Espacio de opinión de Canarias Ahora
Claro que Podemos
Tras el aldabonazo dado por Podemos en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, consiguiendo cinco diputados tras una campaña realizada con muy escuálidos mimbres (un presupuesto treinta veces inferior al de los grandes partidos, obtenido por donaciones voluntarias y, por tanto, sin préstamos bancarios; un activista que salía en tertulias de tv como candidato; un nombre de partido desconocido para el 94% de la población española) no fueron pocos los periodistas que se acercaron al Jefe de Campaña de nuestra formación para intentar sonsacarle “la fórmula de la Coca-Cola” e Íñigo Errejón, con sabia humildad, respondía invariablemente: “En España había mucho sembrado ya”.
¿Quién había sembrado? La respuesta a la primera pregunta debe ser meridiana: el 15M. ¿El contenido de aquellas semillas? Indignación y esperanza. Y, sobre todo, la politización de sufrimientos que anteriormente habían sido percibidos por sus víctimas como vergüenzas y fracasos personales (desahucios, desempleo...). El movimiento de los Indignados consiguió obrar un milagro inédito en la historia reciente de nuestro país en aquellas pletóricas semanas de mayo y junio de 2011: poner a cerca del 80% de la población española en oposición frontal a las políticas implementadas por el bipartidismo imperante desde la Transición. Recordemos algunos de sus lemas: “No somos mercancías en manos de políticos y banqueros.”, “No somos anti-sistema; el sistema es anti-nosotros.”, “Reforma laboral para la casa real.”, “No hay pan pa' tanto chorizo”, y las dos más célebres, “¡Que no nos representan!” y “Lo llaman democracia y no lo es.”. No está demás recordar estás ideas-fuerza para desmantelar el mito (propagado por la vieja izquierda) de la supuesta blandenguería discursiva del 15M.
Desde mayo de 2011 a enero de 2014 (momento de la creación de Podemos) cifraríamos las mutaciones del movimiento de los Indignados en dos vectores: por un lado, una fuerte ola de movilizaciones populares (mareas por la sanidad y la educación, movimiento Stop desahucios...); por el otro, un hondo sentimiento de orfandad electoral en un número creciente de ciudadanos, hartos de todos los partidos del Régimen del 78 (no solo del bipartito) pero no de la Política; esto es, con ganas de poner las instituciones al servicio de las mayorías empobrecidas. Todo esto es lo que supo leer magistralmente el grupo promotor de Podemos (Pablo Iglesias, íñigo Errejón, Monedero, Carolina Bescansa, Luis Alegre). De esa profunda intelección de los movimientos subterráneos que se habían producido en la política española en estos últimos años viene el “milagroso” resultado en las europeas del 25 de Mayo de 2014.
No por casualidad ese mismo grupo promotor es el que formó la candidatura “Claro que Podemos” para las elecciones al Consejo Ciudadano Estatal realizadas el pasado noviembre, logrando una victoria apabullante (más del 80% de los votos). Ahora nos hallamos en el mismo proceso a nivel municipal. Y, abundando en lo ya anteriormente expresado, voy a intentar explicar por qué es fundamental que el equipo “Claro que Podemos Las Palmas de Gran Canaria” salga vencedor en las votaciones (abiertas a toda la ciudadanía) al Consejo Ciudadano de Las Palmas de Gran Canaria que tendrán lugar del 26 al 30 de diciembre.
El equipo “Claro que Podemos Las Palmas de Gran Canaria” tiene varias virtudes que considero imprescindibles para dar solidez a la única iniciativa seria de transformación de la política española en el ámbito municipal con la que contamos en estos momentos. En primer lugar, está formado por un grupo de personas que, en su mayoría, apostaron por Podemos desde el principio,aportando su esfuerzo para consolidar al proyecto aún embrionario en nuestra ciudad. Los frutos de dicha entrega (arriesgada, laboriosa y desinteresada) fueron, que nadie lo olvide, el asombro de toda España (Las Palmas de Gran Canaria fue la ciudad mayor de doscientos mil habitantes con mejores resultados electorales de todo el Estado). Lo cual no es óbice para que también se hayan ido incorporando personas valiosísimas a posteriori, con una mirada nueva y enriquecedora sobre las tareas que nos apremian en este año crucial de 2015. Otra ventaja fundamental de “Claro que Podemos” es la sabia mezcla de ciudadanos con experiencia militante en otras formaciones políticas de diverso cuño con personas que, habiendo tenido siempre una clara vocación de compromiso con las mayorías, no habían encontrado aún la formación política desde donde dar el salto a las instituciones. Y en esto hay que ser claros: estamos radicalmente en contra de cierta mojigatería apartidaria que presenta como virtud la virginidad política y el adanismo ideológico. Nosotros sabemos que las luchas de ayer son los derechos de hoy y que las luchas de hoy serán los derechos de mañana. Nos gusta que en la lista de “Claro que Podemos” figure gente con experiencia en el siempre difícil engranaje de toda formación política junto a otras personas que, sin dicha experiencia, pueden aportar la savia nueva y la ilusión del recién llegado. Sin pedirle el carnet a nadie, como decimos siempre en Podemos. De hecho, así rezaba uno de los lemas más lúcidos del 15M: “Bajemos las banderas para vernos las caras”.
Para Miguel Montero, candidato a la Secretaria General del Consejo Ciudadano de Las Palmas de Gran Canaria del equipo “Claro que Podemos”, el elemento crucial de su proyecto es que las propuestas del mencionado Consejo atraviesen las paredes de los círculos y las asambleas de Podemos e interpelen a los colectivos, activistas y ciudadanos en general que, estando inscritos en Podemos, no puedan asistir a nuestras reuniones. Es decir, de lo que se trata es de abrir el debate a dichas organizaciones, que tendrán voz y voto a la hora de vertebrar las demandas de nuestra población y articular las respuestas a dichas demandas.
Otro aspecto a resaltar es el hecho de que la candidatura “Claro que Podemos” opta a los 24 puestos del Consejo Ciudadano del Municipio de Las Palmas de Gran Canaria. Nos parece de una lógica aplastante que se busque que el Consejo resultante de este proceso sea coherente con el análisis de las necesidades de nuestro municipio expresado en su proyecto. No es casualidad que sea la candidatura avalada por el equipo de Pablo Iglesias. No es casualidad que en ella estén algunos de los artífices del resultado de Podemos en las europeas. Es sencillamente el paso lógico a dar en estas circunstancias para proseguir el movimiento de radicalización democrática que comenzó en nuestro país en mayo de 2011. Sin prisa pero sin pausa, porque, como también decían en el 15M: “Vamos lentos porque vamos lejos”. Han sido casi cuatro años de trabajo concienzudo (primero en las plazas, después en los movimientos, desde 2014 en Podemos) que nos ha llevado hasta aquí. Con el apoyo de ustedes (todos los ciudadanos pueden votar del 26 al 30 de diciembre en las elecciones al Consejo Ciudadano de Las Palmas de Gran Canaria, sólo hace falta registrarse en la página podemos.participa.info), seguiremos luchando para que nuestros representantes, como bien señala Pablo Iglesias, dejen de ser los mayordomos de los ricos y pasen a convertirse en los carteros de los ciudadanos. No de otra cosa se trata. Porque juntos podemos, Claro que Podemos.
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