Totisa una vez más

Si entramos en la web del Gobierno de Canarias, en el apartado de energía eléctrica, aún podemos ver la invitación para la presentación de propuestas para la instalación de potencia de generación adicional con el fin de cubrir las necesidades de emergencia en los sistemas eléctricos de Canarias, con un plazo de presentación hasta el 26 de octubre de 2023. 

En su día no se dijo que esto era prioritario y que debería estar instalado en un plazo de un año para solucionar provisionalmente la famosa “emergencia energética”, debido a que la integridad de los sistemas eléctricos de Canarias corría serio peligro. 

Pues bien, ya ha pasado cerca de un año, y no solo no están instalados los famosos grupos de emergencia, sino que ni siquiera hay la más mínima información acerca de las empresas elegidas, las características de estos grupos o las ubicaciones de estos y por supuesto ni un solo síntoma de que haya que preocuparse por la eficacia de los sistemas eléctricos, más allá de lo consabido acerca de ser altamente contaminante, altamente costoso y altamente dependiente del exterior.

Por otro lado, los interesados en la materia, hemos podido seguir las vicisitudes de una empresa, Totisa Holding, que desde mucho antes de hablarse de estas cuestiones, ya planteaba una infraestructura para el suministro de Gas Natural Licuado (GNL) a los barcos y una central eléctrica, en pleno muelle de la capital de Las Palmas de Gran Canaria. 

Pero no solo planteaba en estos términos su propuesta, sino que había conseguido la autorización de la Autoridad Portuaria y había realizado los trámites con la presentación de su proyecto y del estudio de impacto ambiental, en un alarde de oportunismo empresarial sin precedentes, dadas todas las regulaciones del sector.

En su día ya hubieron dos organismos que se opusieron frontalmente a la parte de la central eléctrica, por un lado, el Cabildo de Gran Canaria, y por otro, la Consejería de Sanidad, que argumentando todos los problemas medioambientales que acarrearía para la ciudad de Las Palmas, había solicitado que el estudio de impacto ambiental fuera el ordinario y no el simplificado que se había presentado.

Recientemente hemos recibido informaciones de que Totisa ha vuelto a retomar su proyecto inicial, esta vez con la connivencia del gobierno autonómico y estaría en la fase de limar asperezas con los dos organismos opositores. 

Ante todo lo expuesto no cabe sino preguntarse si la decisión del Gobierno de Canarias sobre los grupos de emergencia no se estará demorando lo justo para que Totisa llegue a tiempo para presentar su candidatura a la invitación cursada.

Creemos que cualquier ciudadano de Gran Canaria en general y de Las Palmas en particular podrá comprender fácilmente que una central eléctrica, con sus respectivos motores quemando gas natural, no produce sino perjuicios para sus habitantes y contradice totalmente el modelo de descarbonización por el que apuesta el Cabildo de Gran Canaria y dice apostar el Gobierno autonómico.