El cambio climático amenaza la eterna primavera de Canarias
La lluvia ha vuelto a caer sobre Canarias después de que el calor y las altas temperaturas marcaran el final de 2021. Pasar el 1 de enero en la playa es una estampa habitual en el Archipiélago, pero esta vez se ha sobrepasado “en varios grados” la media normal del año, según varios expertos. “Las máximas en el sur de Tenerife deberían estar en 22 o 23 grados y se han alcanzado casi los 30”, apunta el investigador de la Universidad de Santiago de Compostela, Dominic Royé. Según el doctor en Geografía Física, estas temperaturas no han roto un récord y ya se han alcanzado otras Navidades en momentos puntuales. Aún así, “la anomalía es del 99%”. “En muy pocos casos hemos encontrado algo similar”, apunta.
Estos episodios extraordinarios son fotografías del futuro climático que espera a Canarias. El doctor en Geografía e investigador de la adaptación al cambio climático Abel López asegura que este tipo de eventos serán “más intensos en todas las estaciones”. Habrá más olas de calor, aumentará su frecuencia e intensidad y, pese a que las olas de frío disminuirán en su asiduidad, crecerán en fuerza.
Las Islas experimentaron el año pasado dos acontecimientos extremos, uno a principios de año y otro al final. El primero de ellos se produjo entre enero y febrero y dejó imágenes históricas como la del Parque Nacional del Teide cubierto por completo de nieve. La primera nevada se dio después de la borrasca Filomena y, la segunda, como consecuencia de una vaguada atlántica. Las temperaturas entonces cayeron por debajo de los 0ºC.
El otro evento extremo tuvo lugar en Nochevieja. Este 31 de diciembre fue uno de los más cálidos en España de los últimos años. Las temperaturas alcanzaron los 27 y 26 grados en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, cifras que no se habían dado desde 1998 y 1995 respectivamente. En la Península ocurrió de forma más exagerada que en las Islas, ya que en el Cantábrico se alcanzaron los 21 grados. Este tipo de episodios serán más intensos en todas las estaciones. “El cambio climático está poniendo en peligro la eterna primavera que ha caracterizado siempre a Canarias”, advierte Emilio Cuevas.
Calentamiento del desierto del Sáhara
La calima también ha impregnado las Islas en las últimas semanas. Las advecciones de aire sahariano son más frecuentes y duraderas en los meses de invierno. En esta estación duran siete días, mientras que en verano no llegan a una semana. Este tipo de fenómenos “es uno de los que más está afectando a Canarias” y lo seguirá haciendo tanto en número como en intensidad.
El clima del desierto del Sáhara es uno de los factores que regula el clima de Canarias, apunta Abel López. Este punto del planeta es uno de los que más está sufriendo los efectos del calentamiento global. “La temperatura va a seguir aumentando en las próximas décadas, por lo que debemos seguir trabajando en labores de mitigación y de reducción de efecto invernadero”, señala el investigador.
El objetivo principal es evitar que se superen los 3 grados. “Una vez superada esta cifra, los efectos se dispararían de forma exponencial. Hay actividades que pueden correr peligro, como todas las que tienen que ver con el turismo, ya que el Archipiélago no sería tan atractivo desde el punto de vista climático”, advierte López.
Este sector, aparte de ser uno de los más afectados por el calentamiento global, es al mismo tiempo un factor clave para mitigar sus efectos. De acuerdo con el doctor en Geografía, es fundamental reducir las emisiones del transporte aéreo. “El turismo debe diseñar una estrategia de adaptación al cambio climático para poder construir un futuro”, aconseja el científico.
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