La España que viene

Este jueves, 19 de junio, el príncipe de Asturias pasó a ser Felipe VI Rey de España tras la abdicación de su padre. En el Congreso ya se aprobó con una holgada mayoría la ley que respalda esta decisión de su majestad.

La votación no pasó desapercibida porque vimos varios símbolos importantes que pueden retratar la coyuntura que estamos viviendo en este país. Algunos diputados y diputadas mostraban carteles con el lema Referéndum ya, impotentes ante los grandes partidos que dijeron sí a la ley. Al mismo tiempo, y en todas partes de España, veíamos concentraciones pidiendo lo mismo: poder decidir cuál queremos que sea nuestro modelo de estado.

Aún así, no tengo claro si realmente era necesario redactar una ley para que la sucesión fuese efectiva o si con nuestra constitución en la mano ya el procedimiento se podía culminar de forma satisfactoria para la Casa Real. Me preocupa que todo haya sido realmente un teatro para mostrar a la sociedad española que el consenso de la transición sigue todavía vigente.

Motivos para tener miedo

Esta semana, se anunciaba desde el Ministerio de Educación la intención de que las tradicionales becas se conviertan en préstamos que tendrán que ser devueltos, tarde o temprano, por parte del estudiante o la estudiante. Después del anuncio, del que muchos medios de comunicación se hicieron eco, el ministerio rectificaba y decía que, en principio, estas intenciones quedarían solo en eso.

Lo más preocupante no es que un error les haya llevado a afirmar semejante barbarie, sino que el subconsciente los ha traicionado una vez más y hemos conseguido ver las primeras señales de cuál es el modelo educativo que la derecha quiere para España.

Asimismo, hemos conocido la privatización del 49% de AENA o, como le gusta decir al Gobierno, la privatización de la gestión de una parte de una empresa pública que, según ellos y ellas, será beneficioso para la misma.

Automáticamente después de la publicación de la noticia, el Gobierno de Canarias condenaba tal decisión porque en nuestra comunidad, por ser un archipiélago, la empresa que gestione nuestros pasajes ha de ser pública para que podamos estar conectados con la Península Ibérica a unos precios razonables.

No quiero parecer paranoico y, por lo tanto, debe de haber sido una casualidad que todas estas declaraciones de intenciones se produzcan precisamente esta semana; días en los que ha comenzado el Mundial de Brasil 2014 y en los que muchos españoles y muchas españolas están pendientes de la derrota ante Holanda y Chile. ¿Qué recortes y decisiones vendrán a continuación?

Alejandro Suárez Domínguez es secretario de Participación, Redes e Innovación de Juventudes Socialistas de Las Palmas de Gran Canaria.