Espacio de opinión de Canarias Ahora
Neurosis
Un periodista brasileño en la reputada revista Newsweek denuncia una crisis española que se ejecuta delante de nuestras narices por algunas togas. La lectura simple concluye que Newsweek refiere un golpe de estado perpetrado in fieri en España a cuenta de la Ley de Amnistía y asuntos colaterales.
Después de la lectura simple, una observación más cuidadosa rebaja la intensidad del episodio y advierte que el poder judicial, siempre solo algunos de sus miembros, se está extralimitando de forma similar a lo que acontece en Brasil y EEUU. Esto sí, con similar intensidad, pero en sentido contrario. Porque mientras que en España y Brasil esa parte de la judicatura mueve ese fiel de la balanza que mantiene el equilibrio de poderes en contra de la soberanía del poder legislativo, en EEUU se ha tocado la balanza a favor del poder ejecutivo otorgando al presidente poderes e inmunidad que en el pasado no tenía.
Y todo esto a cuenta de la Ley de Amnistía que ha sido repudiada por personas de izquierda con intachable hoja de servicios, admirables y entrañables, porque entienden que no soluciona nada, menos soluciona la genuflexión fiscal, toda vez que en Cataluña lo que habita es un sentimiento que no es nada razonable y que a veces impulsa al catalán a convivir con otros y a veces lo expulsa de la convivencia española. Y sobre esto suspendo mi juicio. Hoy no quiero saber si los catalanes acechan la unidad de España en “cada curva de ilusionante” de la historia española.
Porque quiero volver al Newsweek, que afirma que cuando se politiza la justicia, declina la confianza ciudadana en las decisiones judiciales y aparece la crisis de confianza en las instituciones democráticas previa diabolización de la opinión pública que nunca debemos de olvidar que es este huracán incontenible a veces de emociones de signo irracional que lo mismo a Putin que a Maduro o a Kamala le influyen de la forma más determinante en todas sus decisiones.
Y solo es soportable porque resulta inevitable pero otra cosa es desear que lo inevitable sea lo deseable. Lo digo porque un togado del Supremo lee en el texto soberano del legislativo que regula la amnistía que la malversación es amnistiable si no concurre enriquecimiento en clave patrimonial. Y habiendo leído esto sufre un ataque de dislexia y entiende que debe impedir aplicar la amnistía a los que no pagaron el delito rascándose el bolsillo. Ha entrado el Lazarillo de Tormes por la ventana para decirnos que es lo mismo ir y echárselo al bolsillo que estar allí con el bolsillo cerrado.
En castellano solo hay un verbo para expresar la espera y la esperanza. Al igual que en inglés, no hay espera sin esperanza y por eso espero y tengo la esperanza que nunca más nos suceda que un señor de la justicia después de visualizar unos recortes periodísticos encañone a la mujer del presidente del Gobierno con la caña de pescar. Porque es tan independiente su señoría como mi criterio e íntima convicción de que en el supuesto que se la echara la caña a la mujer de cualquiera, sea señoría o no, sea ama de casa o experta termonuclear, algo se puede encontrar.
Bobbio distingue el tercero incluido que aplicado a un ciudadano es ese mamífero que no es de derechas ni de izquierdas, un hombre tranquilo de ese otro que es tercero incluyente que hace una síntesis superior porque posee una doctrina que busca su praxis. Un hombre inquieto. Nos quedamos en el terreno de Bobbio porque si nos movemos a la psiquiatría, está la neurosis que es ver mal las cosas, pero dentro de la realidad y la psicosis, que es otra cosa porque ya altera la realidad. En la escala de Bobbio, cada uno elige su sitio, pero otra cosa es contar las banderas cada vez que aparece una foto de Illa. Eso es para la psiquiatría.
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