equidad social. Según los datos de la EPA, aún calentitos, 280.000 canarios y canarias se encuentran en situación del desempleo. Un 27% de nuestra población. Islas como Lanzarote están a un simple paso del estallido social: casi un 30% está desempleado. Más de 700.000 canarios y canarias se encuentran bajo el umbral de la pobreza, es decir, malviven con menos de 360 euros al mes. ¿Se puede llegar siquiera al día 10 de cada mes con esta mísera cantidad? Nuestros salarios son los más bajos de todo el Estado español y nuestras jornadas las más largas. Aun así, dice Paulino que los canarios tenemos que trabajar más. Lo dice el representante de un gobierno perezoso y miembro de un Parlamento burgués de gandules burgueses.

José Manuel Soria, presunto corrupto, aunque otros se ahorran el determinante, afirma que hay que seguir financiando la educación privada en Canarias. No sólo desmantela la educación pública en perjuicio de los más desfavorecidos de nuestra sociedad sino que encima su deseo es seguir financiando una educación elitista. Un Soria atrapado entre la ineptitud y los tribunales de justicia por corrupción salmonil.

Debemos empezar de cero. Saliendo a la calle a reivindicar lo que legítimamente nos pertenece. Luchando por un Estatuto de Soberanía que reconozca competencias en materia portuaria y aeroportuaria, entre otras. Diversificando nuestra economía en el camino hacia la recuperación de la agricultura, la ganadería y la pesca. Por una industria productiva que reste peso al binomio construcción-turismo. Por la definitiva supresión de la RIC para que Canarias deje de ser un paraíso fiscal donde más de 24.000 millones de euros han dejado de entrar en las arcas públicas para sanidad, educación, vivienda, energías alternativas, medio ambiente, etc.

Una Canarias con su propio marco de relaciones laborales, con convenios colectivos de ámbito nacional canario, para que ningún Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, se atreva a pedir el despido libre y ningún Sebastián Grisaleña, presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, insinúe siquiera la posibilidad de reformar el mercado laboral, ya contrarreformado en sucesivas ocasiones a favor de ellos, de los que detentan el poder de hacer de nuestra existencia un simple paso por este planeta llamado Tierra para producir y no para vivir.

(*) Rubén Alemán Sánchez es secretario de Prensa y Comunicación de Unidad del Pueblo (UP)

Rubén Alemán *