El Rincón: de pulmón verde a masa de asfalto
La zona del Rincón, un enclave de gran importancia para Las Palmas de Gran Canaria, tiene en su hoja de ruta que debe convertirse en una zona con espacios dedicados al ocio, a grandes espectáculos y a la cultura. Además, esta zona permite unir la ciudad alta con la ciudad baja a través de una zona verde, un proyecto soñado por muchos. Sin embargo, tras varias décadas luchando por hacer ese suelo público comprando las naves industriales que poblaban la zona, la iniciativa que se lleva a cabo es cubrir ese espacio con una masa de asfalto: un parquin intermodal y un potrero.
El pasado 16 de septiembre el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona inauguró un parquin en la zona del Rincón. Este enclave “estratégico”, como lo calificó Cardona el día de su apertura al público, se sitúa en la entrada norte de Las Palmas de Gran Canaria, es decir, en la parte noroeste de la ciudad, próxima a la Autovía de entrada y salida desde el norte de la isla.
Es la primera parte que ven de la ciudad los conductores que llegan del norte de la isla y a su alrededor cuenta con el auditorio Alfredo Kraus, la playa de Las Canteras, el Palacio de Congresos, la circunvalación y el CC Las Arenas.
La peculiaridad de este aparcamiento, que sustituye a la zona de tierra que existía anteriormente, es que es el primer parquin intermodal de Canarias, es decir, es de pago pero te dan bonos de guagua.
En concreto, permite que el conductor que llega del norte aparque su coche y enlace con las seis líneas de Guaguas Municipales que operan en el área, o con el servicio de bicis. Y funciona de la siguiente manera: por 2,50 euros se puede aparcar 24 horas y disponer de un bono de dos viajes en guagua con transbordos incluidos.
También se puede estacionar un mínimo de una hora por 50 céntimos y un máximo de dos horas por 1 euro. Además, por 25 euros se facilitan bonos mensuales para el aparcamiento, que se pueden combinar con la posibilidad de viajar de forma ilimitada en guagua por 60 euros. Por ahora tiene cabida para mil vehículos en total.
Según empleados de La Sociedad Municipal de Aparcamientos de Las Palmas de Gran Canaria (Sagulpa), empresa encargada de llevar a cabo la obra con una inversión de 835.000 euros, desde su inauguración cada día estacionan entre 300 o 400 usuarios diarios, una cifra que se incrementa notablemente durante los fines de semana y en navidad hasta podría quedarse corto.
Varios usuarios de estos aparcamientos se mostraron favorables con esta obra. Consideran que asfaltar esta zona era algo necesario. Sin embargo, aunque el parquin tiene un objetivo estratégico con los conductores del norte, un problema es que gran parte de los usuarios de esta zona son trabajadores de los alrededores que no tienen más remedio que dejar su coche en ese parquin, algo que ahoga aún más a los ciudadanos que deben añadir otro gasto a su bolsillo.
El concejal de movilidad y medio ambiente del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Ángel Sabroso, defiende que este servicio implique “un coste” porque “es normal” y añade que “es el aparcamiento más barato de la ciudad”. Desde la oposición tampoco muestran grandes diferencias con la opinión de Sabroso. El concejal de Nueva Canarias en el ayuntamiento capitalino, José Eduardo Ramírez, afirma que “si se compara el precio de este aparcamiento con otros de la ciudad, el del Rincón es una ganga. Hay otros que son un robo, porque la mayoría de los aparcamiento de Sagulpa son carísimos”, sin bien reconoce que “debería haber una reserva de plazas para los trabajadores de la zona, o bien de manera gratuita o a un precio que ellos puedan pagar sin problemas”.
Rechazo al potrero
Según la concejala del grupo socialista en el consistorio capitalino, Isabel Mena, lo ideal era construir este aparcamiento de forma subterránea y no en la superficie, ya que “una masa de asfalto no contribuye a embellecer esa zona clave en la ciudad”, aunque reconoce que una obra de tal envergadura hubiese incrementado el coste. Sin embargo, el principal problema para la oposición es el anuncio del Partido Popular de que construirán “de forma provisional” un potrero en esa zona.
