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El PP no logra el apoyo de Vox en la primera investidura y Buruaga será elegida presidenta de Cantabria el lunes con la abstención del PRC

María José Sáenz de Buruaga (PP) durante la segunda sesión de investidura.

Rubén Alonso

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No ha habido sorpresas. María José Sáenz de Buruaga (PP) tendrá que esperar al lunes para ser investida presidenta de Cantabria. En la primera votación, celebrada este viernes, la candidata del PP no ha logrado cosechar la mayoría absoluta del Parlamento autonómico necesaria, por lo que tendrá que someterse a una segunda en la que basta con mayoría simple. Entonces sí, la abstención del PRC, acordada hace semanas entre ambos partidos, convertirá a Buruaga en la nueva jefa de un Ejecutivo autonómico en minoría en el que no estará Vox, que ha votado 'no'.

La formación de extrema derecha ha intentado por activa y por pasiva formar parte de ese nuevo Gobierno, como está ocurriendo en otros territorios, y ha tendido la mano al PP hasta el último momento. En el propio Pleno de este viernes, su portavoz, Leticia Díaz, le ha puesto el reciente acuerdo en Extremadura como ejemplo “del cambio”, le ha echado en cara el pacto con el PRC de Miguel Ángel Revilla e incluso le ha recordado que gracias a sus votos, la popular María José González Revuelta es presidenta de la Cámara autonómica.

Los populares, por su parte, han pretendido durante todas las negociaciones que Vox apoyara la investidura desde fuera, incluso con guiños a su marco ideológico en el discurso de investidura de Buruaga y apelaciones al “diálogo sin vetos”, dejando claro que no pretenden excluir a la extrema derecha de posibles acuerdos durante los próximos cuatro años. Pero ese escenario el partido ultra no lo ha contemplado en ningún momento porque quiere ostentar responsabilidades de gobierno.

Así pues, con una mano se ha mostrado muy duro con el PP y con la otra le ha seguido incitando a que “reflexione y vuelva al sentido común”, es decir, firmar un pacto a la valenciana o a la extremeña. “Con 15 diputados [la mayoría absoluta es de 18] no es posible un cambio real”, ha remarcado la portavoz de Vox, formación que cuenta con cuatro representantes. “El Gobierno nace débil, es continuista y no da estabilidad”, ha insistido Díaz.

No obstante, PP y Vox han exhibido sintonía programática y han dejado una pista de lo que puede ser la tónica de los próximos cuatro años entre ambos con un Ejecutivo en solitario de la formación conservadora, siempre y cuando el resultado de las elecciones generales no se traduzca en otra clase de pactos a nivel autonómico.

Y es que el portavoz parlamentario popular, Íñigo Fernández, se ha dirigido durante su intervención a la bancada de Vox enumerando algunas de sus propuestas programáticas estrella, referentes a las bajadas y exenciones de impuestos o a la derogación de la Ley de Memoria Histórica: “¿Qué van a hacer ustedes cuando las traigamos a esta Cámara?”, les ha dicho. “Votarán a favor, ¿verdad?”, ha cuestionado Fernández, a lo que la portavoz de extrema derecha, desde su escaño, le ha respondido que sí a cada una de ellas.

“¿Qué parte de nuestro programa no comparte?”, le ha preguntado posteriormente Buruaga durante su turno de réplica. “Esto no va de poner pegas y de decir a todo que no”, ha señalado, antes de refutar su argumento sobre “el continuismo”: “El cambio son otras políticas, no que ustedes entren en el Gobierno”, ha subrayado.

Y paradójicamente, la futura presidenta de Cantabria, mientras ha afirmado como una obviedad la coincidencia programática que tienen con la formación de extrema derecha, ha asegurado que no quiere un pacto con Vox: “Yo no soy Vox, no me gusta, le tengo mucho respeto, pero no me gusta el populismo, ni de izquierdas ni de derechas”, ha expresado.

Al hilo, la portavoz de la formación de extrema derecha ha vuelto insistir en que el PP “se arroga una mayoría que no tiene”. “La matemáticas no fallan”, ha dicho, criticando que los populares no quieran conformar una coalición como en otros territorios: “A ver si resulta que lo que sí se puede hacer en el resto de comunidades españolas aquí no se puede hacer”, ha lamentado, poniendo el foco en el “veto” que les han puesto por su “pacto con Revilla”.

Por su parte, el líder regionalista ha defendido ese acuerdo “sin trampa ni cartón” para favorecer la investidura y un Gobierno sin Vox. “Es mejor gobernar en solitario que mal acompañado”, ha remarcado en referencia al partido de extrema derecha, tendiendo la mano a la futura jefa del nuevo Ejecutivo para que los acuerdos se extiendan a lo largo de la legislatura.

En este sentido, Revilla ha pedido a Buruaga que “sea fuerte” para no terminar pactando con el partido ultra. “Yo no quiero en Cantabria un vicepresidente como el de Castilla y León que esté dando titulares en los telediarios y diciendo barbaridades todos los días”, ha subrayado.

Más crítico con el PP ha sido el secretario general del PSOE. Pablo Zuloaga ha acusado a la candidata popular de “abrazar a la extrema derecha”. “Su socio en la sombra es Vox y su discurso está plagado de ideología entregado a la extrema derecha”, ha criticado. “Estaré aquí para frenar cada uno de sus ataques entregados a Vox”.

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