Los acusados de maltratar a ancianos en la residencia Trinidad dicen ser víctimas de un “complot laboral”

Los dos hermanos acusados de maltratar de los ancianos de la residencia Trinidad, en Las Palmas de Gran Canaria. (EFE/ Ángel Medina G.)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Los dos hermanos acusados de someter a 18 ancianos a condiciones “infrahumanas” y abusar sexualmente de una residente han atribuido este martes a un “complot” laboral los hechos que se les imputan, ocurridos supuestamente en la residencia Trinidad que regentaban en Las Palmas de Gran Canaria, hoy clausurada.

Los dos acusados, que se enfrentan a penas de entre cuatro años y medio y cinco años de prisión, han negado los hechos ante el Juzgado de lo Penal número 1 de la capital grancanaria, en el juicio que ha comenzado este martes y que continuará los próximos días, en relación a las malas condiciones alimenticias e higiénicas en las que supuestamente se hallaban los internos de la residencia Trinidad.

Ambos procesados han afirmado que es “mentira” que se ofreciera comida en mal estado elaborada con restos de hasta tres días, que se espesara el puré con servilletas de papel, se restringiera el uso de pañales y medicamentos, administraran o pautaran medicación, denegaran la asistencia sanitaria a internos reclamada por los sanitarios o utilizaran bolsas de basura como empapadores, entre otros hechos que se les imputan.

El dueño de la residencia, Jesús María Calahorro, ha señalado que que esas denuncias formuladas por los trabajadores comenzaron a partir de que les comunicara su intención aplicar un ERE que iba a afectar a nueve de los empleados, y que en el centro nunca hubo problemas de gastroenteritis ni de intoxicación por la “prudencia” con la que se actuaba.

Según el fiscal, Jesús María era el director y propietario de la residencia, mientras que su hermano Álvaro ejerció como encargado de la misma entre los años 2009 y 2011, cosa que este niega, pues ha afirmado que él solo vivió en la azotea del edificio en ese periodo y que se limitaba a ayudar a su hermano en cuestiones puntuales, en correspondencia por el alojamiento que le daba.

El acusado Jesús María Calahorro ha afirmado que “no había residencia más cuidada” que la suya y que los únicos problemas que tuvo ese centro fueron con la Inspección Laboral hasta que se emitió en el programa Diario de... de Telecinco, dirigido por Mercedes Milá un reportaje sobre los supuestos malos tratos.

El fiscal acusa a los dos hermanos de un delito contra la integridad moral de los 18 residentes que estaban alojados en el centro en el momento de su clausura, en junio de 2011, así como de abusar sexualmente ambos de una interna, enferma mental, que en el caso de Álvaro se habría producido de forma continuada.

El dueño y director del centro ha explicado que su residencia no era sociosanitaria sino hogar de ancianos, y ha reconocido que después de que en febrero de 2010 la Consejería de Bienestar Social del Gobierno canario detectara hasta doce deficiencias, éstas fueron subsanadas, menos una relativa a la centralita que era “imposible de resolver”.

Ha admitido que meses después, en mayo, la Consejería le denegó la petición de apertura por carecer de licencia municipal y no reunir el personal suficiente ni la cualificación exigida, ni disponer de ascensor en condiciones, aunque ha señalado que algunas de esas deficiencias no eran ciertas y que, en cualquier caso, siguió haciendo gestiones para cumplir con lo exigido porque el expediente seguía abierto, ya que recurrió la orden de cierre.

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