“Hay una luz haciendo señales, tienen que ser ellos”
Ocho intentos infructuosos realizó el buque de la Armada Meteoro para intentar comunicarse con el helicóptero del SAR siniestrado el 19 de marzo de 2014 a 37 millas de Gran Canaria cuando éste ya se había precipitado contra el océano y comenzaba a hundirse a toda velocidad en el Atlántico. Los intentos fallidos sembraron primero el desconcierto y luego la alarma tanto en el Meteoro como en el avión que, a 3.300 pies de altura, se ocupaba esa noche de iluminar la zona de maniobras y cuyo fallo en el lanzamiento de bengalas precedió al accidente. A bordo del avión había siete militares. A pesar de su altitud, fueron ellos los primeros en ver en el mar unas luces parpadeantes cuando el helicóptero ya había desaparecido. Las transcripciones no lo precisan, pero eran presumiblemente las mismas luces que activó en su chaleco el único superviviente de Súper Puma cuando, a unos 12 metros de profundidad y cuando éste se hundía boca abajo a toda velocidad en el océano, logró romper a golpes con la cabeza un ojo de buey para poder salir de la nave accidentada y nadar a ciegas hacia la superficie.
La última comunicación del helicóptero (“hemos abortado ma… la… posici…”) se había producido a las 20:46:34 de aquel fatídico Día del Padre. Seis minutos y medio después, tanto en el barco como en el avión se dan cuenta que el Súper Puma ha desaparecido.
(20:52:02)
AVIÓN: Entiendo que no tenéis contacto radio con el helicóptero. ¿Tenéis visual con ellos?
BUQUE: Negativo. ni contacto radio ni visual.
(20:53:14)
AVIÓN: (…) ¿Tienes el trasponder del helicóptero?
BUQUE: Negativo, no tengo trasponder del helicóptero.
El helicóptero había desaparecido por la trasera del barco. En esa zona, desde el avión observan unas luces dos minutos después. Así continúan las comunicaciones:
(20:55:20)
AVIÓN: Sí, me confirmas que detrás vuestra del barco tenéis una lancha o vemos unas luces
BUQUE: Standby
(20:55:39)
BUQUE: Negativo, no vemos nada, no tenemos nada a popa nuestra.
AVIÓN: Pero no tenéis una lancha vuestra, me refiero...
BUQUE: No, ahora mismo no. No tenemos nada en el agua (…)
AVIÓN: Vale, pues te voy a… Sí, parece que… Bueno, parece que hay como algo haciendo señales, vamos a pasar a mirar, estaría a vuestra popa.
(20:57:13)
BUQUE: Vamos a invertir el rumbo (…) para mirar a nuestra popa a ver si vemos esas luces.
AVIÓN: Justo a vuestra popa tenemos unas luces emitiendo.
BUQUE: Muy bien, copiado. Pues vamos. Entiendo que están por vuestra posición actual (…)
AVIÓN: Sí, más o menos, de todas maneras vamos a marcar la posición y nos vamos a dirigir al punto para que lo tengáis más claro.
(…)
AVIÓN: Y en cualquier caso, pues si no tenemos contacto con ellos, vamos a avisar a la agencia de control.
(20:59:36)
AVIÓN: En este momento no tenemos las luces a la vista.
BUQUE: Muy bien, copiado, nosotros estamos terminando de invertir, nos quedan unos 90 grados y empezamos, empezamos búsqueda. Pregunto si tienen ya enlace con el helo, ¿saben algo del helo?
AVIÓN: Negativo, ningún enlace y de hecho, vamos ahora mismo a alertar a control por si hubiera alguna emisión de alguna baliza.
BUQUE: Muy bien. Como informativo, nosotros, en la salida del helo, junto en la salida, oímos un golpe, como contra cubierta. Hemos investigado a bordo, no hemos visto ningún daño estructural, en principio.
AVIÓN: Pues vamos a descender a 1.500 pies, vale, con precaución y continuamos la búsqueda nosotros también.
BUQUE: Muy bien, pues iniciamos también nosotros la búsqueda.
(…)
(21:03:05)
AVIÓN: Sí, mira, te confirmo que hay una luz haciendo señales prácticamente en el rumbo que llevas. No sabría decirte la distancia, pero están haciendo señales y yo creo, estamos seguros de que tienen que ser ellos porque se ha perdido contacto también con aproximación.
(…)
BUQUE: Los tenemos ya en visual.
AVIÓN:Recibido, recibido, pues nada, vamos a avisar (…) y ya nos confirmaréis si son ellos, ¿vale? y vamos a llamar también a nuestro RCC.
BUQUE: Muy bien, perfecto, pues nosotros iniciaremos proceso de RHIB y rescate de náufragos.
AVIÓN: Muy bien, pues nada, buena suerte
Poco después, el avión se ofrece a lanzar bengalas para iluminar la zona y ayudar a la localización de los posibles náufragos. A las 21:10:18, el barco confirma que comienza a bajar una lancha hacia el agua. Ocho minutos después, todavía sigue pidiendo ayuda a los tripulantes del avión, porque no logra divisar a nadie en el agua. “Si vosotros veis algo desde arriba, por favor, indicárnoslo, será de mucha utilidad”.
Habían transcurrido 35 minutos desde el accidente. En el agua, el único superviviente del helicóptero, Jhonander Ojeda Alemán, primero gritaba y luego nadaba desesperamente hacia el barco, temiendo que la luz estroboscópica de su chaleco se apagara definitivamente y no pudieran encontrarlo en medio del océano y la oscuridad. Por fortuna para el joven, la lancha le localizó cuando llevaba casi una hora en el agua, aterido de frío y desesperado. Dicen que, una vez a salvo ya en la cubierta del Meteoro, no se apartó ni un minuto de las barandillas del barco. No dejaba de mirar hacia el mar, en el vano intento de encontrar a sus compañeros. Para su familia, todavía pasaría toda aquella larga noche y la mañana del día siguiente antes de volver a verlo, ya en tierra.
Toda la información sobre este accidente está disponible en el blog de Teresa Cárdenes y en la página web ATCPress.