“El Rincón es una pieza fundamental para todos los vecinos de la capital, es la entrada norte de la ciudad y además está pegado al mar. Linda con una zona comercial y de tráfico muy importante, a lo que se le añade que permite conectar la parte baja de la ciudad con la parte alta. Por ello, si renunciamos a un terreno tan importante a abusos como el de un potrero o un parquin en superficie en vez de subterráneo, estamos renunciando al solomillo de Las Palmas de Gran Canaria”, recalca Mena.
Ramírez coincide con esta postura. “NC está de acuerdo con el aparcamiento intermodal, es una buena idea y lo ideal sería buscar otra entrada sur, por Hoya de la Plata” y remarca que “el rechazo de NC es al potrero”. Ramírez subraya que gastar dinero público en hacer una obra de este tipo es algo “que no se entiende, por mucho que el PP diga que es algo provisional, lo provisional puede durar 30 años. Esta ciudad tiene espacios suficientes como para buscar una alternativa a un potrero que no sea la entrada-salida de la ciudad por el norte”.
Un plan ideado en 1987
Ahora bien ¿por qué se llevan a cabo estas obra en la actualidad? El parquin intermodal está en El Plan General de Ordenación Urbana ideado en 1987, “la biblia del futuro de la ciudad”, comenta Mena, “es un acuerdo consensuado entre todas las fuerzas políticas en un pleno que se ha ido modificando con los años, adaptándolo a las necesidades de las diferentes épocas”. La ficha del plan general en el Rincón es clara: un hotel, un espacio para congresos, un espacio multidisciplinar para conciertos o eventos (el parque de la música) y una zona verde ajardinada (una ampliación del parque de la música que conecte la ciudad alta desde el barranco de Tamaraceite hasta El Rincón, para unirse con el edificio Manuel Lois).
Estos proyectos se han ido adecuando desde la idea inicial hasta las características actuales de los tiempos que corren. El aparcamiento intermodal forma parte del último Plan General, no así el del potrero. Sin embargo, el resto de iniciativas no se han realizado debido a la lenta expropiación de las naves industriales que poblaban la zona.
Históricamente la zona del Rincón albergaba un espacio industrial con naves dedicadas al negocio de la conserva de pescado. Era de titularidad privada. Son ya cuatro los alcaldes que han estado trabajando para liberalizar esa zona, hacerla pública. En la actualidad sólo quedan dos naves por expropiar. Según Sabroso, una de las naves que está en el extremo norte “ya está en proceso de demolición, y cuando se produzca el derribo, esa zona estará dedicada a labores de mejora de la calidad ambiental y paisajística de la ciudad”. El ayuntamiento está actualmente en conversaciones con los propietarios de la nave restante (de color rojo) “para llegar a un acuerdo que permita a la ciudad disponer de ese espacio”. Además del aparcamiento intermodal y del potrero, hay otras obras que se han realizado o que están ejecutando. Una rotonda que une la avenida Príncipes de Asturias y la calle Industrial José Sánchez Peñate con la carretera del Norte y el aparcamiento, y que permitirá el acceso al aparcamiento de Las Arenas.
El paseo de Las Canteras se prolongará hasta El Atlante y el muro Lloret se acondicionará, con una inversión que asciende hasta los 300.000 euros, financiadas al Plan de Cooperación del Cabildo Insular con los ayuntamientos.
El hotel “vacío”
Ahora que el suelo anexo al auditorio Alfredo Kraus ya es público, el Plan General de Ordenación Urbana establece que en esa zona se construya un hotel. Juan José Cardona, como uno de sus primeros proyectos al llegar al consistorio capitalino, sacó a concurso público la construcción y concesión de explotación de un hotel de negocios de cuatro estrellas.
Pero “no hubo ninguna empresa interesada en construirlo, es un proyecto que se ha quedado vacío”, declara Isabel Mena. “El hotel no se va a poder hacer” relata José Eduardo Ramírez, “también existe la propuesta de llevar el recinto ferial a esa zona, pero lo más probable es que se haga una ampliación peatonal de la avenida”.
