Puerto Naos comienza a 'revivir' con la primera entrada de vecinos controlada
El núcleo turístico de Puerto Naos lleva más de 10 meses evacuado debido a la presencia de gases asociados a la erupción volcánica, por lo que la entrada controlada de vecinos de las zonas más altas de la localidad ha despertado expectativas ante una deseada vuelta a la normalidad.
El Cabildo de La Palma ha autorizado el acceso de los vecinos de las calles Atardecer, Maresía y parte de Los Lajones, lo que supone alrededor de 40 viviendas, durante cuatro horas a partir de este viernes 22 de julio, para realizar tareas de mantenimiento y ventilación de las moradas.
Puerto Naos cuenta con casi 3.000 camas turísticas entre hoteles, apartamentos y viviendas vacacionales, por lo que la memoria colectiva de palmeros y visitantes mantiene una imagen de gran actividad social y económica, algo que contrasta con el enclave casi abandonado en el que sólo la fauna local ha podido volver a transitar por esas calles.
Aunque la mayoría de La Palma se ha recuperado del manto de cenizas que llegó a cubrir casi toda la vertiente occidental de la isla, Puerto Naos conserva sus calles, aceras, terrazas y tejados cubiertos de una capa de ceniza casi virgen que se diferencia en tamaño y forma de la arena negra de playa habitual de este barrio.
Para poder entrar a este barrio turístico se debe ser residente en las calles citadas, pedir permiso a la institución insular a cargo de la emergencia y firmar una descarga de responsabilidad para poder acceder a través del punto de control durante un máximo de cuatro horas.
Además, agentes del Centro de Control de Operativa Insular (Cecopin) deben ser los primeros en entrar a las viviendas o espacios cerrados, para realizar las mediciones de gases, equipados con máscaras de gas y bombonas de oxígeno, para que, en caso de que los niveles estén en márgenes seguros, permitir el paso a los propietarios.
El Cabildo de La Palma ha decidido comenzar los accesos a Puerto Naos por las calles que están a una mayor altura con respecto al mar, confiando en que la presencia de gases nocivos que emanan desde el suelo sea menor en esa zona.
Pese a ello, algunos vecinos no han podido acceder a sus viviendas debido a que las mediciones realizadas durante la mañana y en el momento de su llegada han arrojado niveles de gases “incompatibles con la vida”, por lo que no se les ha permitido el paso.
Rita Soto ha sido la única persona que ha podido entrar a sus apartamentos durante la primera jornada, después de que los agentes le dieran el visto bueno, y ha comentado que se siente segura mientras realiza tareas de limpieza.
Ha declarado que confía en que se mantengan las entradas y se flexibilicen los horarios para que toda la gente pueda atender sus viviendas.
0