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“Madeira busca turistas jóvenes y activos en Canarias”

Vista de la costa madeirense

D. J. Hernández

Santa Cruz de Tenerife —

La isla de Madeira, y el archipiélago portugués que lleva su nombre, vive, igual que Canarias, del turismo. Su economía depende casi totalmente de esta industria. Ya en el siglo XVII llegaban a la isla visitantes de toda Europa atraídos por su naturaleza exuberante, sus paisajes cortados a cuchillo y su clima templado.

Esa isla era el lugar perfecto para que ricos aristócratas y comerciantes del viejo continente recibieran allí baños terapéuticos, descansaran, tomaran el sol o se deleitasen con sus famosos vinos, que entonces sustentaban, junto al cultivo de la caña de azúcar, la economía local.

Pocos saben que muchos esclavos procedentes de Canarias fueron enviados allí como mano de obra para la creciente agricultura madeirense. Tal era su producción. Fue, como las islas españolas, un lugar de paso en las rutas atlánticas, lo que fomentaba el tránsito, no solo de mercancías, sino de personas y riqueza.

Sin embargo, con el paso de los años, tal y como pasó en Canarias, la agricultura fue cediendo terreno a la industria del siglo XX: el turismo. Hoy en día, Madeira busca renovar su oferta, quitarse esa imagen que aún perdura en el continente de destino exclusivo para señores adinerados. Quiere atraer a nuevos visitantes. Madeira busca ser un destino para todos los públicos y todos los bolsillos, y ha puesto sus ojos en sus vecinos más cercanos, los canarios, para invitarlos a conocer sus riquezas. Juan Carlos Gonçalves, de la Asociación para la Promoción de Madeira, explica en esta entrevista cuáles son esos tesoros.

¿Por qué Madeira está interesada en atraer a un nuevo perfil de turista?

El turismo es el sector productivo más importante para la economía de la isla. De hecho representa poco más del 25% del producto interior bruto (PIB) de Madeira. Casi todos los demás sectores y casi toda la población de la isla están directa o indirectamente relacionados con el turismo o con los servicios que este ofrece. Por otro lado, Madeira tiene una tradición muy muy larga en su historia como destino turístico, desde hace más de 200 años, cuando llegaron los ingleses buscando climas más cálidos. Cuando se habla de Madeira se habla sobre todo de naturaleza. Es el producto más emblemático que tenemos. Es hablar de flores, de agua, de senderos, de los paseos a pie... Por eso el turismo activo es donde nos estamos centrando ahora. Queremos cambiar un poco la imagen que el turismo extranjero tiene de la isla. La idea es que Madeira no sea solo un destino para turismo senior, sino para todas aquellas personas que quieran realizar cualquier actividad al aire libre. Por esto, también buscamos turistas jóvenes y activos en Canarias.

¿Cómo han sido las cifras de turismo en 2016?

Cerramos ese año con al rededor de 1,3 millones de visitantes que entraron en la isla y unos seis millones de pernoctaciones hoteleras. En cuanto al mercado español, fueron aproximadamente unos 30.000 turistas los que visitaron Madeira, con 155.000 pernoctaciones.

¿La industria turística ha tenido en cuenta el respeto por la naturaleza de la isla a la hora de desarrollarse?

Sí, el turismo sostenible es algo que nos tomamos muy en serio en Madeira porque precisamente nuestro mayor activo es la naturaleza y todo lo que la isla tiene que ofrecer en este sentido. Intentamos que todo lo que se hace se haga con respeto al medio ambiente, porque, además, es eso lo que el turista viene buscando.

Si alguien visitara unos días la isla, ¿qué actividades podría practicar?