Por su parte, Ángel Sabroso declara que “la parcela saldrá a la venta o concesión para ampliar la oferta hotelera con un edificio vinculado a la actividad del Palacio de Congresos del Auditorio Alfredo Kraus”. Pero no han encontrado ninguna empresa interesada.
Y el pasado 16 de diciembre, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, anunció que en esa zona, donde actualmente hay un aparcamiento, se construirá un gran parque litoral que contará con 13.283 metros cuadrados dedicados a actividades deportivas, lúdicas y de descanso. El presupuesto total de esta obra asciende hasta los 400.000 euros.
Es la siguiente obra que anuncia Cardona tras la finalización del parque intermodal, declarando en su inauguración, que esta zona debe ser aprovechada para el uso y disfrute de los ciudadanos, y “no para los coches”. A los ciudadanos sólo les quedará el parquin de las Arenas si quieren estacionar su coche sin pagar.
En resumen, más de 20 años para hacer de El Rincón una zona pública. “Se ha avanzado mucho en estos años aunque no sea algo visible, se han invertido más de diez millones de euros en llevar a cabo este proceso de expropiación, que ya se encuentra casi en su final. Ahora hay que decidir cómo actuar en esa zona, cómo llevar a cabo el Plan General”, declara Mena.
La concejala del grupo socialista añade que “ahora ya se puede empezar a construir el proyecto de Fernández-Aceytuno, el parque de la música, que proyectaba unir la ciudad alta y la ciudad baja a través de un espacio ajardinado y dedicado a grandes espectáculos”.
La idea de Fernández-Aceytuno
Este proyecto representó durante muchos años un sentir de la ciudadanía que pidió a los diferentes alcaldes que pasaron por el consistorio su realización. El que ideó este proyecto fue el arquitecto Fernández-Aceytuno, quien escribió un artículo en el Canarias7 titulado “la suite del parque de la música” en 2002 donde relataba la evolución del proyecto que ningún político fue capaz de llevar a cabo, ni siquiera poner la primera piedra. Así contaba el arquitecto cómo ideó el parque de la música:
“A finales de 1987 el Presidente de la Asociación de Música Actual de Gran Canaria (AMA), José Carlos Suárez, nos pidió que le aconsejáramos sobre la selección de un sitio que pudiera mejorar la limitadas prestaciones de la tradicional grada curva del Estadio Insular para la celebración de conciertos al aire libre. Este objetivo constituía una sentida demanda de músicas y del creciente público que acudía a las actuaciones. Estábamos explorando diversos enclaves cuando, con motivo de las obras de la carretera de El Rincón, desviaron el tráfico de la entrada Norte a Las Palmas de Gran Canaria por una precaria pista que desde Los Giles descendía al Barranco de Tamaraceite hasta llegar, por entre fincas de plataneras, al barrio de Guanarteme. El nuevo recorrido nos permitió descubrir que tras las tapias y casas de la barriada de Chile y las naves industriales de El Rincón, existía un espacio insólitamente natural y rústico que aún no había sido edificado pese a estar emplazado en el extremo oeste de la Playa de Las Canteras; un lugar en el que el Barranco de Tamaraceite trazaba un último meandro –casi hecho para la música- que reunía magníficas condiciones de localización, extensión y belleza”.
La intención de Aceytuno era que se construyese un anfiteatro inmenso, una especie de auditorio al aire libre, que pudiera albergar conciertos de grandes músicos internacionales, con retransmisiones en directo. El argumento que han esgrimido los diferentes alcaldes para no llevarlo a cabo ha sido el económico. El alto coste del suelo y las instalaciones que albergaría, junto a la propiedad privada del suelo han contribuido a que este proyecto se haya quedado en un sueño.
