La ambición de la Victoria
Ha sido tan extrema la campaña electoral que ha tenido que afrontar Victoria Rosell, magistrada en excedencia y cabeza de lista de Podemos por la provincia de Las Palmas, que el deseo de derrotar a quienes casi todos señalan como la mano que ha mecido la cuna de las prisas de una investigación “insólita” (TSJC dixit) por parte de la Fiscalía a la candidata, José Manuel Soria, ha centrado todas las energías moradas durante las horas del recuento en la noche electoral de este histórico 20D.
“Aunque sea por un solo voto, hay que ganarle”, era la consigna. La ambición de la victoria en Las Palmas, por parte de Podemos, tenía un peso específico particular y directo, sin lugar a dudas marcado por la polarización de la campaña entre Soria y Rosell, justicia provincial mediante. Y esa pugna sin cuartel ha flotado durante horas en el ambiente de El Canalla, una tasca elegida por Podemos en el barrio fundacional de Las Palmas de Gran Canaria, Vegueta, para vivir la noche electoral.
Soria ha aguantado el golpe que supone para el PP perder decenas de diputados en toda España y dos de sus cinco actas de 2011 en su circunscripción de Las Palmas. Le ha estado echando el aliento en el cogote Vicky Rosell y Podemos durante toda la apasionante jornada, saldada con poco menos de 10.000 votos a favor del PP y con la formación de Pablo Iglesias como segunda fuerza en las tres islas orientales, por delante del PSOE, en un histórico sorpasso de la izquierda en Canarias.
Para Podemos es un resultado brillante, algo insólito para la izquierda isleña desde los primeros años de la Democracia, cuando Fernando Sagaseta (UPC) obtuvo un acta en 1979. Rosell y la secretaria general del partido, Meri Pita, ya son diputadas electas, pero en El Canalla las ganas de ganar a Soria prevalecían sobre cualquier otra circunstancia, incluidos los 69 diputados conseguidos en todo el Estado.
Eso sí, la victoria de Podemos por 700 votos en Las Palmas de Gran Canaria, la capital donde han votado y de la que son vecinos Rosell y Soria, fue celebrada anoche con emoción contenida por las decenas de simpatizantes que se acercaron al cuartel general en una noche lluviosa y desapacible en la que parecía que sacar dos diputados en una provincia muy del PP no se saboreaba en toda su dimensión.
“Los canarios no se han creído el fango con el que nos quisieron ensuciar”, dijo tras conocer los resultados la candidata número uno de Podemos en Las Palmas. “Somos depositarios de un valor que nos lleva a la humildad, que son millones de trocitos de democracia. Millones de personas [en toda España] diciendo que sí se puede y que confían en nosotros para reformar este país”, comentó Rosell.
Pero la victoria relativa del PP en España seguía calando en el ambiente y el ánimo morado. “No sabemos qué hace falta para que el PP pierda unas elecciones y gane la gente decente y honrada”, lamentó Victoria Rosell, asegurando, de todos modos, que “ahora habrá más gente honrada, digna y decente en las instituciones”.
Hubo también por parte de la diputada electa críticas al sistema electoral, ya que en el caso de Canarias, Podemos es la segunda fuerza en votos, por detrás del PP, pero tiene un escaño menos (3) que el PSOE (4). “Ya sabemos que la ley electoral, que la Constitución premia al bipartidismo, y eso no es un reflejo de lo que quiere la ciudadanía”, de ahí que abogara por cambiar el sistema “para que sea más justo, algo que en Canarias es absolutamente necesario”.
Rosell no solo tuvo palabras de agradecimiento a la ciudadanía de Las Palmas de Gran Canaria, al darle el triunfo en la capital, sino también a las islas de Lanzarote y Fuerteventura, donde Podemos se convierte en primera fuerza política por delante del PP y del PSOE. Todo un hito en dos islas “esquilmadas por la corrupción”.