El empresario Arsenio Zamora niega ser él en una grabación en la que pide dinero por una licencia
El empresario Arsenio Zamora ha asegurado este miércoles que no es él quien en una grabación del llamado caso Arona pide 45 millones de pesetas al también empresario José Ramón Ansorena para tramitar la licencia de 206 viviendas en Costa del Silencio.
Arsenio Zamora hizo esa afirmación durante la sexta jornada del llamado caso Arona, en el que 13 personas están acusadas de delitos contra la ordenación del territorio, prevaricación, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y cohecho, y en relación a la concesión de más de doscientas licencias de forma ilegal y casi cien contrataciones a dedo.
Este empresario dijo que al padre del citado José Ramón Ansorena lo conoció en una comida y éste le comentó que tenía paralizada la licencia para construir unos doscientos apartamentos en Costa del Silencio, por lo que fue al Ayuntamiento de Arona y preguntó por la situación del expediente.
Según Arsenio Zamora, acompañó a José Ramón Ansorena en una reunión con el secretario de la corporación municipal y en ese encuentro, añadió, se dijo que la licencia podía activarse si se presentaba determinada documentación.
Afirmó que nunca más volvió a hablar con Ansorena acerca de esa licencia e insistió en negar que es él quien en una cinta grabada por esa persona hablen ambos del pago de 45 millones de pesetas para acelerar la tramitación.
Arsenio Zamora declaró que nunca estuvo solo y en un restaurante con Ansorena, y, al igual que los otros doce acusados, se negó a responder a las preguntas de la acusación particular, cuyo abogado preguntó cómo es posible que en la grabación la persona que tiene una voz similar a la suya hable de un plan parcial que sólo él conoce de forma tan concreta.
Tampoco respondió a las preguntas de los abogados de los otros acusados en una sesión en la que también declararon los arquitectos Zenón Rodríguez, Antonio Luis González y Jorge Menéndez.
Los tres arquitectos reconocieron que habían colaborado con el aparejador municipal Roberto de Luis, quien tenía compatibilidad para ejercer la profesión fuera de la corporación municipal.
La acusación particular mostró interés por la relación de Zenón Rodríguez y Roberto de Luis, pues recordó que en los tres años en los que colaboraron el aparejador cobró en torno a los 30.000 euros.
Antonio Luis González comentó que los trabajos no se los encargaba a Roberto de Luis sino a su empresa y reconoció que ignora si las faenas las realizaba el aparejador o éste las subcontrataba.
Jorge Menéndez reconoció que había preguntado a Roberto de Luis si podía hacer trabajos fuera de la corporación y en Arona, y explicó que la colaboración se llevó a cabo en cuatro trabajos en los que el aparejador hizo mediciones y presupuestos, para añadir que le encargaba esas labores porque es un buen profesional.
La colaboración entre Jorge Menéndez y Roberto de Luis finalizó en 2001, según dijo el arquitecto, cuando el aparejador creó una sociedad.
Además de los citados, en el caso Arona también están acusados todos los miembros de la junta de gobierno del periodo 2003-2007, en el que el alcalde era José Alberto González Reverón (CC) y del que también formaban parte los concejales Félix Sierra (PP), Juan José Alayón (CC y luego Los Verdes), Manuel Barrios (CAN), Daniel Martín (CAN), José Luis González (CAN) y Alfonso Barroso (CC).
Otro acusado es el arquitecto municipal Eliseo de la Rosa y el juicio continuará el lunes próximo con la declaración de los testigos.