La gente
Me ha llamado la atención una expresión que, en concreto, han utilizado dos políticos de primer nivel este fin de semana. Esa expresión es: ‘La gente’.
Estos políticos que actualmente tienen el poder de tomar decisiones que afectarán a la vida de cada uno de nosotros, como ciudadanos de este país, en su lenguaje se muestran ajenos a lo que llaman la gente. En sus discursos se evidencia el alejamiento que presentan de la sociedad. Dada esta situación, que ellos, posiblemente exponen de forma inconsciente deberíamos cuestionarnos quien rige el destino de nuestra sociedad. Desde mi punto de vista, esa manera de hablar constituye un fallo de comunicación garrafal. Me cuesta pensar que sus asesores en comunicación, a los cuales seguramente pagan muy bien, no les corrijan.
No es posible que yo sea la única persona que se sienta tan distante de esos profesionales de la gestión pública, cuando les escucho esa expresión. Bien cierto es que esos discursos iban dirigidos a sus afiliados, con el objetivo de aumentar su liderazgo y status en el partido. En esa circunstancia, es posible que quisieran que sus seguidores, también se sintieran especiales y diferenciados del resto de ciudadanos que conformamos la sociedad, en este país.
El caso, es que esa forma de hablar, no me gusta nada e incluso me parece altamente peligroso. Si le doy tanta importancia es porque el lenguaje supone la expresión de los pensamientos y también de los sentimientos. De ahí que si un político de alto nivel habla de 'la gente', como quién realiza una disertación sobre las alcachofas, me está demostrando que no se siente parte de ese grupo conceptual: la gente.
Y si no es gente, ¿Cómo puede saber lo que desea la gente?, ¿lo que siente la gente? o ¿lo que necesita la gente?. Y sin embargo se atreven a afirmarlo sin pudor.
En las próximas elecciones, a pesar que sepamos que las promesas que cualquier político realiza, sólo podrán ser cumplidas por múltiples y variadas razones en un porcentaje menor de un 10%, escuchemos su lenguaje verbal y tratemos de descubrir si son 'gente' o seres de otra especie. Entonces y sólo entonces, decidamos a quién queremos votar y si consideramos que nos miran desde la lejanía de otro universo, o realmente forman parte si no de nuestra clase social, al menos, de nuestra sociedad.
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