“El PSOE está mirando demasiado hacia adentro y está perdiendo relevancia”
Ricardo Cortés (Castro Urdiales, 1969) puede hacer el camino inverso al que hacen habitualmente los políticos. Licenciado en Derecho y Diplomado en Derecho Internacional y Relaciones Institucionales, comenzó su carrera política en 2009 como diputado en el Parlamento Europeo, cargo que ocupó hasta 2014. En 2016, tras haber retomado su actividad como abogado, sustituyó a Puerto Gallego en el Congreso y ahora aspira a dar la batalla en la política autonómica.
Este domingo se medirá en las urnas con el secretario general del PSOE y alcalde de Santa Cruz de Bezana, Pablo Zuloaga, para ver quien de los dos es el próximo candidato a la Presidencia de Cantabria. Cortés, cabeza visible del sector afín a Eva Díaz Tezanos, busca unir de nuevo al partido y elaborar “conjuntamente” con los agentes sociales un proyecto político “fuerte” que permita seguir transformando en positivo la vida de los ciudadanos.
Durante las visitas que ha cursado a las agrupaciones, ¿cómo percibe los ánimos en las filas socialistas?
A los militantes les gusta ser partícipes de estas decisiones y el hecho de que haya una candidatura alternativa como la que represento, que es una candidatura de equipo, que quiere aunar el talento de todos los militantes, una candidatura abierta, en positivo, que no es contra nadie y que lo que pretende única y exclusivamente es construir el mejor proyecto político del PSOE para las próximas elecciones, ha sido bien recibida.
¿Por qué decidió dar el paso?
Tengo la sensación de que en los últimos meses el PSOE en Cantabria está perdiendo relevancia y ante esta situación aquellos que tenemos responsabilidades, que tenemos una experiencia acumulada, tenemos que dar un paso adelante y al menos poner un proyecto alternativo que genere ilusión no solamente dentro del partido sino también en la sociedad, porque además en los últimos meses también creo que el partido ha mirado demasiado hacia dentro y se han tomado decisiones no pensando en los ciudadanos, sino pensando en cuestiones internas.
Dentro de un año afrontamos un punto de inflexión y no nos podemos permitir que el partido pierda la capacidad de transformar la vida de la gente, porque ahora mismo tenemos un patrimonio muy importante, que son los compañeros que están en el Gobierno de Cantabria y que, prácticamente, gestionan el 85% del presupuesto de nuestra Comunidad en las políticas más relevantes. También tenemos otro patrimonio fundamental que son los alcaldes y alcaldesas socialistas, los concejales los secretarios generales y, por supuesto, los 3.100 afiliados.
¿Cuáles diría que son sus puntos fuertes frente a la candidatura de Zuloaga?
En primer lugar la credibilidad, y hay que decirlo así, porque lo que digo, lo hago. Por otro lado, tengo experiencia en el ámbito europeo y nacional que me hace plantearme que Cantabria debe mirar al futuro de una manera ambiciosa, tratando de consolidarse como región de referencia en el conjunto de la Unión Europea. Y para eso tenemos que tener una visión global, abierta.
Lo que quiero aportar es lo mejor de mi experiencia, mi capacidad de diálogo y de tender puentes con el resto de formaciones políticas, porque si no te conviertes en irrelevante y si eres irrelevante pierdes la capacidad de transformar la vida de la gente.
Una de los 'debes' que le achacan es su poca vinculación con Cantabria.
Es verdad que tengo un perfil que ha estado vinculado a otros espacios, como el Parlamento Europeo o ahora en el Congreso, pero a partir de ahí lo que no se puede hacer es intentar ganar unas elecciones internas con medias verdades porque al final lo que pierdes es la credibilidad frente a los ciudadanos. ¿Quién puede decir que no he estado vinculado a Cantabria trabajando intensamente por una tierra en la que he nacido? Yo siento Cantabria igual que el que más. Trabajo por y para Cantabria y ahora doy un paso por y para Cantabria.
¿Siente la responsabilidad de representar a la corriente ‘tezanista’?
La única responsabilidad que siento es con los ciudadanos de Cantabria. Yo no represento a ninguna corriente. Lo que no puedes hacer, por ejemplo, durante nueve meses es decir que estamos avanzado y ahora mismo el proyecto político del Partido Socialista es desconocido en la región sino fuera por la gestión de nuestros alcaldes y de nuestro Gobierno.
El Consejo de Alcaldes que se venía reuniendo hasta hace poco de manera regular, durante nueve meses no se ha reunido para coordinar las políticas municipales con las políticas regionales del Gobierno. Tengo la sensación de que cuando se construye el proyecto en base a unos pocos, el partido no se siente reflejado y los ciudadanos lo perciben. Yo pretendo construir un partido unido, en el que todos contemos por igual, en el que nadie se quede al margen y en el que, sobre todo, sumemos el talento con la sociedad cántabra para construir una Comunidad Autónoma fuerte, relevante, potente, de reconocido prestigio en la Unión Europea.
