EBAU, clases de refuerzo o cómo será la posible vuelta a las aulas: dudas de las familias aún por despejar sobre el curso
Las familias canarias viven con incertidumbre la finalización del curso escolar y la posible vuelta a las aulas para actividades de refuerzo a finales de mayo así como el inicio del nuevo curso en septiembre. Hay madres y padres que apelan a la necesidad de que contar con los centros educativos para poder conciliar su vida laboral y otras que tienen miedo de esa vuelta a las clases. Desde la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres y Madres de Canarias, integrada en CEAPA (la asociación nacional) manifiestan que aún existen muchas dudas sobre la realización de la EBAU, sobre los criterios para esas clases de refuerzo que anunció el Ministerio de Educación o los protocolos sanitarios para que se realice una posible vuelta a las aulas con seguridad.
El vicepresidente de esta asociación, Sergio De la Fe, señala que, según ha podido concluir sondeando a varias familias, existe mucha incertidumbre especialmente sobre qué ocurrirá con el alumnado con necesidades específicas educativas, así como preguntas sobre los criterios para la titulación de sus hijos en cursos como cuarto de ESO o Bachillerato. Desde Confapa se realizó una encuesta en la que los padres y madres manifiestan numerosos aspectos que consideraban necesarios para la vuelta presencial a las aulas, ya que la seguridad del alumnado copa la principal preocupación.
La Consejería de Educación, por su parte, se está reuniendo esta semana con toda la comunidad educativa con el objetivo de definir criterios sobre el final de este curso escolar y el inicio del próximo en septiembre, “en base a dos circunstancias, esto es, que exista o no una vacuna para el COVID-19 antes de que comiencen las clases, y con el propósito de garantizar que esta se produce con todas las garantías de seguridad para el alumnado y profesorado de las Islas”, matizó la consejera María José Guerra este martes en un comunicado. La reunión con los representantes de las familias se producirá este jueves, pero ya adelantan algunas de las cuestiones que se van a poner encima de la mesa. Sergio De la Fe subraya que no se ha producido una homogeneización en los criterios de todos los centros educativos y que se han dado casos dentro de un mismo centro en el que el alumnado tenía tareas en plataformas diferentes. Este será uno de los asuntos a abordar, al igual que el absentismo digital: “¿Qué pasará con el alumnado que no se ha conectado?” o en base al currículum educativo, hay materia que se ha quedado por dar “¿cuáles son los criterios para detectar qué es lo más y menos importante”?
Si existe un punto en el que las familias muestran mayor incertidumbre es en los criterios para celebrar la EBAU, ya que de esta nota depende la entrada en según qué carreras y universidad. Sergio De la Fe subraya que se insiste bastante en que la prueba será igual para todo el mundo, pero “todo el alumnado tiene que llegar en las mismas condiciones”. Sobre este asunto, el Consejo Escolar de Canarias ha precisado en un documento que esta prueba se tiene que adaptar, de forma que no incluya los contenidos no impartidos presencialmente y adaptando el modelo de examen a las actuales circunstancias excepcionales.
De cara a una posible vuelta a las aulas, además, señala que muchas familias no comprenden el criterio de que se vaya a permitir, como anunció el Gobierno estatal, solo a menores de seis años cuyos progenitores estén trabajando presencialmente, ya que las familias que tienen un hijo de 7, por ejemplo, se quedan fuera de esta posibilidad. Entre las soluciones que plantearán a la Consejería para una vuelta más segura, destaca que se produzca una desinfección periódica de los espacios educativos, incluidas las oficinas de AMPA, la adecuación de los aseos, ya que hay centros que aún presentan deficiencias en infraestructuras, dosificadores de jabón; además de medidas de control que pueden ir desde toma de temperaturas sin olvidar la bajada de ratios de alumnado por aulas para garantizar el distanciamiento social. Si el inicio de curso se plantea con la mitad de alumnado en clase y la otra de forma telemática, piden que se concrete cómo se va a producir. Otra de las demandas es la atención psicológica a las familias ya que hay estudiantes con miedo a salir a la calle o que han vivido este confinamiento sin apenas ver la luz del sol por su tipo de vivienda.
Una solución consensuada
El presidente del Consejo Escolar de Canarias, Ramón Aciego, recuerda la necesidad de contar con la participación de la comunidad educativa en este proceso ya que es uno de los grandes logros del sistema democrático. Considera que la “vuelta a la normalidad” no se va a producir de manera directa y que convivirá la enseñanza no presencial con la presencial, por lo que es necesario escuchar las diferentes propuestas y contrastar opiniones. Recuerda que el cierre del curso escolar no fue una decisión académica sino sanitaria, y su reanudación se decidirá por los mismos términos.
Aciego destaca que el Archipiélago siempre ha sufrido un atraso con respecto al resto del país en materia educativa, algo ligado a que también sufre una de las mayores tasas de pobreza. Con la enseñanza a distancia apunta que esa brecha se ha acentuado, por lo que se trata de uno mayores retos. Además, afirma que la educación también tiene un componente social de conciliación de las familias, por lo que también habrá que ver qué ocurre con los comedores de verano, que fueron pioneros en Canarias para asegurar esa comida al día a alumnos con menos recursos. Por ello, hace referencia al documento que elaboró hace unos días el Consejo Escolar en el que se puntualiza que “hay que garantizar, más que nunca, que el alumnado con mayores riesgos y niveles de vulnerabilidad y pobreza no se quede atrás. Se debe impedir que se descuelgue, que se incremente la exclusión y la desigualdad. Hay que adelantarse a las necesidades, pues si se las aborda tarde o mal, se disparan las diferentes brechas (digital, cultural, económica, social…)”.
En este sentido, el Consejo Escolar reconoce la labor desarrollada por el profesorado, por “su profesionalidad, vocación y esfuerzo”. El documento recoge que se debe reducir la burocracia a los docentes, pues, se está exigiendo al profesorado “un sinfín de reuniones, anotaciones y controles que son menos imprescindibles en este momento”. Para este órgano, es necesario ocuparse del retraso educativo respecto al resto de España, “que muestra una mejora demasiado lenta de la creciente brecha educativa respecto al resto de comunidades autónomas, pero también del déficit de plantillas, de la paupérrima oferta de Educación Infantil de 0-3 años o de la financiación insuficiente, entre otros aspectos”.
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