La Real Academia de Gastronomía española respalda al nuevo Instituto de Cultura Gastronómica de Castilla-La Mancha

Con el aval de la Real Academia de Gastronomía española (RAG) que preside Lourdes Plana, se ha formalizado en el registro de asociaciones la trasformación de la ex academia de Cultura Gastronómica de Castilla-La Mancha en Instituto, un cambio que solo afectará al primer nombre y que conservará intacta la esencia de esta asociación implicada con la cultura gastronómica de la región. Igualmente, mantiene su condición de ser la única entidad gastronómica castellano manchega reconocida por la Real Academia de Gastronomía y por las academias autonómicas. 

El Instituto seguirá contando con los mismos componentes, con Antonio Mateos, profesor de la UCLM, como presidente y Pilar Virtudes, periodista especializada en asuntos agroalimentarios, como vicepresidenta. Completan el Instituto Verónica Bravo, periodista especializada en gastronomía y Antonio González Jerez, director del ABC de Toledo y delegado para CLM, las nutricionistas Ana Cisneros y María del Mar Martínez, la farmacéutica María Dolores Espinosa, la enfermera Isabel Segarra, los profesores universitarios Jesús Sánchez y Beatriz García (UCLM), Teresa Villagarcía (U. Carlos III) y Blanca García Henche (U. de Alcalá de Henares), los profesores de enseñanza media Trinidad Sánchez y Javier Gómez, la especialista en historia del arte Cristina Rodríguez y el abogado Octavio Ollala, seleccionados, tras entrevista, por criterios de mérito y compromiso en las cinco provincias. Todos los miembros desarrollan perfiles profesionales donde la gastronomía y el vino regionales juegan un papel relevante pero no poseen ningún tipo de negocio personal o familiar en sectores hosteleros o agroalimentarios para evitar así conflictos de intereses con las tareas ya desempeñadas y futuras.

El Instituto de Cultura Gastronómica de Castilla La Mancha proviene de la ex academia del mismo nombre creada en abril de 2018 por el anterior presidente de la RAG, Rafael Ansón, a petición expresa del tristemente desaparecido Carlos Falcó. Hereda sus objetivos centrados en la salud, la educación alimentaria y nutricional, la sostenibilidad, la investigación y la justicia social y refuerza sus principios de independencia y transparencia, indispensables en cualquier actividad pública.

Cuenta, desde su origen, con más del 75% de mujeres, algo que la convierte en la institución gastronómica española con mayor presencia femenina. Permanece su Consejo Asesor formado por los grandes cocineros de la región unidos a destacados científicos, enólogos y empresarios agroalimentarios. Tras la obligada inactividad por la situación sanitaria, el Instituto irá retomando su trabajo destinado al fortalecimiento y visibilidad de la cultura gastronómica de Castilla La Mancha.