Bankia rompe la viabilidad de Dunas al exigir la venta de su hotel más rentable

Vista aérea del hotel Dunas Don Gregory, en primera línea de la playa de Las Burras, del sur de Gran Canaria

Alexis González

Bankia ha provocado que una de las empresas hoteleras con más solera de Canarias, Grupo Dunas, haya tenido que solicitar esta semana un concurso voluntario de acreedores por la imposibilidad de cerrar un acuerdo para la renegociación de una deuda de unos 30 millones de euros, como sí habían alcanzado los herederos del expresidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, Ángel Luis Tadeo, con otros tres bancos acreedores, BBVA, Santander y Sabadell.

El banco nacionalizado en el que quedó disuelta la extinta Caja Insular de Ahorros de Canarias, la principal entidad financiera con la que históricamente operó Grupo Dunas dada la canariedad de la misma, impuso la venta del hotel más rentable de la empresa, el Don Gregory de la primera línea de la playa de Las Burras, en la zona turística del sur de Gran Canaria, como condición sine qua non para formalizar el proyecto de viabilidad del grupo, renegociando su deuda a quince años.

El Don Gregory, con 16 millones de euros de pasivo, debía ser vendido para restar deuda al grupo hotelero, cuestión que no fue aceptada por la empresa de la familia Tadeo Felipe, ya que hubiese supuesto perder su producto más atractivo por un bajo precio fácilmente rentabilizable en años. De ahí la obligación de presentar concurso de acreedores, ante la postura inesperada del banco.

Bankia tenía apalabrado con la cadena mallorquina Barceló la adquisición del hotel Don Gregory, hecho negado por fuentes oficiales del banco público a este periódico, con la salvedad de que en la negociación de venta que pretendió imponer a Dunas en última instancia, “siempre podríamos ayudar a encontrar un comprador, pero nunca íbamos a imponer nada porque quien vende es el propietario, y si lo logra por más de 16 millones, mucho mejor”, han argumentado desde Madrid.

La entidad bancaria presidida por José Ignacio Goirigolzarri mantiene que su propuesta no fue solo la venta del hotel por 16 millones de euros, sino cualquier solución satisfactoria para ambas partes de la que pueda a empezar a cobrarse la deuda de Dunas, ya sea vendiendo participaciones de ese hotel o buscando un socio financiero, y asegura que “de la venta del hotel se viene hablando hace tiempo, siempre ha estado encima de la mesa y ha habido ofertas de compañías”.

El hotel Don Gregory es el activo más rentable de Dunas, cadena hotelera que en las negociaciones de los últimos años, desde el fallecimiento en enero de 2011 de su fundador, ha ido adaptando su estructura para la refinanciación de la deuda bancaria a las directrices marcadas por sus cuatro grandes bancos acreedores, Sabadell, BBVA, Santander y la extinta La Caja, ahora Bankia. En los proyectos de viabilidad figuraba como uno de los productos más importantes a la hora de garantizar la devolución de la deuda, de 60 millones en total, a los bancos.

Esos planes de viabilidad a instancias de los bancos llevaron en octubre pasado a la empresa a segregar legalmente su negocio inmobiliario del turístico, creando Dunas Hotels & Resorts con cinco establecimientos en el sur de Gran Canaria, que son los que han entrado en concurso. De la deuda bancaria de unos 60 millones de euros, la mitad correspondía a la antigua Caja Insular de Ahorros, y de esos 30 millones de euros que debe Dunas a Bankia, la mitad era del Don Gregory.

El hotel de la discordia entre Bankia y Dunas arroja cada año una rentabilidad de tres millones de euros, lo que supone que dentro de los quince años en los que se pretendía renegociar la deuda de 30 millones, garantizaba al menos un mínimo de entre 36 y 45 años millones de euros, cuando la propuesta para su venta se ceñía a los 16 millones de euros de deuda contraída con Bankia. De haberse realizado, Barceló hubiera adquirido un hotel rentable en una zona turística en la que ya tiene otros establecimientos, pero deficitarios, como el Margarita de Playa del Inglés.

En la central madrileña de las extintas cajas se justifica su imposición a Dunas por el hecho de que “si tan rentable es el Don Gregory, debe estar financiando al resto del grupo, porque no hemos visto un euro de la deuda en los últimos seis años”. Quienes sí estaban dispuestos eran los otros tres bancos, BBVA, Santander y Sabadell, que juntos sumaban la otra mitad de los 60 millones.

Dunas Hotels & Resorts cuenta con unos 150 millones de euros en patrimonio, entre los cinco hoteles que tiene en el sur de la isla de Gran Canaria: Mirador Maspalomas, Dunas Maspalomas, Dunas Suites y Dunas Villas Resort y el Don Gregory, la perla de la familia Tadeo Felipe.

El grupo tiene entre 600 y 900 empleados según temporada, y según explicó en un comunicado oficial a la hora de hacer público el concurso, su actividad hotelera ha experimentado un 30% de crecimiento en los últimos años, en los que ha sido supervisado por consultoras y auditorías de renombre internacional impuestas por los propios bancos, para dar viabilidad a su proyecto.

La marca fundada por quien también fuera presidente de la UD Las Palmas SAD se ha remitido de nuevo a su nota oficial de esta semana, en la que sin citar entidades, detalles y motivos, explicó que la postura tomada de acudir al concurso se debió “exclusivamente a la inesperada y sorprendente negativa de una de ellas [entidades bancarias] al proyecto de viabilidad de la Compañía e imposición de medidas inasumibles para la misma [vender el Don Gregory]”.

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