Hablar de cuestiones internas y de focalizar en una u otra persona no es más que una patética estrategia, cuando lo que tendríamos que estar haciendo es poner los proyectos encima de la mesa.
¿Estas primarias servirán para enterrar el hacha de guerra en el partido?
Lo que veo es cansancio y si hay cansancio dentro, imagínese en la población. De verdad que no quiero hablar de cuestiones internas, quiero hablar del proyecto político que tenemos para Cantabria y quiero poner en valor la capacidad de tender puentes con otras formaciones. Si tú prefieres, como decía hace poco en un tuit, tener más diputados en la oposición que estar en el Gobierno, lo que ocurre es que pierdes la capacidad de llegar a acuerdos en los ayuntamientos. Por lo tanto, si perdemos el pacto a nivel regional, también decenas de proyectos socialistas quedarán olvidados en un arcón y eso es una irresponsabilidad.
Si hubiéramos hecho lo que él [Pablo Zuloaga] decía en ese tuit, hoy no sería alcalde de Bezana. Pablo puede ser hoy alcalde de Bezana gracias a que Eva tuvo una posición constructiva en su momento y pactó primero el acuerdo a nivel municipal.
¿Cree que el proyecto de Zuloaga pone el peligro el pacto con el PRC?
No lo sé, sinceramente. Lo que sí ha habido entre el PSOE y el PRC es una confianza mutua y no sé es si ahora el PSOE es fiable para ese partido. Eso lo tendrán que decidir ellos.
¿Cuáles son las líneas de ese proyecto que usted quiere representar?
Yo quiero un proyecto político progresista y feminista, que defienda un sector primario, que luche contra la despoblación, que genere nuevas oportunidades, que encamine sus pasos hacia la economía verde, hacia un empleo claramente de calidad, que potencie el desarrollo industrial de nuestras comarcas, que desarrolle la innovación y la investigación, que preserve la calidad medioambiental, que permita a los jóvenes poder llevar a cabo proyectos de vida en nuestra tierra, que cuide a sus mayores…
No obstante, me hubiese gustado que el proyecto político ya estuviera hecho, que se hubiera cumplido la promesa de haber celebrado una conferencia política previa y luego elegir candidato, porque creo que los proyectos deben ir por delante de los candidatos. Eso siempre era así. Construimos un proyecto entre todos y luego elegimos quién es el que mejor lo representa.
¿Se ve con opciones de ser candidato a la Presidencia de Cantabria?
Por supuesto que sí. Me veo con muchísimas posibilidades de ganar. Estoy recibiendo muchísimos mensajes de apoyo de compañeros y, sobre todo, me están dando la enhorabuena por trasladar un discurso en positivo, pensando en los ciudadanos y no en cuestiones internas. Y esto, que es tan obvio, tiene mucho que ver con mi forma de ser. Creo que mi candidatura representa como nadie a las bases, porque ahora mismo no soy miembro de ninguna ejecutiva local ni de ninguna ejecutiva regional y, desde ese punto de vista, me considero una candidatura que viene a aunar al conjunto de los militantes.
¿Cree que el hecho de haber sido miembro de la Gestora le puede pasar factura en este proceso?
Ha habido muchas medias verdades en todo esto. Hacía tres días que acaba de entrar en el Congreso de los diputados a sustituir a Puerto Gallego y recibí una llamada a última hora de la secretaria general comentándome que Cantabria tenía una plaza en esa Gestora y que como yo iba a estar en Madrid sería bueno que me incorporara.
Pero la Gestora no decidió la abstención. La Gestora convocó un Comité Federal, el máximo órgano entre Congresos, y ese Comité votó si nos absteníamos o si votábamos no a la investidura de Rajoy. Pues ahí yo voté no, igual que hizo el resto de la delegación de Cantabria. Y de los diez que estábamos en la Gestora, siete se abstuvieron y tres votamos en contra.
Sin embargo, en ese Comité ganó la abstención y yo tenía que respetar la decisión que se adoptó democráticamente. A partir de ahí lo que hice fue ocuparme del área de Internacional, Cooperación, Inmigración y Emigración. Luego se celebraron las primarias y salió elegido Pedro Sánchez, que es mi secretario general. Ni más ni menos. Cualquier militante del PSOE que hubiera estado en mi lugar hubiera hecho lo mismo que yo por responsabilidad con el partido. Yo no quería ser una estrella del rock ni nada que se le pareciera. Yo respeto los mandatos democráticos de mi partido, me gusten o no me gusten.