La Gomera recuerda a sus emigrantes
Una corona de laureles depositada sobre el mar es el homenaje que cada año La Gomera rinde a sus numerosos hijos que han sido emigrantes o inmigrantes y especialmente a los que fallecieron al abandonar la Isla o cuando retornaban a la misma. El acto de este año enclavado en las Jornadas Colombinas estuvo cargado de gran emotividad. Estuvieron presentes los presidentes del Gobierno de Canarias, del Parlamento autónomo y del Cabildo, Paulino Rivero, Antonio Castro y Casimiro Curbelo, respectivamente junto con otras autoridades civiles y militares.
El acto comenzó puntualmente a las 20:00 horas tras el concierto que había ofrecido la agrupación Jóvenes Cantadores en el Parque de La Torre del Conde, el nuevo escenario elegido en esta ocasión. La banda de música de San Sebastián Nuestra Señora de Guadalupe interpretó los pasadobles San Sebastián y el Islas Canarias. A continuación el párroco de Nuestra Señora de la Asunción y Arcipreste de La Gomera, Juan Ramos Concepción bendijo la corona de laurel y pronunció un discurso de recuerdo a los fallecidos.
El presidente del Gobierno canario y el del Cabildo entregaron la corona-ofrenda a un grupo de niños de la Escuela municipal de Vela después de que una niña recitara el poema de Pedro García Cabrera titulado Piloto de mi muerte. La banda de música interpretó la Salve Marinera y fue entonces cuando los jóvenes estudiantes de la Escuela de Vela marcharon hacia el mar rodeados de las chácaras y tambores de la agrupación La Atalaya. Eso sí, previamente la despedida arrancó con un silbo.