La prórroga de los Presupuestos Generales del Estado pone en riesgo las cuentas públicas de Cantabria
La tormenta política desatada en Cataluña tendrá consecuencias inmediatas en el resto de comunidades autónomas, una evidencia que ha confirmado el propio ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro. El PP no cuenta con apoyos suficientes para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2018 y el Gobierno de Rajoy los prorrogará hasta nueva orden, un hecho que pone en riesgo la aprobación de las cuentas públicas de Cantabria para el próximo año.
El bipartito PRC-PSOE está dando estos días los primeros pasos para diseñar su proyecto de ley, que se ha comprometido reiteradamente a tener aprobado de cara al 1 de enero, pero esta decisión del Estado obligará a los socios de Gobierno a negociar con una mano atada a la espalda, ya que no contarán con datos definitivos de la aportación del Ejecutivo central a Cantabria.
Si las relaciones entre regionalistas y socialistas no pasaban por su mejor momento, la puntilla dada por Montoro complica aún más las cosas. Ambos habían negociado una subida de alrededor del 5% para el presupuesto de 2018 “siempre que la situación económica lo permitiera”, tal y como rubricaron la semana pasada en la adenda al Pacto de Gobierno entre PRC y PSOE sus respectivos secretarios generales, Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga.
Sin embargo, la no aprobación en tiempo y forma de los Presupuestos Generales del Estado en el pasado ejercicio fue uno de los motivos esgrimidos por el bipartito para el retraso en sacar adelante sus propias cuentas, un procedimiento que se dilató varios meses por los tiras y aflojas entre los partidos que conforman el Gobierno y que complicó la búsqueda de apoyos entre la oposición, imprescindibles ante la minoría con la que se maneja el Ejecutivo esta legislatura.
Además, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y sus consejeros, intensificaron en los últimos meses una campaña contra el PP, al que culpan de “castigar” a la comunidad autónoma con la falta de inversiones y la demora del pago de compromisos adquiridos con esta tierra cercanos a los 90 millones de euros.
La ausencia de obra pública en la región, el pago de las obras de Valdecilla, la ruptura unilateral del convenio de la Fundación Comillas o la financiación de la Ley de Dependencia y de la LOMCE se encuentran entre las demandas más acuciantes de Cantabria, según han trasladado reiteradamente desde el Gobierno autonómico, que esperaba que todas esas deudas por saldar se reflejaran en el documento que Cristóbal Montoro ha guardado en el cajón.
“Malísima noticia para Cantabria”
Ante este hecho, Revilla ha manifestado este mismo miércoles que el retraso en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2018 es una “faena” y una “malísima noticia” y “mucho más” para Cantabria por la afección que ello podría tener en los compromisos del Estado con la comunidad y en las obras de infraestructuras pendientes.
En la misma línea se ha pronunciado el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota, quien ha insistido en que se trata de una “muy mala noticia” para la comunidad que los PGE no entren en vigor el 1 de enero sino que se prorroguen las cuentas de 2017, con importantes carencias en la financiación de Cantabria.
Según ha recordado Sota, la cuentas públicas del Estado afectan directamente al presupuesto de la comunidad en varios aspectos, puesto que determinan el aumento salarial de los funcionarios, la oferta de empleo público o las entregas a cuenta, que de este modo y hasta que no se apruebe el documento del presente ejercicio, “serán cantidades de 2017 y no de 2018”, por lo que la comunidad ingresará “menos de lo que nos correspondería cobrar”.
Reunión con De la Serna
Precisamente esta será una de las cuestiones que Revilla planteará al exalcalde de Santander y ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en la reunión que, según ha señalado, mantendrán el próximo 16 de octubre.
Además, el presidente se ha preguntado si este retraso en la aprobación de los PGE “va a suponer paralizar otra vez obras que tenían que estar ya acabadas hace años” según lo comprometido por el Gobierno central.
También ha aludido a que, sin presupuesto, “Cantabria está condenada a seguir sin recibir lo comprometido por el Estado” en torno a Valdecilla o la Fundación Comillas. “Ni lo atrasado, ni lo presente, ni lo futuro”, ha lamentado Revilla en declaraciones a los periodistas.