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Los municipios canarios buscan el consenso para una reapertura segura de las playas en la fase 2

Playa de Las Canteras durante el estado de alarma, en Las Palmas de Gran Canaria

Adrián Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Los municipios canarios se preparan en los últimos días para la previsible reapertura de las playas cuando pase todo el archipiélago a la segunda fase de la desescalada, que el Gobierno de Canarias confía que sea el próximo lunes 25. Los municipios están colaborando con el Gobierno para la creación de un marco general que unifique los protocolos de seguridad que luego se adaptará a las particularidades de cada playa. Los municipios avanzan con sus propias iniciativas, pero aún hay mucha incertidumbre respecto a cómo serán finalmente los primeros chapuzones en el mar tras el confinamiento.

La orden ministerial publicada en el BOE detallando las actividades permitidas en la fase 2 permite el uso recreativo de las playas y dice que los bañistas deberán hacer un uso responsable de la playa “desde el punto de vista medioambiental y sanitario” cumpliendo con las recomendaciones establecidas por las autoridades sanitarias. Se permite la práctica de actividades deportivas, profesionales o de recreo siempre que se puedan desarrollar individualmente y sin contacto físico. Ahora se trabaja en detallar un plan para aplicar estas normas generales.

Tras una primera reunión el martes en la que se acordó la creación de un marco común para la reapertura de playas, la Federación Canaria de Municipios (FECAM) ha celebrado la mañana de este jueves una reunión técnica para continuar trabajando en las propuestas que se presentarán a la orden elaborada por la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias con motivo de la reapertura de las playas. Las propuestas planteadas por la FECAM, que deberán ser ratificadas por la comisión de seguridad de la federación la tarde de este jueves, están encaminadas a aclarar algunas dudas que surgen de la mencionada orden.

Asimismo, la mesa de trabajo de la FECAM ha iniciado la elaboración de un decálogo con recomendaciones generales para todos los ayuntamientos de Canarias, que podrán adaptar a sus peculiaridades en el marco de la normativa estatal y respetando la propia autonomía municipal.

“Hay muchas medidas que se pueden tomar: asegurar la distancia social, mirar si se pueden abrir las duchas y lavapiés con garantías o no, el uso de la megafonía y el papel de los socorristas”, dice Tomás Pérez, responsable del consejo de seguridad de la Fecam, y alcalde de La Aldea de San Nicolás. “Todo está orientado a que no haya contagios, que es lo más importante de todo”.

Las propuestas de la FECAM a la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias se confirmarán la tarde de este jueves y las recomendaciones a los municipios se esperan para el próximo martes.

Por otro lado, cada municipio sigue trabajando en sus propias iniciativas en preparación para esperada reapertura de playa, aunque insisten en la importancia de la coordinación entre instituciones y la necesidad de adaptarse a los requisitos de Sanidad. En El Hierro, La Gomera y La Graciosa han podido reabrir sus playas sin necesidad de medidas especiales, pero las fuentes consultadas creen que el Gobierno central y el autonómico podrían imponer mayores exigencias cuando reabran playas más transitadas.

Fuentes de la Concejalía de Ciudad del Mar de Las Palmas de Gran Canaria aseguran que “está en el espíritu de la Concejalía no parcelar las playas” con elementos físicos para asegurar el distanciamiento social. Consideran que no es bueno para el medio natural ni para la seguridad porque el alto volumen de tráfico podría causar tropiezos y accidentes. Sin embargo, subrayan que “no se sabe nada todavía” porque el protocolo no se ha decidido y quedan a la espera de instrucciones del Gobierno. Aún no pueden confirmar cuándo ni cómo reabrirán las playas, pero esperan poder abrirlas todas excepto la playa del Confital, que sigue cerrada por contaminación.

A medio plazo, Ciudad del Mar considera el uso de diferentes tecnologías para controlar el aforo en las playas, pero aún falta un proceso que decida y certifique los métodos a implementar.

En el sur de Gran Canaria, el ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana está considerando reforzar los sistemas de información a la ciudadanía con señales y un sistema de megafonía. Además, planea reorganizar las hamacas para asegurar que haya una distancia mínima de seguridad entre ellas y reforzar su desinfección.

El Ayuntamiento de Mogán sí está considerando parcelar las playas del municipio. El consistorio ha diseñado una división por sectores para prevenir aglomeraciones y asegurar que se respete la distancia de seguridad. El municipio del sur grancanario propone dividir las playas en cuatro sectores: hamacas dobles, hamacas simples, zona de toallas para hasta dos personas y zona de toallas para familias.

En Tenerife, el ayuntamiento de Puerto de la Cruz se inclina por no introducir separaciones físicas en sus playas. El concejal de playas, Tito Cabo, pide poner el énfasis en la concienciación ciudadana y asegurar que los socorristas se dediquen a vigilar la playa y no a supervisar el cumplimiento del distanciamiento social. “Cada uno tiene que ser su propio policía. Los socorristas están para lo que están. Pueden ayudar a la concienciación y colaborar con la ciudadanía, pero el seguimiento de las normas dependerá de la señalización y las campañas de información”, dice.

Por su parte, el ayuntamiento de Arona, lleva varias semanas trabajando moviendo la arena de sus playas para homogeneizarla, airearla y así facilitar su desinfección.

Los responsables de las playas del archipiélago coinciden en que la reapertura de las playas será gradual y estará suspeditada a las garantías sanitarias.

Preocupan las aglomeraciones en las playas, pero los científicos aseguran que la transmisión del virus a través del agua es muy poco probable. Los modos de transmisión principales siguen siendo el contacto personal y las gotitas de saliva expulsadas al hablar, toser o estornudar.

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