La propia orografía de la isla y su origen volcánico, combinado con el clima suave, ofrecen la posibilidad al visitante de realizar prácticamente cualquier actividad al aire libre, tanto en el mar como en tierra o en el aire. Sin duda, lo más popular aquí son los senderos, caminar por las levadas, que son los canales de agua de un sistema de riego muy antiguo. Se construyeron entre los siglos XVI y XVII para transportar el agua desde la vertiente más húmeda de la isla, la vertiente norte, e irrigar la zona sur. Hay más de 2.000 kilómetros de esos canales cruzando toda la isla y son la mejor manera de conocer, de descubrir, el interior, el corazón de Madeira, atravesando el bosque endémico de laurisilva, muy característico de las islas de la Macaronesia, como Canarias, Cabo Verde y las Azores. Pero aquí en Madeira es donde se puede encontrar la mayor concentración y con mayor amplitud de ese bosque prehistórico. Existen más de 200 rutas para caminar por toda la isla, pero también se puede practicar barranquismo, canyoning, hacer ala delta, hicking y actividades náuticas. De hecho, también estamos muy enfocados a hacer actividades en el mar, actividades subacuáticas, vela, surf, submarinismo... Tenemos algunos arrecifes artificiales que nos ayudan a atraer a ese segmento del mercado turístico, que es muy importante para nosotros. Es decir, .

En la actualidad, la mayor parte de los turistas que visitan la isla son personas mayores, pero el turismo activo está más bien dirigido a gente joven ¿Cambiarán de público objetivo?

Madeira, tradicionalmente, siempre ha atraído a un turista maduro, senior, entre otras cosas porque era un destino que no todo el mundo podía pagar, por sus buenos servicios, sus buenos hoteles, porque para llegar a la isla solo se podía venir por avión. Era un turismo de cierto poder adquisitivo, clase media o alta que podía pagar el viaje. Sin embargo, hoy en día hay más conexiones aéreas. Muchas aerolíneas, incluidas algunas low cost, ofrecen ya Madeira entre sus destinos. Esto nos permite atraer a un tipo de turismo más joven, incluso familias, para que disfruten de lo que ofrece la isla, y no solo a un turismo senior.

Entre las nuevas conexiones aéreas se encuentran las que la aerolínea canaria Binter ha estrenado recientemente e incrementará durante el verano. ¿Esperan aumentar el mercado español en la isla?

Sí, ese es el objetivo. Ya hicimos una campaña con Binter en 2016 y con esta nueva operación esperamos incrementar el turismo canario aquí, al mismo tiempo que queremos dar a conocer la isla y presentarla de una manera diferente para que en Canarias se sepa que hay mucho que descubrir en Madeira, no solo las famosas casas de Santana o los carros de cestos. Hay muchos productos que aquí se pueden descubrir, como la gastronomía, los vinos y las actividades al aire libre.

A un canario joven que venga a este destino de vacaciones, ¿qué es lo que más le puede sorprender de Madeira?

Para empezar, es una cultura diferente. A pesar de que también somos isleños y tenemos un clima semejante, somos culturas distintas. Pero, además, pienso que la naturaleza es lo que más puede sorprender, porque la sientes alrededor todo el tiempo, incluso si estás en un centro urbano cosmopolita como Funchal (la capital). Desde ahí, simplemente miras hacia las montañas, escarpadas y muy cerca, y ves los montes. Dondequiera que vayas siempre tendrás foresta, bosque, pueblos muy pintorescos, una gastronomía muy distinta de la canaria, y se pueden vivir experiencias diferentes de las que uno está acostumbrado. También puedes visitar nuestra isla vecina, Porto Santo, que tiene una de las mejores playas de Portugal. Son nueve kilómetros de playa de arena blanca con propiedades terapéuticas, que se incrementan al mezclarse con el agua de mar, por lo que la gente suele ir a recibir talasoterapia. Es muy común ver allí a la gente enterrada en la arena hasta el cuello, recibiendo sus propiedades curativas en la piel. Las dos islas combinan muy bien, la una con la otra: Madeira es verde, con sus bosques, sus vinos y su gastronomía, y Porto Santo es arena, mar y sol, un lugar en el que relajarse. Juntas lo tienen todo.

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