Sin embargo, “si ahora dicen en el PP que no hay dinero para hacerlo, pues se hace por fases, como el de Las Rehoyas o el Juan Pablo II. Ahora se puede empezar a hacer el parque con la zona verde en todo el terreno que queda lindando con el parquin y conectar la ciudad alta con la ciudad baja. En cambio el PP, en lugar de poner la primera piedra, se dedica a crear una masa de asfalto que no va a mejorar en absoluto la ciudad. ¿Por qué no se puede hacer un parque en la entrada norte de la ciudad que además se podría unir con un edificio como el Manuel Lois?”, pregunta Mena.
Para Ramírez, el problema radica en que no ha habido “una actuación integral en la zona”. Reclama que hace falta “solamente limpiar el barranco, adecentarlo, ponerle senderos, bancos, alguna zona tipo de merenderos, incluso hay propuestas que los vecinos hicieron en su momento”.
De hecho, Nueva Canarias presentó una moción para la creación de este espacio y el PP lo rechazó. En esta moción el grupo político destacaba varias propuestas: el proyecto de 1997 del arquitecto José Antonio Sosa, la propuesta de aprovechamiento ambiental del Barranco de Tamaraceita realizada por los geógrafos Mario Suárez Naranjo y Cristina Fernández Romero en 2004, o los diferentes trabajos realizados por la Asociación de Comerciantes de Tamaraceite (APETAMA).
Otro de los proyectos inconclusos de la zona fue el que comenzara siendo un cuartel de la armada, el Manuel Lois, situado en el barranco de Tamaraceite. Esta obra fue objeto de una inversión de cinco millones de euros por parte del Partido Socialista durante el mandato de Jerónimo Saavedra para convertirlo en “el epicentro cultural de Las Palmas de Gran Canaria” afirma Mena, y hacer de Las Palmas de Gran Canaria capital de la cultura europea en 2016.
Se terminó de construir en el 2011 un espacio que pasaría de la idea inicial, de dar cabida a la creación de los artistas canarios, a un campus tecnológico, “lo que sería una especie de Sillicon Valley en Canarias” resume Ramírez. Pero lleva tres años cerrado debido a la falta de capital para mejorar sus conexiones. “El pasado mandato el PSOE actuó sobre el Manuel Lois, pero no lo conectó bien, la carretera es de tierra, casi nadie sabe cómo llegar ahí. Ahora mismo está vacío y no se está usando porque se decidió actuar en esa parte nada más”, explica Ramírez.
Mena lo achaca al mandato de Cardona, a quien acusa de “no creer en el proyecto cultural y nunca ha querido que el Manuel Lois sea un espacio cultural porque el PP ve la cultura como un gasto y no como una inversión. Esto se ve claramente al observar cómo en este mandato se ha arrasado con todo lo que tiene que ver con la cultura: nos hemos quedado sin Womad en Las Palmas de Gran Canaria, también sin festival de teatro y danza porque lo que hay ahora no tiene nada que ver con lo que era y sin festival de cine, porque lo que hubo este año fue una cosa ridícula”.
Para el concejal de Nueva Canarias los partidos que se han ido alternando en el poder han estado “parcheando” la zona. “Llega uno y hace el Manuel Lois y llega otro y hace el aparcamiento intermodal y un potrero, pero sin conectar nada con nada. Lo que hay que hacer es una actuación integral en la zona”, resume Ramírez.
En definitiva, la zona del Rincón en Las Palmas de Gran Canaria tiene la posibilidad de convertirse, ahora más que nunca, en lo que está planeado que sea: un lugar estratégico con espacios dedicados a actividades culturales (Manuel Lois) ocio y espectáculos (parque de la música) pulmón verde (el parque que una la ciudad alta con la ciudad baja) y un espacio de referencia para el turismo de congresos (el Hotel).
Son varias décadas de proyectos frustrados por motivos económicos o por la privatización del suelo. Pero lo cierto es que tanto los vecinos del norte de Gran Canaria, como los propios trabajadores de los centros comerciales de la zona así como los turistas y cualquier ciudadano isleño que se acerque, lo que ven hoy en día en esa zona “estratégica” es una masa de asfalto y un barranco. O lo que es lo mismo, el viejo axioma del quiero pero no puedo.
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