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“Unos 2.000 niños podrían sufrir el Síndrome de Asperger en Cantabria”

EFE

Sara Aja

El ciclo de charlas 'Hablemos de Salud', que organiza el Ayuntamiento de Santander, cierra este martes día 6 de junio con una ponencia sobre el Síndrome de Asperger a cargo de la psicóloga Pilar Chanca, quien lleva años investigando en el área infantil.

La ponencia comenzará a las 17:30 horas en la Fundación de la Caja Cantabria, situada en la Calle Tantín de Santander. Durante dos horas y media, Chanca explicará qué es el Síndrome de Asperger y cómo reconocerlo, además de la afectación que tiene en el entorno escolar.

“Trataré las características generales para darle divulgación y, luego, la repercusión que tiene en el aula: a nivel educativo, la convivencia y a nivel emocional”, adelanta la psicóloga a eldiario.es. También va a centrarse en el impacto que tiene este síndrome en los niños y en sus cuidados.

El Síndrome de Asperger es una condición médica o clínica en la cual se dan problemas de relación social desde la infancia; afecta a la capacidad de comunicación y la flexibilidad, además de a la concentración. “Son niños muy inflexibles, pueden parecer tercos, caprichosos, pero realmente tienen muchas incapacidades para flexibilizar su conducta, la capacidad ejecutiva también, les cuesta centrar la atención”, explica Chanca.

La psicóloga, quien también colabora con la Asociación Asperger Cantabria, calcula que puede haber unos 1.940 niños afectados por este síndrome, ya que “la estadística de afectación del Asperger es uno de cada tres”. Cantabria, según datos del INE de 2016, tiene una población de 582.206 habitantes. “Esto se traspasa a la edad adulta, el niño con Asperger que crece, luego es un adulto con Asperger”, destaca la psicóloga.

Síntomas y pautas

La primera pauta para sobrellevar esta afección es el reconocimiento. Los primeros síntomas de alerta han de ser la falta de socialización y de empatía. “Muchos niños presentan rabietas porque no saben flexibilizar su conducta y adaptarse a las circunstancias que le rodean. En la primera infancia suelen ser más llamativas”, explica esta especialista, que añade que aquellos niños más ariscos o independientes, que presentan una conducta inusual o no distinguen de manera correcta las emociones propias o ajenas, pueden verse afectados por este síndrome.

Tras reconocer los primeros indicios, tanto en su familia como en su colegio, han de tener claro que “el cerebro y el pensamiento de estos niños es distinto”, concreta Chanca. “No tienen un filtro social grande; dicen lo que piensan, tienen un lenguaje normal, una inteligencia normal”.

Hoy en día existen pautas para ayudar a un niño con Asperger. “La previsibilidad es una de las pautas más importantes” -expone esta experta-, ya que estos niños viven en una constante incertidumbre y saber con anterioridad cómo se desarrollará el día los tranquiliza. Además, es relevante tener en cuenta que pueden presentar hipersensibilidad, por lo que la psicóloga considera importante tener cuidado en lugares donde la luz, el ruido, los olores o texturas puedan molestar a los afectados.

Lo principal para sobrellevar este síntoma es el cuidado emocional. Los padres y profesores de un niño con Síndrome de Asperger han de estar alerta sobre los grupos en los que está el pequeño. El sentimiento de soledad, que se palia con la inclusión, es la peor parte de esta afección.

Durante toda su vida, un afectado de Asperger tendrá que lidiar con distintas situaciones y emociones que deberá aprender a sobrellevar. “Enseñarles y no culpabilizarles” es la solución que aporta Chanca. Esta psicóloga creó en 2013 la guía interactiva LeoTEAyuda, un método accesible a aquellas familias que buscan pautas sencillas de comprender para afrontar las situaciones que el Asperger les ponga en su camino.

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